Son muchos los que quieren marcharse
LO QUE FUE EUROPA
Allá,
por finales de los setenta estábamos a punto de iniciar una etapa diferente,
mejor y cargada de grandes expectativas. ¡Democracia, nada menos! Libertad de
expresión, derechos reconocidos, mejor justicia y equilibrado reparto de la
riqueza. Convenios colectivos, estado de bienestar ejemplar, educación sin
igual y servicios sociales acorde a las necesidades, como corresponde a una
sociedad democrática y avanzada. Derechos de los trabajadores, sistema de
cobertura por desempleo.........Aquello aparentaba que iba a ser la maravilla. ¡Y
mira a dónde hemos llegado! Todo defenestrado, todo aniquilado, todo hecho
polvo.
También.
Cuando España se unió a Europa, después de las gestiones de los diferentes
Gobiernos, ulteriormente de la transición. Año 1977 se solicita la adhesión y
en 1986, entra en vigor el tratado de adhesión y España acaba perteneciendo a
Europa. A la Europa de la unión que iba a ser el nuevo orden mundial. El bagaje
histórico, la multiculturalidad, la experiencia de países pujantes a nivel
internacional, y el peso que se les suponía, hacían pensar que Europa se iba
por acabar convirtiendo en una unión fuerte, poderosa y una alternativa al poder
hegemónico internacional del que hacia ostentación Estados Unidos. La
oportunidad de empezar a pensar en que Europa estaba en el buen camino para
demostrar al resto del mundo que uno mejor era posible.
¡Y mira a dónde hemos llegado! Europa está entrando en recesión y muchos renegamos de pertenecer a esta farsa de unión y no hacen nada por disimular su descontento y desacuerdo. A Europa le salen detractores por todas partes. Desde que cayó en manos de Troikas y ejes de Gobierno, básicamente germanos, la Europa de las desigualdades, de los recortes y de las injusticias, está costando el desmoronamiento del estado de bienestar, que tantos esfuerzos les costaron a los españoles conquistar.
¡Y mira a dónde hemos llegado! Europa está entrando en recesión y muchos renegamos de pertenecer a esta farsa de unión y no hacen nada por disimular su descontento y desacuerdo. A Europa le salen detractores por todas partes. Desde que cayó en manos de Troikas y ejes de Gobierno, básicamente germanos, la Europa de las desigualdades, de los recortes y de las injusticias, está costando el desmoronamiento del estado de bienestar, que tantos esfuerzos les costaron a los españoles conquistar.
Entonces,
¿a qué esperan los partidos que predican desde las izquierdas europeas para
intentar darle un vuelco a esta barbaridad construida desde las derechas
retrógradas europeas? Entonces, ¿a qué espera el partido que predica desde la
izquierda española, es decir, PSOE, para intentar demostrarnos que una España
diferente es posible? Nada, ni de un lado, ni del otro. España y Europa van a
ir de la mano hacia el desastre. Muchos no quieren sentirse españoles y
recurren a la alternativa de ser de su auténtica raíz cultural. Reniegan. En
Europa sucede igual. Son muchos los que quieren marcharse y son muchos más los
que, sin desear bajarse en marcha del tren europeo, quieren hacer desde dentro
otra Europa mejor, deshilándose de las directrices actuales y renegando de las
políticas de austeridad y falso e injusto reparto de la riqueza. O empiezan a
darle un vuelco a todo esto, o todos los países, menos Alemania y Francia, se
van detrás de España.
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