SE APRECIAN LAS ARRUGAS EN FACHADA |
EL “TRENCADÍS” DE LA FACHADA DEL PALAU
DE LAS ARTES SE VIENE ABAJO.
Gaudí es quien lo popularizó, pero lo usaba con mejores condiciones de
sostenibilidad.
El abombamiento que se observa desde hace
meses en el recubrimiento de “trencadís”
de la fachada del Palau de les Artes de Valencia
se
debe a un fallo de adherencia del mortero que lo sujeta, y constituye un peligro para los viandantes por
el riesgo de desprendimiento de piezas desde una gran altura.
El
edificio diseñado por el arquitecto faraónico,
Santiago Calatrava, cuyo coste final rozó los 400 millones de euros, se recubrió con “trencadís” en una fase posterior con el
objetivo de ocultar las señales de soldaduras de las placas metálicas con las
que está construido. Esta solución constructiva tiene poca durabilidad y es costosa,
tanto por el precio del material como por el mantenimiento que exige. Hay que
considerar que el problema de
adherencia pudiera estar ocasionado por una incorrecta elección del tipo material,
o lo que es mucho más grave, por la conjunción de materiales con escasa compatibilidad
térmica. La realidad es que la fachada del Palau de les Artes tiene
arrugas. Es el primer síntoma de una patología que acabará en desprendimientos
del “trencadís” que la recubre si no se subsana.
Los
abombamientos en la piel formada por 20.000 metros cuadrados de pequeñas piezas
irregulares de cerámica son visibles para cualquier transeúnte. Y muy
llamativos, porque el Palau tiene tan solo siete años de vida y costó muy
elevado.
Cuando hay importantes
contrastes térmicos, los materiales
tienden a contraerse y dilatarse por los ciclos de altas temperaturas en la
insolación y baja durante la noche. “Más tarde y más temprano, el recubrimiento
cede y se empieza a desconchar. Entra el agua y el acero ingresa en corrosión debido
a la salinidad marina Esta corrosión se constituye en su propio catalizador,
generando una reacción en cadena, una pila de corrosión, que desprendería el
recubrimiento. De hecho, ya hay manchas de óxido.
ZONA LOCALIZADA DE CORROSIÓN |
No hay
justificación de que un edificio con un coste tan elevado presente esos
problemas en tan poco tiempo Es arriesgado utilizar “trencadís” en tan
grandes superficies sobre una plancha metálica si esta plancha no ha sido
convenientemente tratada en las soldaduras eliminando totalmente la oxidación
hasta haberla dejado a SIS 2,5- 3.
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