ESPAÑA, ANTE EL RETO
SEPARATISTA CATALAN.
Al contrario que los EEUU, el continente Europeo es un espacio
humano más fragmentado que y, a pesar de eso, o por esa razón, no existe un
lugar en el mundo que haya alcanzado mayores cotas de libertad y prosperidad.
Tenemos
muchas cosas en común, pero aquello que nos da fuerza como europeos, aquello
que nos hace europeos, es la diferencia y la división. Durante el siglo XX se
han formado muchos nuevos estados, muchos de ellos como consecuencia del
desmembramiento de los imperios centrales al final de la Gran Guerra, de la
redefinición de fronteras que siguió a la Segunda Guerra Mundial, o de los
estados que surgieron de la antigua Unión Soviética. Otros países han surgido
mediante acuerdos refrendados, como Noruega o Eslovaquia, o por la fuerza de la
lucha armada, como Irlanda.
Todos ellos han sido reconocidos y todos ellos
se reconocen entre sí, pero hay algunas naciones europeas como FRANCIA Y ESPAÑA
que poseen una tradición histórica de muchos siglos y con una interrelación
social que ha producido continuas mezclas, de tal forma que una mayoría de los pobladores
de las grandes ciudades como, Madrid, Valencia y Barcelona tienen su origen en
otra región del resto de España. También, la Europa culta y libre, la que nos legó la
Ilustración, la que fomenta la diversidad, la que respecta la verdad y la
autonomía del individuo, la que estimula el progreso y, en último término, la
felicidad" huye del nacionalismo como de la peste. Artur Mas no ha
conseguido encontrar ni un solo aliado en toda Europa para su locura
secesionista (excepción hecha de la Liga Norte), y que todas las autoridades y
todos los jefes de estado europeos a los que se les ha preguntado por el asunto
han dicho clarísimamente que CATALUÑA QUEDARÍA AUTOMÁTICAMENTE FUERA DE LA UE y
del euro si se separa de España, y que lo tendría muy negro para volver a ingresar.
Ya debería saber que la sola posibilidad de que Escocia se independizara hundió
la libra en los mercados europeos y que las grandes empresas instaladas en
Cataluña (empezando por los bancos) tienen planes para salir zumbando de allí
si las cosas no se calman.
Esa
Europa de la que habla, esos países democráticos, ese espacio de libertad aboga
por la unión y la integración, y abomina del aldeanismo secesionista. Y no será
un referéndum sablista e inconstitucional lo que les haga cambiar de opinión.