MALDITA CADENA ENTRE: POLÍTICA Y DINERO, MERCADO Y DEMOCRACIA.
Hay situaciones en las que tristemente
hay que confirmar que la podredumbre llega a las entrañas. Este país es así,
exactamente así. El hedor nauseabundo se muestra en toda la estructura en donde
el poder ha estado instalado, chupando del dinero de la pobre gente, en donde los
ladrones usaban tabla rasa para atrapar lo que querían y ahora se muestran sorprendidos en su
intimidad, han quedado desnudos ante una opinión pública perpleja, turbada de tanta golfería personalizada en
prohombres de una España dormida. En
este momento vuelve a entrar en mi memoria lo conocido durante la estancia de
este verano en mi pueblo y en relación con asuntos de características parejas y
mantenidas en el tiempo.
Nueva víctima de la otra justicia |
Me duele la incapacidad de reaccionar
contra la podredumbre. Muchas veces por complicidad manifiesta entre los
podridos y la propia justicia. No nos olvidemos que hay dos jueces
inhabilitados, muchos dicen que con razón, pero que casualidad que siempre se
estrellen contra el mismo parapeto y contra los mismos podridos.
La gente no es tonta, una gran masa de
ciudadanos ya no espera nada del PP o del PSOE aunque les voten, pero ahora
tienen la varita mágica que dice que todos son iguales, para uno que tenían ha
salido un sinvergüenza por partida doble. IU no será cómplice pero ha hecho dejadez de funciones, poniendo a alguien
en un puesto para que no haga nada primero y para que se corrompa después sin
el más mínimo control o supervisión.
El sistema legal que tenemos ha
permitido unas normas penales hechas para defender a los trúhanes de alto nivel,
otorgándoles impunidad en medio de la repulsa social. Son intocables, ni
siquiera les hace falta burlar las leyes, porque ellos, y sus conniventes
políticos, las crearon y legalizaron para el escarnio colectivo. Son unos
señores/as y en sus conciencias no cabe la culpa puesto que lo ven normal y
congruente con el reparto de la lotería social. El Fiscal General ya ha dicho
que en principio no hay motivos para tipificar como delitos estos monumentales
dispendios. Un ratito de apuro al ir a declarar al juzgado y a la entrada y a
la salida para que podamos gozar en los telediarios, y santas pascuas. Lo
habremos pagado entre todos. Como si fuera el de la contribución.
La náusea social hay que soportarla a
pelo. ¿Qué piensan estos sujetos de la condición humana, qué es para ellos el
prójimo, que pena les pondría un jurado español si los jurados pusieran penas?,
¿y en Inglaterra o en Holanda o en Alemania o en Francia o en Suecia o en los
mismos EEUU? Resulta increíble y descorazonador. Justamente eso, este asunto se
ha convertido en ‘ecos de sociedad’ cuando habría que hacer una revolución solo
para demostrar que los ciudadanos no somos imbéciles. ¿O sí lo somos?
Es necesario que Podemos, o IU si sus
representantes en Caja Madrid no daban al partido parte de lo obtenido con las
tarjetas y por eso Cayo Lara está reticente, o el PSOE si Sánchez de verdad nos
invita a que le exijamos, lleven en sus programas los cambios necesarios así
como el compromiso de revisar estos latrocinios, estas apropiaciones indebidas,
estos desfalcos morales y materiales. Mientras esto no ocurra, la pulcritud de
la democracia española estará en entredicho. La ventaja de este asunto es que
clarifica el voto: a quien no prometa con garantías de cumplimiento la solución
de este atraco no hay que votarle. Salvo que nos queramos hacer cómplices. Así
de claro.