Pensamiento y responsabilidad

miércoles, 13 de marzo de 2013

Palau de les Artes de Valencia


SE APRECIAN LAS ARRUGAS EN  FACHADA

EL “TRENCADÍS” DE LA FACHADA DEL PALAU DE LAS ARTES SE VIENE ABAJO.
Gaudí es quien lo popularizó, pero lo usaba con mejores condiciones de sostenibilidad.

El abombamiento que se observa desde hace meses en el recubrimiento de “trencadís” de la fachada del Palau de les Artes de Valencia se debe a un fallo de adherencia del mortero que lo sujeta, y constituye un peligro para los viandantes por el riesgo de desprendimiento de piezas desde una gran altura.

El edificio diseñado por el arquitecto faraónico, Santiago Calatrava, cuyo coste final rozó los 400 millones de euros, se recubrió con “trencadís” en una fase posterior con el objetivo de ocultar las señales de soldaduras de las placas metálicas con las que está construido. Esta solución constructiva tiene poca durabilidad y es costosa, tanto por el precio del material como por el mantenimiento que exige. Hay que considerar que el problema de adherencia pudiera estar ocasionado por una incorrecta elección del tipo material, o lo que es mucho más grave, por la conjunción de materiales con escasa compatibilidad térmica. La realidad es que la fachada del Palau de les Artes tiene arrugas. Es el primer síntoma de una patología que acabará en desprendimientos del “trencadís” que la recubre si no se subsana.
Los abombamientos en la piel formada por 20.000 metros cuadrados de pequeñas piezas irregulares de cerámica son visibles para cualquier transeúnte. Y muy llamativos, porque el Palau tiene tan solo siete años de vida y costó muy elevado.

Cuando hay importantes  contrastes térmicos, los materiales tienden a contraerse y dilatarse por los ciclos de altas temperaturas en la insolación y baja durante la noche. “Más tarde y más temprano, el recubrimiento cede y se empieza a desconchar. Entra el agua y el acero ingresa en corrosión debido a la salinidad marina Esta corrosión se constituye en su propio catalizador, generando una reacción en cadena, una pila de corrosión, que desprendería el recubrimiento. De hecho, ya hay manchas de óxido.

ZONA LOCALIZADA DE CORROSIÓN
No hay justificación de que un edificio con un coste tan elevado presente esos problemas en tan poco tiempo Es arriesgado utilizar “trencadís” en tan grandes superficies sobre una plancha metálica si esta plancha no ha sido convenientemente tratada en las soldaduras eliminando totalmente la oxidación hasta haberla dejado a SIS 2,5- 3.


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