miércoles, 4 de diciembre de 2019

Recuerdos de mi pubertad


De un tiempo en el Colegio Infanta
La huella de mi realidad en el Infanta tiene una presencia importante. Esa distancia que se mide en la memoria, en las sensaciones lejanas, en recuerdos sueltos y perdidos, que provienen de un tiempo de posguerra y que son como huellas hondas en lo que puede ser la lejanía de mi infancia.
Eso es lo que me queda a mí de la realidad de un niño, sonidos extraños en la noche, alimentos, olores, los “trompitos”. Ésa es la realidad. Luego, con la lejanía viene la elaboración de la imaginación y la posibilidad de acercarse a ese mundo y a ese tiempo a través de un cristal que le da una aureola legendaria.
Mi etapa del Colegio Infanta transcurrió esencialmente al final de los cincuenta y en la primera mitad de los sesenta, años del fracaso norteamericano en Vietnam, de la consolidación de la clase media, de la contracultura y los movimientos estudiantiles. La lucha por los derechos civiles de Martin Luther King se enmarcó en un contexto apasionante. Todo estaba en suspenso, todo se cuestionaba. Y el hombre pisó la Luna. Eran tiempos de soñar. El dólar dominaba el mundo. La Segunda Guerra Mundial había dejado una Europa arrasada y los países del Este y Japón aún trataban de reconstruirse. La industria norteamericana fue la única que salió fortalecida. El capitalismo y su libre mercado se consolidaban en Norteamérica, pero, al mismo tiempo, empezaban a definirse movimientos que reclamaban otra forma de vivir, una nueva escala de valores. El “hipysmo”, los ecologistas, la burguesía universitaria... Todos tenían algo que decir.
Esta etapa en el Colegio Infanta estuvo marcada por una serie de realidades encontradas, patentes por un régimen con una profunda disciplina que intentaba imponer a fuego Carrascosa, dirigida hacia unos niños que venían de todos los lugares del territorio nacional; huérfanos, algo asustados por tener que vivir al margen de sus madres.
Sr. Puertas
Tengo en la memoria a una caterva de profesores de las diferentes disciplinas de bachiller como: el mismo Carrascosa, Mariano Abanades, Antonio Ramos, Cascajo, Camaró, José María el “fisiquillo”, Álvarez “el “chiva”, Esteban el cura… Si alguien recuerda sus imágenes, coincidirá conmigo que constituían un conjunto de personalidades controvertidas que marcaban toda la filosofía del de entonces. La instrucción y la disciplina fueron una constante que se marcaba a golpe de silbato por los inspectores; jóvenes, generalmente estudiantes, especialmente injustos, que además cuidaban de los castigados los sábados y domingos, como Zarco, los Solórzano, Manuel Álvarez, Evaristo…. La disciplina era estricta el castigo corporal se practicaba con frecuencia; se pensaba que castigando a los niños aminoraría su mala conducta. No obstante, parece haber un censo entre los testigos de lo que era ser niño en estos tiempos, dónde la disciplina producía mayor temor a la autoridad del que existe actualmente. Había un consenso mayor de que los buenos modales eran importantes en la sociedad y esto impactó en la forma en que la gente disciplinaba a sus hijos. El pensamiento general era "La letra con sangre entra".
Los niños jóvenes de esa época pasábamos apenas tiempo sentados en el sillón de la casa (por otro lado, entonces no había sillones en las casas), el frío, el calor o la lluvia no eran más que procesos estacionales que en ningún caso impedían el jugar en la calle. En el caso de la lluvia, no era más que agua y no pasaba nada si se mojaban los pies, nadie salía corriendo para no mojarse, claro que después, al llegar a la casa, quien más o quien menos recibía la consiguiente regañina de los padres.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Nuevamente levanto la copa de la vida


Carlos: Alguna noche siento como si estuviera pasando un rato a tu lado, luego despierto y tú no estás….

Noviembre es un mes de recuerdos, de nostalgia. Nada puedo hacer para revertir el pasado, te recuerdo sentado a la puerta de casa con aquel muñeco de goma negra, que los miembros estaban reforzados con alambre. Las emociones tienen una función creciente, significan algo y nos dan información. No podemos volver a tener a la Carlos con nosotros, pero sí podemos soñar para que algún día lo encontremos.

Quiero hacer un homenaje a todos los hermanos que se fueron muy temprano y dejaron un vacío grande en muchos corazones.

En donde quiera que estés Carlos, levanta la copa conmigo y brindemos por: Papa y Mama, que estarán contigo, que nunca entendieron tu desaparición. Con tus hermanas Emi y Gela, Marta y demás familiares que sufrieron contigo.  De una manera especial por nuestra prima Mari Pili, que fue tu médico, amiga, confidente… y que sufrió contigo hasta el último momento. Hasta siempre hermano Carlos.

Para ti este poema:

Eres viento que estremece
Eres furia fecunda, que se va
Eres arena, que se barre en la mañana.
Tu rugido vigoroso suena siempre
Vas por aire, montañas, tierra y mar
Segando cuanto encuentras en tu paso

domingo, 29 de septiembre de 2019

SÓLO, UNA REFLEXIÓN

PARA LOS BACHILLERES DEL INFANTA....Y LOS DEMÁS.

Este sábado 28 de septiembre, como en otros años, ha sido el encuentro del Colegio Infanta María Teresa, con una concurrencia de más de doscientos compañeros alumnos con edades que superaban los setenta años.
Este encuentro anual constituye todo un testimonio de experiencia vivencial que supera al simple compañerismo de infancia-juventud.
Como cuestión previa, debo aclarar que: cualquier acción pasada no tiene retorno. Solo pretendo una reflexión que me pueda permitir escribir algo fundamentado, con datos de partida, sobre la experiencia de un externo del Infanta. Una usanza sociológicamente interesante para aquellos internos que estudiaron bachiller y todos aquellos que no lo pudieron hacer por haber sido mandados a laboral o talleres.
Esta reflexión se me ocurre debido a que en la tarde del viernes 27, nuestro compañero Benito López Andrada, presento su libro sobre los niños de altas capacidades y en debate surgió la pregunta que me he hecho alguna vez: A las altas capacidades puede unirse la brillantez escolar, sacar buenas notas y, por lo tanto, los profesores lo destaquen públicamente, lo que genera el rechazo del empollón. La consecuencia más habitual es que los niños con altas capacidades sufran fracaso con más frecuencia que la media. En muchos casos, estas reacciones no consiguen que el resto de niños les vean con otros ojos, por lo que la situación puede derivar en acoso escolar. Hacer crecer un grado de autoestima, es complicado, en un ambiente en el que el niño se siente incomprendido en general. Por ello el apoyo emocional, el cariño y la estabilidad que le ofrezcan los profesores, es fundamental.
En mi etapa del Infanta, viví con angustia, cuando compañero era trasladado a laboral o talleres por no sacar unas notas que estuvieran en sintonía con la clase. Para un niño con posibilidades para poder estudiar cualquier cosa, esta experiencia podía constituir una frustración importante que se extendería a lo largo de su vida. De esta manera los niños que quedaban en Bachillerato, masivamente sacaban buenas notas en revalida.
Una vez que se terminaba la reválida de sexto, extrañamente algún alumno interno podría estudiar “Preu” y una carrera distinta a “Prepa”, magisterio…, bueno, alguno también podría ir al Banco Ibérico.
Si existía problema económico de la Asociación, se deberia haber propiciado la matricula gratuita. Ojo, mi intención con respecto a la Dirección del Infanta no puede ser critica…. porque no serviría de nada.
No quiero extenderme más si alguno quiere participar en esta reflexión intentare escribir algo sobre este asunto.
Los últimos 17 años, de los 44 de mi vida técnica, fui Funcionario, Profesor Titular de Construcciones Arquitectónicas en la Universidad Politécnica de Madrid. Actualmente soy un jubilado, también Sociólogo y me encanta encontrar respuestas a mis reflexiones.

jueves, 19 de septiembre de 2019

SOSTENIBILIDAD POR LOS RESIDUOS.

Cada español genera unos 440 kilos de residuos en el hogar.
A veces me pregunto qué pasaría si, en lugar de tener un servicio de recogida de basuras, nos viéramos obligados a deshacernos de ella por otros medios como se sigue haciendo en tantos sitios de mundo, ¿qué si tuviéramos que quemar la basura nosotros mismos, cerca de nuestras casas? 
Cada vez en mi entorno veo más cantidad de recipientes para desechos que su proximidad está invadida de suciedad que se mantiene en el tiempo. Tal vez no hemos dado con soluciones definitivas que nos permita vivir en un hábitat natural mucho más limpio a los ojos del ciudadano, utilizando procedimientos disuasorios, educación u otras maneras técnicas que nos posibiliten mantener los desechos alejados de la vía pública. De todas las maneras hay tomar conciencia de una realidad ligada a ese modo de consumo que ya hemos normalizado completamente en nuestras vidas.
Cuando llegamos a conocer la magnitud del problema de nuestros residuos enseguida nos planteamos que algo tenemos que hacer, pero rápidamente se nos olvida y entonces quizás, sólo quizás, no nos dejaríamos embaucar por trucos de magia y eslóganes falsos, y nos plantearíamos más seriamente optar por alternativas que, entre muchas otras virtudes, no contribuirían tanto al cambio climático que tanto nos preocupa ahora.
Por esa razón hoy voy a establecer unos hitos referenciales, que personalmente estoy llevando a la práctica a partir de unas conferencias que realizaron en mi universidad personal de Ecologistas en Acción.
Cuando vallamos a la compra a la hora de escoger entre productos semejantes, elige aquel que tenga menos envase y embalaje. Evita el consumo de los productos excesivamente empaquetados. Ten en cuenta que esos envases también los pagas, en ocasiones el precio del envoltorio supera al del producto. Por regla general los envoltorios de cartón o papel y los envases de vidrio son los menos dañinos. No lo olvides al tener que optar entre productos.
No olvides llevar tu carro de la compra o la bolsa que tengas para muchos usos. En última instancia, reutiliza las bolsas que ya te han dado. Rechaza las bolsas que no necesitas, aunque insistan en regalártelas. También debes insistir al dependiente que no te envuelvan nada, salvo que sea imprescindible y los productos en tamaño familiar, sean de lo que sea, generan menos residuo por unidad de producto.
Es necesario, especialmente en relación con el papel y el cartón, que pongamos en práctica la regla de las tres erres: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Evitemos el consumo innecesario de papel y cartón, reutilicemos para otros usos los papeles y cartones que tengamos y, sólo cuando ya no nos sirva para absolutamente nada, será cuando debamos llevarlos a un contenedor para reciclar. Los medicamentos caducados o que ya no vayas a necesitar, entrégalos en la farmacia.
Rechaza los alimentos presentados en polietileno expandido (corcho blanco). Compra alimentos frescos, además de evitar envoltorios y envases, tu salud, tu paladar y tu bolsillo lo agradecerán. En ocasiones los envases (plásticos, botes, tetrabriks…) indican que son “reciclables”, eso tan sólo significa que podrían ser reciclados, no que lo vayan a ser. No utilices sin ton ni son el papel de aluminio y “plástico de envolver”. Cuando puedas reutilízalos.
Para que nos hagamos una idea de la basura que consumimos al año por término medio multiplicaríamos nuestro peso por seis y tendremos como resultado el montón de basura que generamos. Son datos del Ministerio de Medio Ambiente, que desglosa la basura generada en España en un año: Basura proveniente de los hogares: 21.224.000.000 kilos; Basura proveniente de las actividades económicas: 97.338.000.000 kilos; Basura total generada en España: 118.562.000.000 kilos
Cada español genera unos 440 kilos de residuos en el hogar, y la suma de todos los hogares del país arroja unos 21 millones de toneladas de desperdicios al año. Estas magnitudes, si bien enormes, palidecen al ponerlas en la balanza planetaria: en el mundo se contabilizan al día más de 3,5 millones de toneladas de desechos,
Si este fenómeno continúa creciendo al ritmo actual, en 2025 se producirán unos seis millones de toneladas de residuos al día, en base al estudio citado. Y en 2100, aunque muchas cosas pueden cambiar hasta entonces, se estima que la generación llegue hasta los once millones de toneladas diarias. Una asfixiante avalancha de desechos de todos los tamaños y formas que conllevan un problema cada vez más perentorio: la necesidad de espacio.
El concepto de sostenibilidad, tan utilizado en los años 90, ha terminado calando afortunadamente en las sociedades avanzadas, de manera que la conciencia medioambiental es creciente y, en especial, en los estratos jóvenes, donde la preocupación por la vida en nuestro planeta resulta cada vez más intensa.


martes, 11 de junio de 2019

Opiniones para todos los gustos.

¿Existe la crítica constructiva?
¿Nos ayuda la crítica? Y hay opiniones para todos los gustos. Desde sus defensores, que la consideramos como forma posible de progreso, hasta los firmes detractores, que son capaces de negar indulgencia alguna.  
Desde el punto de vista literal, el término "crítica constructiva" no existe, son mensajes antagónicos y utilizamos el término "crítica constructiva" para nombrar a las "observaciones", o sea, a las impresiones personales respecto a un hecho que realizo sin juicio alguno a la persona. Y las observaciones sí ayudan
Todas aquellas personas que voluntariamente estamos, de una manera u otra, en la opinión pública, debemos ser conscientes que vamos a ser objeto de crítica de algún tipo. Pero no todos reaccionamos igual ante la detracción, lo cierto es que la mayoría la llevamos mal y ante un comentario examinador, un 70% reacciona sintiéndose herida. Un 20% la rechaza negándola y tan sólo un 10% reflexiona serenamente, la interioriza y decide si debe o no cambiar alguna conducta.
Por esa razón, cuanto menos seguro estemos, más vulnerables seremos a la crítica. La prueba de ello es que somos mucho más sensibles a la crítica en aquellas áreas vitales en las que todavía no hemos desarrollado una completa seguridad, por eso la gente que se dedica a la política con escasa experiencia es mucho más sensible a la critica que la que tienen los políticos curtidos.
Cuando la crítica implica un juicio personal lo recibimos como un ataque, y ante una agresión dejamos de actuar serenamente y desde nuestra consciencia actuamos visceralmente, y lo que hacemos es huir o contraatacar. Si la crítica implica un juicio, casi seguro que sienta mal. Por esa razón debemos ser más o menos fustigadores en función de la seguridad que percibamos en la persona a la que dirigimos la crítica.
Algunos Políticos no soportan ser criticados, pero ellos no dejan de criticar a los demás También es cierto que criticamos todo aquello de lo que secretamente nos acusamos. Si en el fondo nos sabemos impulsivos, y no nos gusta, nos faltará tiempo para reprochar la impulsividad de los demás. Quien manifieste los comportamientos que más nos molestan de nosotros mismos será quien esté permanentemente en nuestro punto de mira. Como se4 apunto con anterioridad, el principal motivo por el que nos afecta la crítica es nuestra inseguridad. Por tanto, la responsabilidad de ser inmunes debería ir en la dirección de construir y desarrollar nuestra seguridad de esa manera construimos la coraza que nos protegerá de cualquier agresión crítica. En este contexto, no cabría como agresión, porque simplemente no nos afectaría.
Estadísticamente, en cualquier actividad que hagamos, siempre habrá un 10% de la gente a quienes no estén de acuerdo con nosotros, y por tanto no evitaríamos la crítica, pero sí está en nuestras manos obviar que nos afecte. Lo conseguiremos si estamos capacitados para escucharlas serenamente, decidir si tienen o no sentido, y si podemos extraer alguna enseñanza. Son muchos los que sostienen que se aprende de la crítica, sólo ocurre si somos capaces de situarnos entre este 10% que ni se siente agredido ni la rechaza.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...