domingo, 12 de octubre de 2014

Cualquier poder y su corrupción



MALDITA CADENA ENTRE: POLÍTICA Y DINERO, MERCADO Y DEMOCRACIA.
Hay situaciones en las que tristemente hay que confirmar que la podredumbre llega a las entrañas. Este país es así, exactamente así. El hedor nauseabundo se muestra en toda la estructura en donde el poder ha estado instalado, chupando del dinero de la pobre gente, en donde los ladrones usaban tabla rasa para atrapar lo que querían  y ahora se muestran sorprendidos en su intimidad, han quedado desnudos ante una opinión pública perpleja, turbada de tanta golfería personalizada en prohombres  de una España dormida. En este momento vuelve a entrar en mi memoria lo conocido durante la estancia de este verano en mi pueblo y en relación con asuntos de características parejas y mantenidas en el tiempo.
Nueva víctima de la otra justicia
Me duele la incapacidad de reaccionar contra la podredumbre. Muchas veces por complicidad manifiesta entre los podridos y la propia justicia. No nos olvidemos que hay dos jueces inhabilitados, muchos dicen que con razón, pero que casualidad que siempre se estrellen contra el mismo parapeto y contra los mismos podridos.
La gente no es tonta, una gran masa de ciudadanos ya no espera nada del PP o del PSOE aunque les voten, pero ahora tienen la varita mágica que dice que todos son iguales, para uno que tenían ha salido un sinvergüenza por partida doble. IU no será cómplice pero ha hecho dejadez de funciones, poniendo a alguien en un puesto para que no haga nada primero y para que se corrompa después sin el más mínimo control o supervisión.
El sistema legal que tenemos ha permitido unas normas penales hechas para defender a los trúhanes de alto nivel, otorgándoles impunidad en medio de la repulsa social. Son intocables, ni siquiera les hace falta burlar las leyes, porque ellos, y sus conniventes políticos, las crearon y legalizaron para el escarnio colectivo. Son unos señores/as y en sus conciencias no cabe la culpa puesto que lo ven normal y congruente con el reparto de la lotería social. El Fiscal General ya ha dicho que en principio no hay motivos para tipificar como delitos estos monumentales dispendios. Un ratito de apuro al ir a declarar al juzgado y a la entrada y a la salida para que podamos gozar en los telediarios, y santas pascuas. Lo habremos pagado entre todos. Como si fuera el de la contribución.
La náusea social hay que soportarla a pelo. ¿Qué piensan estos sujetos de la condición humana, qué es para ellos el prójimo, que pena les pondría un jurado español si los jurados pusieran penas?, ¿y en Inglaterra o en Holanda o en Alemania o en Francia o en Suecia o en los mismos EEUU? Resulta increíble y descorazonador. Justamente eso, este asunto se ha convertido en ‘ecos de sociedad’ cuando habría que hacer una revolución solo para demostrar que los ciudadanos no somos imbéciles. ¿O sí lo somos?
Es necesario que Podemos, o IU si sus representantes en Caja Madrid no daban al partido parte de lo obtenido con las tarjetas y por eso Cayo Lara está reticente, o el PSOE si Sánchez de verdad nos invita a que le exijamos, lleven en sus programas los cambios necesarios así como el compromiso de revisar estos latrocinios, estas apropiaciones indebidas, estos desfalcos morales y materiales. Mientras esto no ocurra, la pulcritud de la democracia española estará en entredicho. La ventaja de este asunto es que clarifica el voto: a quien no prometa con garantías de cumplimiento la solución de este atraco no hay que votarle. Salvo que nos queramos hacer cómplices. Así de claro.

jueves, 9 de octubre de 2014

UNA TRADICIÓN HISTÓRICA



ESPAÑA, ANTE EL RETO SEPARATISTA CATALAN.
Al contrario que los EEUU, el continente Europeo es un espacio humano más fragmentado que y, a pesar de eso, o por esa razón, no existe un lugar en el mundo que haya alcanzado mayores cotas de libertad y prosperidad.
Tenemos muchas cosas en común, pero aquello que nos da fuerza como europeos, aquello que nos hace europeos, es la diferencia y la división. Durante el siglo XX se han formado muchos nuevos estados, muchos de ellos como consecuencia del desmembramiento de los imperios centrales al final de la Gran Guerra, de la redefinición de fronteras que siguió a la Segunda Guerra Mundial, o de los estados que surgieron de la antigua Unión Soviética. Otros países han surgido mediante acuerdos refrendados, como Noruega o Eslovaquia, o por la fuerza de la lucha armada, como Irlanda. 
Todos ellos han sido reconocidos y todos ellos se reconocen entre sí, pero hay algunas naciones europeas como FRANCIA Y ESPAÑA que poseen una tradición histórica de muchos siglos y con una interrelación social que ha producido continuas mezclas, de tal forma que una mayoría de los pobladores de las grandes ciudades como, Madrid, Valencia y Barcelona tienen su origen en otra región del resto de España. También, la  Europa culta y libre, la que nos legó la Ilustración, la que fomenta la diversidad, la que respecta la verdad y la autonomía del individuo, la que estimula el progreso y, en último término, la felicidad" huye del nacionalismo como de la peste. Artur Mas no ha conseguido encontrar ni un solo aliado en toda Europa para su locura secesionista (excepción hecha de la Liga Norte), y que todas las autoridades y todos los jefes de estado europeos a los que se les ha preguntado por el asunto han dicho clarísimamente que CATALUÑA QUEDARÍA AUTOMÁTICAMENTE FUERA DE LA UE y del euro si se separa de España, y que lo tendría muy negro para volver a ingresar. Ya debería saber que la sola posibilidad de que Escocia se independizara hundió la libra en los mercados europeos y que las grandes empresas instaladas en Cataluña (empezando por los bancos) tienen planes para salir zumbando de allí si las cosas no se calman.
Esa Europa de la que habla, esos países democráticos, ese espacio de libertad aboga por la unión y la integración, y abomina del aldeanismo secesionista. Y no será un referéndum sablista e inconstitucional lo que les haga cambiar de opinión.

miércoles, 8 de octubre de 2014

MÁS DE 24.000 MILLONES DE EUROS



BARAÚNDA DE LAS TARJETAS

Su bulto económico es una nimiedad en comparación con la deuda para los españoles por la pésima y punible gestión de Caja Madrid. MÁS DE 24.000 MILLONES DE EUROS (CUATRO BILLONES DE LAS ANTIGUAS PESETAS, nos va a costar la broma, sin contar los intereses devengados por la parte del rescate bancario que fue a tapar su agujero. Sin embargo, nadie ha depurado aún responsabilidades políticas, pese las fundadas sospechas de que ni el Banco de España, ni la Comunidad de Madrid, en manos de Esperanza Aguirre que también tenía funciones de control, actuaron en su momento con la debida diligencia.

Ahora sí, el presidente de la CAM, Ignacio González del PP, ha cesado sin pérdida de tiempo a su director general de Economía, que fue uno de los beneficiarios de las tarjetas en tiempos de Blesa. Otro de ellos, Carmen Cafranga, que estaba al frente de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Caja Madrid, presentó su dimisión ayer, pocas horas después de que los detalles de la infamia, con los nombres y apellidos de sus principales responsables, aparecieran en la prensa. 

Tal vez por eso, sorprende la rapidez con que han reaccionado el PP y el PSOE ante el último pelotazo: casi un centenar de consejeros y altos directivos de la entidad y antes de Caja Madrid dispusieron durante más de una década de tarjetas de crédito sin rendir cuentas a nadie. Era, literalmente, dinero negro de plástico, porque se cuidaron mucho de declarar a Hacienda. Con él gastaron a manos llenas en comidas, viajes y ropa. Hasta efectivo sacaron con esas mágicas tarjetas, que todo lo conseguían y, por si fuera poco, parecía que ni siquiera dejaban huella. 

Porque dudo mucho que quienes tan alegremente se los gastaron, entre los que figuran sindicalistas y empresarios, vayan a tener ahora la decencia de devolver hasta el último euro y a liquidar con el fisco todo lo que eludieron. Es verdad que tres de ellos, incluido Rato, ya lo han devuelto en previsión de males mayores; pero hay que hacer un gran esfuerzo para imaginar que el resto vaya a seguir su ejemplo. De entrada, algunos han puesto la excusa de que se les había asegurado que todo era legal, sin duda con objeto de esquivar las consecuencias económicas y penales del caso. Quizás esperan que nos creamos que eran los tontos más listos del pueblo.

martes, 7 de octubre de 2014

¿Qué pasó?



UN ASUNTO GRAVÍSIMO PARA ESPAÑA.
Antes de realizar cualquier especulación, lo único que nos sirve en estos momentos es un deseo: que la afectada se recupere del ébola, no haya más contagios, se sepa toda la verdad sobre este asunto y se depuren responsabilidades si las hubiere. ¿Cómo hablar de la rapiña de las tarjetas de Caja Madrid, de la incógnita de Cataluña o….tantos temas pendientes, cuando el principio de la posible peste moderna ha aparecido en España?
Ciertamente, no es momento de demagogias, pero el hecho de repatriar a los dos misioneros infectados de ébola, con una evolución de la enfermedad abocada al desenlace fatal, fue una operación de imagen para el gobierno, pero con falta de actualización en protocolos de tratamiento de dicha enfermedad, por el personal sanitario español (véase la carta de un enfermero de la UCI del hospital de La Paz, donde en principio iba a ser ingresado el primer repatriado, y que son los que finalmente prestaron la asistencia en el Carlos III). ¿Hubiese sido más lógico que el dinero invertido en la repatriación, que fue mucho, se hubiese destinado a mejorar las condiciones de tratamiento en el lugar donde se encontraban los enfermos y en ayudas a sus familiares?
Estamos colocando el listón de la permisividad demasiado alto y eso nos va a traer consecuencias irremediables. Nos hemos olvidado del principio de calidad en la gestión, y estamos permitiendo que los errores se justifiquen. Porque éste es un asunto gravísimo para España. El que más en la actualidad. Por su prestigio internacional y por sus repercusiones económicas, turísticas y comerciales. Sobre todo si todo lo que rodea a este asunto obedece a la realidad que nos está intentado hacer ver. Sólo eso. El resto se conocerá a futuro. Quizá demasiado tarde para nuestros intereses. La realidad es que el miedo se ha instalado entre los españoles, y seguramente entre los europeos que piensen visitarnos, y toda precaución nos parecerá poca, desapareciendo todo atisbo de solidaridad. Es como si la lepra hubiera renacido con fuerza y huyéramos disimuladamente. La ventaja de este enferma reside en que es joven, 44 años, no lleva infectada mucho tiempo, sus dolencias, parece, no están muy extendidas por su organismo, y no padece otras enfermedades. Confiemos. Confiemos, pero exijamos que se investigue a la luz de la ciencia y la verdad. No permitamos, también con esto, más y más mentiras y una corrupción política añadida.

lunes, 6 de octubre de 2014

El ascenso de Podemos



LA TRANSICIÓN PENDIENTE

“Hoy, la sociedad parece haber retrocedido más allá de su punto de partida; en realidad, lo que ocurre es que tiene que empezar por crearse el punto de partida revolucionario”. Que no puede hacerse desde la aceptación de las reglas del juego, ni siquiera desde la pura retórica vacía, menos aún desde la butaca de nuestro salón.
El actual ascenso de Podemos no deja de recordarnos la meteórica ascensión del PSOE de los 80, también en una época en la que la conflictividad social iba in crescendo, lo viejo no acababa de morir, lo nuevo no acaba de nacer, la continuidad del régimen estaba en cierta forma amenazada por la deslegitimación del sistema político y los intereses geoestratégicos estaban poco confortables en un escenario tan inestable.
Existe la necesidad de renovar, de nuevo, el sistema político para garantizar la paz social, es decir, la estabilidad económica y política que nos saque de la crisis y transporte, de nuevo, al imaginario paraíso socialdemócrata: MÁS CONSUMO, MÁS CLASE MEDIA, MÁS TRABAJO, MÁS… Son pocos los que trascienden el discurso exitoso de la renovación del régimen de la primera transición, ni siquiera desde posiciones de izquierdas. Esta nueva entrega de Transición cuenta con personajes renovados, MÁS JÓVENES, Y MEJOR PREPARADOS. La confluencia de una crisis de legitimidad política y la necesidad de un cambio de modelo económico hacia mayores cuotas de explotación dan lugar a que todas las fuerzas conservadoras se dirijan a garantizar la estabilidad. Especialmente en el ámbito político que es donde se juega la legitimidad, es decir, la aceptación o no del modelo de explotación.
Ganar unas elecciones es pues tan complicado o tan sencillo como acertar en la campaña de marketing y conseguir los recursos necesarios para lanzarla. Esto lo sabía ya Felipe González y lo saben los jóvenes expertos de Podemos. Los estadounidenses son especialistas en esta “folletinización” de la vida política. No en vano las empresas de relaciones públicas, que es el nombre que reciben las empresas de comunicación que diseñan tanto campañas electorales como campañas de guerra, junto con las empresas de armas son las que mueven más dinero en el mundo. La competencia en el mercado de la política se disputa en el campo de la comunicación.
De la misma forma que en la primera Transición el marketing electoral vino de la mano de Julio Feo, directivo de una empresa de publicidad, los nuevos tiempos también tienen como referencia las campañas estadounidenses. En esta segunda entrega de la Transición el nuevo partido, Podemos, extiende idénticas recetas: inevitabilidad de la aceptación de las reglas del juego político, pragmatismo, desideologización (ni de izquierdas ni de derechas) y oportunidad.
Esperemos que los cientos de mujeres y hombres comprometidos y bien intencionados que se han prestado a filmar, producir, actuar y participar de diversas formas en esta nueva entrega de la Transición sean capaces de sobreponerse a la frustración y la impotencia, y que en algún momento, ojalá sea pronto, pueda retomarse la construcción de un punto de partida que, si pretende resolver los problemas planteados será dando soluciones distintas, es decir, revolucionarias.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...