Pensamiento y responsabilidad

lunes, 20 de mayo de 2024

UNAMUNO Y CAMPOAMOR TAMBIEN BUSCABAN LA VERDAD

 

¿Qué es la verdad?

Miguel de Unamuno en su obra: "¿Qué es la verdad?", reflexiona sobre su naturaleza, llegando a la conclusión que la verdad es la creencia profunda y sincera del individuo, acompañada de la acción consecuente.

Para Unamuno, la verdad no es un concepto objetivo e inmutable, está ligado a la experiencia personal y a la convicción íntima.  Por otro lado, Ramón de Campoamor, en su poema "Las dos linternas", aporta una visión más relativista de la verdad y afirma que la percepción de la realidad está condicionada por la perspectiva individual. Como si cada persona mirara a través de un cristal de diferente color. De este modo, lo que para uno es verdad, para otro puede ser mentira, y viceversa. La frase de Unamuno y el poema de Campoamor han sido utilizados con frecuencia para zanjar debates, apelando a la subjetividad de la verdad y la imposibilidad de alcanzar un conocimiento absoluto. Sin embargo, esta postura puede llevar a la desconfianza en la comunicación y al estancamiento en el diálogo.

En una democracia sana, el debate y la búsqueda de la verdad son fundamentales para reconocer la existencia de diferentes perspectivas y fomentar el intercambio de ideas. Sin embargo, en una "democracia acomodadiza", la verdad, requiere de búsqueda, diálogo y apertura mental por la existencia de diferentes perspectivas. En una democracia sana, la verdad se debe constituir a través del debate, de la confrontación de ideas, la búsqueda de consenso y donde la crítica y el disenso son elementos esenciales. Y las frases de Unamuno y Campoamor nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza de la verdad. Si bien la verdad absoluta puede ser inalcanzable, la búsqueda del conocimiento y la construcción de una democracia sólida requieren del compromiso con la verdad, el diálogo abierto y el respeto a las diferentes perspectivas.

Siempre yo me he considerado un socialista no adscrito a partido alguno; y para mí ser socialista supone creer en una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica, sociedad donde todos los individuos tengan las mismas oportunidades y acceso a los recursos, eliminando las brechas socioeconómicas y las desigualdades estructurales, con una distribución justa de la riqueza, donde el trabajo y la contribución de cada persona sean justamente recompensados, garantizando un nivel de vida digno para todos. Superar un sistema donde el éxito se mide únicamente por el esfuerzo individual, en detrimento de la cooperación y la equidad. Siempre también he destacado que el socialismo cristiano, dentro del cual me considero ideológicamente, no es un concepto monolítico, sino que engloba diversas corrientes y escuelas de pensamiento con diferentes matices, propuestas y como alternativa al capitalismo liberal actual.

Jesús de Nazaret, no se dedicó a elaborar un sistema económico o político específico, sus enseñanzas evangélicas contienen profundas reflexiones sobre la riqueza, la pobreza, la justicia social y la responsabilidad individual. Estas ideas han sido interpretadas y reinterpretadas a lo largo de la historia, dando lugar a diversas corrientes de pensamiento, incluyendo el socialismo cristiano. Jesús, se identifica con los hambrientos, los pobres, los enfermos y los encarcelados. Afirma que servir a estas personas es lo mismo que servirle a él mismo. Este pasaje ha sido fundamental para el desarrollo de nuestro cristianismo social, que enfatiza la responsabilidad de los cristianos de luchar contra la pobreza y la injusticia. En la Parábola del Buen Samaritano en Lucas 10:25-37 también es un pilar del socialismo cristiano. En esta historia, Jesús redefine la definición de "prójimo" para incluir a todos los necesitados, incluso a aquellos que son considerados enemigos o marginados. Este mensaje de amor radical e inclusivo ha inspirado a muchos cristianos a trabajar por la justicia social y la igualdad para todas las personas. 

Mi socialismo ( NO TIENE QUE VER CON PARTIDO POLÍTICO ALGUNO) se basa en la creencia de que Dios quiere un mundo justo y equitativo para todos. Por lo tanto, los cristianos deberíamos trabajar para abordar las causas de la pobreza, la desigualdad y la opresión. Poniendo especial atención a las necesidades de los más pobres y marginados de la sociedad, defendiendo sus derechos y trabajando para mejorar sus condiciones de vida y sabiendo que el capitalismo explota a los pobres y beneficia a los ricos. Todos los que nos sentimos con esta creencia, que nos ayuda a la búsqueda de la felicidad, nos debemos involucrar en crear un mundo más justo. Teniendo en cuenta que no se trata de una ideología monolítica. Existen diferentes perspectivas dentro del movimiento sobre cómo lograr la justicia social y el papel que debe jugar la religión en la política. Sin embargo, todas las ramas del socialismo cristiano comparten el compromiso fundamental con las enseñanzas de Jesús sobre: el amor, la compasión y la justicia.

 

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