miércoles, 1 de octubre de 2014



ESPAÑA ESTÁ DOLIDA
Se presentan los Presupuestos Generales ante la despótica indiferencia de los ciudadanos, nadie los cree, los consideran inútiles, pura propaganda. El sufrido elector solo sabe de su dura vida cotidiana…….. Mayor inversión, más recortes en prestaciones…….¿quién sale verdaderamente perjudicado?
España está dolida, herida de muerte después de tantos ataques, tanto daño y tanta maldad. Se nos están amontonando las heridas y no tenemos ni para tiritas. Como sigamos por este camino de corrupción al alza, cada vez más mentiras en continua espiral hacia arriba y cada vez más dolorosas y cruentas, no habrá salvación.
¿Alguien puede imaginarse lo que pasaría si no existiera el anonimato? Si esto se aplicara a todo lo referente a opiniones y en particular a todos los futuros sufragios, en el que todo el mundo votara con la papeleta abierta (no confundir con listas abiertas), con una fotocopia del D.N.I. (cotejado), otro gallo nos cantara. Se vería lo valientes que somos a la hora de dar la cara, me refiero a los algo izquierdosos como yo.
El bipartidismo estaría salvado y no solo eso, desaparecerían los demás partidos. ¿Quién se iba a jugar las habichuelas votando a un partido marxista-maoísta-leninista? Se inmolarían de por vida, no trabajaban más en su puñetera vida. Votando al PSOE aún tendrían posibilidades si por un casual llegaran al poder. No digo nada de los abstencionistas, los pobres marginaditos, o votas o a la lista negra, ni sueldo, ni paro, ni pensiones…
No, no estoy de broma, ese futuro puede estar a las puertas de la esquina, ¡hagamos la revolución antes que sea demasiado tarde!

lunes, 22 de septiembre de 2014

POR UNA REALIDAD CASI OLVIDADA


POR UNA CLASE MEDIA MUY DEVALUADA.

Antes de la entrada del euro, aquellas personas que tenían unos ingresos de 100.000 pesetas (más o menos 600 euros ahora), podían llevar su vida con relativa facilidad. No era una bicoca, pero se defendían. Ya no digo quienes ingresabamos de 150 mil a doscientas mil pesetas (ahora entre 900 y 1.200 euros). Éramos los amos. Vivíamos bastante bien con aquellos ingresos. Pero ahora, ¿qué hace una familia con 600 euros o menos? Ya no digo nada los que ingresan entre las 80 mil y las 75 mil o los que ingresan menos o nada. Es decir, entre los 500/400, 325 o nada ¿Cómo se defienden esas personas ante la vida?
Repito, ¿QUÉ ES LO QUE HAN DICHO QUE HAN MEJORADO USTEDES, SEÑORES POLÍTICOS DEL GOBIERNO Y CÓMPLICES? ¿Me lo pueden decir? Porque no entiendo cómo es posible que no tengan la suficiente humildad como para reconocer que no han hecho nada, absolutamente nada, por mejorar la situación respecto del poder adquisitivo de los españoles. Y si a esto le añadimos que los que más tenían, ahora tienen aún muchísimo más, entonces es que es para que ustedes no tengan en dónde esconderse y no se merezcan absolutamente ningún respeto ni consideración, ya que no se puede insultar, más gravemente, a la inteligencia de las personas. ¿De qué pretenden ustedes presumir o alardear?
No han hecho nada por la clase media, los contribuyentes más sacrificados, los débiles y los más necesitados. Sin embargo sí que han hecho de todo para beneficiar a los grandes capitalistas, a la banca, a la gran empresa, a la mediana y al sector finoanciero. Porque, dicho sea de paso, a la pequeña empresa y al autónomo, tampoco le han hecho nada positivo, más bien al contrario, los han machacado. ¿Qué hace una familia con 600 euros al mes, o menos? ¿Cómo es posible que desde hace algo más de doce años, el poder adquisitivo en España haya bajado a semejantes niveles de pobreza?
¿De qué presumen ustedes? ¿De qué alardean? ¿Por qué son ustedes tan fanáticos, además ofensivos y excesivamente necios?
Nosotros, los contribuyentes sacrificados, sí que hemos hecho mucho por ustedes y sus cómplices. Les hemos rescatado a la banca aún a pesar de habernos estafado con preferentes, subordinadas, hipotecas basura, con su suelo su techo, aún a pesar de habernos estafado con comisiones ilegales, con desahucios desproporcionados y con estafas varias. Le hemos seguido consintiendo de todo mientras la banca rescatada no suelta un céntimo en ayudas a autónomos, pequeños comerciantes y familias. Les estamos rescatando las fraudulentas eléctricas, les subvencionamos todos los planes PIVE, financiamos las deudas del fútbol y soportamos que nos encarezcan la sanidad, los medicamentos, la educación de nuestros hijos en edad escolar y los universitarios, soportamos el carburante más caro de Europa y encima tenemos que aguantar que nos mientan y nos hagan promesas que luego no cumplen.
¿Qué más quieren ?Lo que aun no entiendo muy bien es que haya gente que os aplaude, os vitorea, os sigue fiel y ciegamente y os defiende con su silencio o complicidad farsante y culpable.R

sábado, 20 de septiembre de 2014

Son muchos los que quieren marcharse



LO QUE FUE EUROPA
Allá, por finales de los setenta estábamos a punto de iniciar una etapa diferente, mejor y cargada de grandes expectativas. ¡Democracia, nada menos! Libertad de expresión, derechos reconocidos, mejor justicia y equilibrado reparto de la riqueza. Convenios colectivos, estado de bienestar ejemplar, educación sin igual y servicios sociales acorde a las necesidades, como corresponde a una sociedad democrática y avanzada. Derechos de los trabajadores, sistema de cobertura por desempleo.........Aquello aparentaba que iba a ser la maravilla. ¡Y mira a dónde hemos llegado! Todo defenestrado, todo aniquilado, todo hecho polvo.
También. Cuando España se unió a Europa, después de las gestiones de los diferentes Gobiernos, ulteriormente de la transición. Año 1977 se solicita la adhesión y en 1986, entra en vigor el tratado de adhesión y España acaba perteneciendo a Europa. A la Europa de la unión que iba a ser el nuevo orden mundial. El bagaje histórico, la multiculturalidad, la experiencia de países pujantes a nivel internacional, y el peso que se les suponía, hacían pensar que Europa se iba por acabar convirtiendo en una unión fuerte, poderosa y una alternativa al poder hegemónico internacional del que hacia ostentación Estados Unidos. La oportunidad de empezar a pensar en que Europa estaba en el buen camino para demostrar al resto del mundo que uno mejor era posible.
¡Y mira a dónde hemos llegado! Europa está entrando en recesión y muchos renegamos de pertenecer a esta farsa de unión y no hacen nada por disimular su descontento y desacuerdo. A Europa le salen detractores por todas partes. Desde que cayó en manos de Troikas y ejes de Gobierno, básicamente germanos, la Europa de las desigualdades, de los recortes y de las injusticias, está costando el desmoronamiento del estado de bienestar, que tantos esfuerzos les costaron a los españoles conquistar.
Entonces, ¿a qué esperan los partidos que predican desde las izquierdas europeas para intentar darle un vuelco a esta barbaridad construida desde las derechas retrógradas europeas? Entonces, ¿a qué espera el partido que predica desde la izquierda española, es decir, PSOE, para intentar demostrarnos que una España diferente es posible? Nada, ni de un lado, ni del otro. España y Europa van a ir de la mano hacia el desastre. Muchos no quieren sentirse españoles y recurren a la alternativa de ser de su auténtica raíz cultural. Reniegan. En Europa sucede igual. Son muchos los que quieren marcharse y son muchos más los que, sin desear bajarse en marcha del tren europeo, quieren hacer desde dentro otra Europa mejor, deshilándose de las directrices actuales y renegando de las políticas de austeridad y falso e injusto reparto de la riqueza. O empiezan a darle un vuelco a todo esto, o todos los países, menos Alemania y Francia, se van detrás de España.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

El deber de pedir perdón y la obligación de restituir lo dañado.



En este momento vital,
Cuando he clausurado definitivamente mi obligación de impartir docencia, evitando trasmitir otras que no me satisfacían y que sin embargo tenía que cohabitar con ellas.
Estoy empezando a cerrar algunas ventanas, apagando luces y dándome cuenta  que voy perdiendo la paciencia para  algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o vulnera.
No tolero fácilmente el cinismo de las personas que lo practican para continuar subsistiendo en la burda mentira. Tampoco tolero las críticas en exceso y las exigencias de cualquier naturaleza.
Creo firmemente, que estoy disipando  la voluntad de agradar a quien no agrado, de querer a quien no me quiere y de sonreír a quien no quiere sonreírme. Tampoco soy capaz a dedicar mi tiempo a  quién miente para seguir manipulando a sus subordinados, no respetándolo sus más elementales principios de pábulo.
Ya hace algún tiempo que decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios fáciles para la persona que no se lo merece o que convive con la injusticia en su sentido más amplio. Tampoco consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica de aquellos que lo fundamentan como un sentido de vida.
La madurez, me está aproximando a un punto de sabiduría que me permite captar la realidad objetiva, subjetiva y las verdaderas intenciones de aquellas personas que intentan justificar aquello que no lo es y que además es afecto a los intereses de otros.
No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible.
En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y me resulta imposible mantenerme en la atención.
Comienzo a darme cuenta que tengo mayor interés por el paisanaje que con el paisaje, fundamentalmente que me llega mucho más fácilmente al espíritu.
……Y encima de todo ya no tengo paciencia para quien no se la merece, sin embargo considero que todos tenemos el derecho de confundirnos, el deber de pedir perdón y la obligación de restituir lo dañado.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Los funerales por Botín



ESPAÑA ESTÁ MUY ENFERMA
Al Sr.  Botín no le hubiera importado llegar a los 100 años al frente del banco, los ejercicios diarios, los cuidados físicos, el equipo médico pegado a los talones, si la parca no le hubiera sorprendido cuando menos lo esperaba.
El abrupto adiós, sin embargo, le ha proporcionado la satisfacción de contemplar desde el más allá el espectáculo inigualable de todo un país rendido a sus pies, una auténtica explosión de jaboneo y pleitesía, una despedida con honores de Jefe de Estado, páginas y páginas de la prensa plagadas de ditirambos rumbosos, apoteosis del incienso, exaltación del panegírico imposible de explicar solo por la ruina económica de los medios y su dependencia de los amos del dinero, porque en la rendición de nuestra clase dirigente ante un banquero cadáver hay algo más que la humana admiración que produce el vil metal, más que esas miserias que Étienne de La Boétie describió en su “Discurso de la servidumbre voluntaria”, más que el simple pago de favores: lo que hay es la constatación de que nuestro establishment está muy malito.
España está muy enferma, esta es una sociedad amortajada, rendida al becerro de oro, unánime en el elogio al poderoso y de una atroz avenencia a la hora de condenar con dureza a aquel que osa desafiar al coro de plañideras. El abismo que separa a la España oficial de la real es ya insalvable. Nunca una España con una fibra moral tan débil.
No enterramos a un político excepcional capaz de haber sanado de una vez las viejas heridas históricas patrias, ni a un científico de fama mundial laureado con el Nobel. Al contrario que banqueros como Sánchez Asiaín, Botín era un hombre sin el menor interés desde el punto de vista intelectual. Un tipo con una gran inteligencia práctica, con un enorme olfato para los negocios y con pocos escrúpulos.
Este es el hombre, muy someramente retratado, al que la España oficial y sus monaguillos se han rendido en genuflexa manifestación colectiva de vasallaje, para certificar la crisis moral de un sistema que ha perdido el norte y también la vergüenza. Para cualquier país es muy importante contar con grandes bancos y empresas, razón por la cual hay que desear éxito en la gestión a la nueva presidenta de la entidad, Ana Patricia Botín, enfrentada a una tarea de caballo que precisará de unos métodos, un estilo, mucho más cercano a las aspiraciones de regeneración democrática que tantos millones de españoles ansían. Perteneciente a otra generación, pocas dudas caben que las cosas empezaran pronto a cambiar en BS en línea con el respeto a la legalidad que cabe exigir al mayor conglomerado financiero patrio. Más difícil lo tiene esa España oficial obligada a abordar los cambios democráticos que el país reclama. La España anquilosada y servil de hoy parece haber retrocedido siglos respecto a aquella otra que, vital, ilusionada y libre, estrenaba democracia a finales de los setenta. Los funerales por Botín han sonado a epitafio de esa España muerta más que enferma. De cualquier forma, Dios y su infinita misericordia le habrán perdonado. El cambio parece inevitable. Y lo harán esas elites podridas, de grado o por fuerza, o la hará el populismo de los PODEMOS que tanto les asusta y aflige.


  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...