miércoles, 17 de agosto de 2016

Un paseo por el Maestrazgo turolense. Capitulo 1


Mirambel
Inauguro el nuevo curso con este trabajo que he obtenido de mi recorrido durante unos días de este mes de agosto por una zona de España que no conocía y me ha sorprendido agradablemente. El Maestrazgo es una comarca natural histórica que se extiende por el norte de la provincia de Castellón y el sureste de la provincia de Teruel. Su nombre deriva del término maestre, ya que estos territorios se encontraban bajo la jurisdicción del Gran Maestre de las órdenes militares del Temple, San Juan y Montesa.
Una calle típica de piedra y barro o cal
Mi recorrido lo he focalizado por toda la parte turolense próxima a Castellón delimitada por la arquitectura en piedra seca de los municipios de: Castellote, La Iglesuela del Cid, Mirambel y la capital Cantavieja. La piedra seca es ancestral técnica constructiva de origen tradicional y popular que se hace mediante el uso de piedras pero sin ningún tipo de argamasa. En ocasiones se usaba arena seca para rellenar los huecos y de ahí viene el nombre.
Las piedras se encajaban convenientemente para la construcción de: algunas viviendas, bancales, muros separadores de propiedades, represas, chozas de pastor y obra en general sin necesidad de argamasa que las una, simplemente debido a la correcta disposición, a la máxima adherencia entre piezas y a la gravedad.
Lo azul son las villas de este trabajo
El origen de las construcciones de piedra en seco es el neolítico y hay que buscarlo en la necesidad y la técnica constructiva. Seguramente la primera necesidad fue el refugiarse de las inclemencias del tiempo y la segunda la defensa ante otros grupos. El hombre pasó de ser recolector, cazador y nómada a ser agricultor, ganadero y sedentario. Esto le planteó nuevas necesidades, algunas de las cuales las resolvió empleando la piedra en seco. Ejemplos conservados se encuentran en toda Europa. Se construía encajando  convenientemente las piedras para no emplear ningún material para unirlas. Simplemente se busca una correcta y adecuada disposición intentando encontrar el máximo rozamiento entre las piezas. Se usan piedras de distintas formas y medidas en el lugar apropiado para buscar el efecto máximo de la gravedad, e intentar evitar los derrumbamientos. Esta técnica no requiere ninguna herramienta, si las piedras presentan buen aspecto, se levanta el muro con tan solo las manos. En el polo opuesto está el trabajo con sillares perfectamente tallados que encajan y se asientan sin necesidad de argamasa alguna.
La utilizada para hacer vallas aparta gran número de piedras, haciendo el campo más cultivable al facilitar el trabajo de arar. Las paredes se utilizan también para proteger la vegetación y los cultivos de los vientos dominantes que cruzan la zona. La pared seca divide y delimita campos, caminos y fincas, además de, por ello, permitir el pasto rotacional.
Puerta de acceso a la villa
El primer pueblo que conocí fue Mirambel que está situada al pie de la montaña de San Cristóbal, cerca de la rambla de Cantavieja, predominan los prados y pastizales. El centro histórico es uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Aragón. Todo el casco urbano conserva en su totalidad el recinto amurallado y las construcciones, sin alterar la imagen y el ambiente Medieval y recibió en 1981 la Medalla de Oro de Europa Nostra por las tareas de restauración. Un pueblo precioso que tiene un encanto diferente a otros más conocidos turísticamente
Jaime I de Aragón otorgó el señorío de Mirambel al caballero Raimundo Beneyto. En 1157 Alfonso II de Aragón le concedió a Mirambel el mismo fuero libre que a Zaragoza. Pedro II de Aragón, que sucedió a su padre Alfonso II, confirmó la donación del territorio a la orden del Temple, que le otorgaron la carta puebla en 1243. Después de la pasada guerra civil esta preciosa localidad se ha quedado con poco más de 200 habitantes, en su mayoría mayores.

Continuará

domingo, 31 de julio de 2016

Cuando “no seamos”, el dinero no nos sirve


La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos.
Platón
La verdadera madurez se consigue cambiando los placeres inmediatos por valores a largo plazo. Sin afanarse en aumentar los bienes, sino en disminuir la codicia. Quien cambia la felicidad por dinero no podrá cambiar dinero por felicidad.
El dinero, una vez que desaparecemos no nos sirve para nada y puede ser una trampa de nuestra sociedad que nos aleja de otros valores de la vida. El dinero contribuye a ser felices, también puede ayudar a lo contrario.
Ayer tarde en una velada con buenos amigos, se puso sobre la mesa varios puntos de reflexión, uno de ellos pasaba por el alto valor que la sociedad había dando al dinero. Mi argumento, partía de la necesidad de vivir solamente con el que contribuya a nuestra felicidad. El dinero una vez que desaparecemos no nos sirve para nada y puede ser una trampa de nuestra sociedad de consumo que nos aleja de otros valores de la vida.
Este argumento me llevo a reflexionar sobre él y dependen siempre de las personas que les asigne un valor. ¿Cómo se puede decir que las cosas son valiosas, si no conocemos su esencia o naturaleza? El valor es una condición que otorgamos nosotros en el tiempo fruto de diferentes circunstancias o intereses sentimentales, psicológicos, materiales o sociales lo que implica una relación a dos: el que valora, y lo valorado.
El dinero se ha hecho imprescindible por el desarrollo de la actividad económica en el transcurso del tiempo y ha llegado a considerarse de enorme importancia para las decisiones de consumo en el ámbito social. En donde se ha hecho indispensable para adquirir todo lo dicen que nos hará felices, además de contribuir a que nos consideren personas dignas de recibir buen trato.
Hemos hecho al dinero motor de felicidad, cuando su consecución discurre por otros parámetros. Hemos fabricado la frase que “el dinero no hace la felicidad pero ayuda”. Efectivamente el dinero, también nos puede ayudar a ser desgraciados. No siempre el poder del dinero contribuye a ser felices, también puede ayudar a todo lo contrario y por tanto habrá que buscar la felicidad en otros parámetros o en nosotros mismos.
Desde luego, no hay nada de malo en querer tener un nivel de ingresos que nos permita vivir con comodidad y decoro. Pero no podemos olvidarnos de que el dinero también nos puede hacer desgraciados. Hay familias que se odian por el dinero; hay personas que se matan por el dinero; hay parejas que se destrozan y destrozan a los hijos por el dinero, hay negocios ilícitos que prosperan por el dinero hay corrupción en torno al poder del dinero.
Si solo con dinero pensamos asegurar un buen futuro a nuestros hijos: ¿No les estamos implicando durante ese proceso? ¿El dinero logra sacrificar cualquier cosa, incluida la familia, para adquirirlo? ¿Solamente el dinero da poder y prestigio y compra una alta posición en la sociedad o es una credencial para salir de cualquier problema?
Si miramos a las civilizaciones más importantes de la historia vemos que: se los valores de una cultura se reflejan en sus ciudades, los edificios más prominentes y alrededor de los cuales giraba la sociedad eran los templos y los centros gubernamentales… pero hoy los más imponentes son los edificios sede de las grandes corporaciones. Una cultura eminentemente capitalista centrada en el consumismo solo les convienes a los negociantes.
Recordemos que lo que es de verdad valioso para los seres humanos son: el aire el agua, el amor, el alimento, las relaciones sociales, cualquier creencia positiva y que se construye alrededor de tales principios. Casi ninguna de ellas se puede adquirir únicamente con dinero. El simple materialismo económico nos ha posicionado en una sociedad muy desarrollada y materialista e insolidaria, que se aleja de las razones del espíritu sin contribuir a la consecución de la Felicidad.
De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero. Benjamín Franklin

sábado, 30 de julio de 2016

No me siento viejo.




Soy mayor, maduro. Un experto todavía joven pero con esfuerzo.
Con esperanza  por conseguir las metas soñadas, pero envuelto en la ansiedad de quedarme a medio camino. Nunca seremos lo suficientemente adultos para no poder soñar,  para seguir experimentando sin perder la ilusión.

El día que acompañé a mi hija al colegio. Junto a los alegres y bulliciosos niños, observé a padres y madres con cara de cansancio, y a abuelos orgullosos de sus nietos, con aspecto complaciente y la mirada limpia de haber cumplido una gran misión en la vida. Ser mayor es una  actitud, serás tan mayor como te sientas.

No me siento viejo y no quiero serlo nunca, soy mayor, maduro, un experto todavía joven pero con más esfuerzo.... Viejos son los vinos o los caminos de la vida, viejo es el tiempo que nos lleva a un futuro que no tiene fin o a la nada, viejos es el mar y el viento que juegan con las olas, Vieja es la madera para arder, viejos los amigos en quien confiar, y viejos son los lamentos de la madre naturaleza que gime, llora y ríe y se deja notar en cada tormenta. …  No seré viejo nunca, porque mientras ame, me amen, sienta y ría seguiré teniendo vida… No tengo edad, tengo experiencia y sabiduría, tengo necesidad de estar… tengo amor y el amor es inmortal… Yo no tengo edad, tengo años de vida y ganas de vivirla con los que me rodean y me ayudan a escalar la gran montaña: mientras subo las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre y la vista mucho más amplia y serena. Soy capaz de distinguir el variado color de las flores…

Además yo también fui joven hace tan solo unos años, tan pocos que no me he dado cuenta de haberlos perdido y que ya no regresaran pero nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos mayores. Pero me queda la razón de la experiencia para poder contárselo a los jóvenes y mostrarles conocimiento de lo vivido con intensidad. Yo que me he dedicado a trasmitir el conocimiento a jóvenes, les he mostrado una vida profesional plagada de contradicciones, pero que finalmente siempre se encuentra la razón cuando se busca con ahínco, esta al alcance de nuestra mano pero hay que buscarla con teson.
Hay personas que contemplan esta etapa de la vida como el declive de todas sus facultades (psicológicas, físicas y sociales) la sienten como como la antesala de su desintegración. En esta línea se sitúan aquellos que afirman que el miedo a ser mayor es patrimonio de los jóvenes y el miedo a la muerte es el distintivo de los ancianos.
Dedico este escrito a mis amigos, los jóvenes ya mayores: Jose, Chano, Pepe, Fernando, Ana, José Luis, Conchita, Pilar, Maricarmen, Paloma, Kike, Alicia, Antonio, Goro, Lupe, Miguel y….por supuesto a Maripili la más joven de todas

viernes, 29 de julio de 2016

¿Qué sentido tiene la melancolía del pasado y de un yo diferente?
¿O la añoranza por lo que pudo haber sido y no fue...? ¿Tendría más sentido la ilusión por lo que pueda esperarle a alguien que tal vez ni siquiera sea yo mismo? Una canción nos evoca un amor del pasado, el olor nos transporta a la infancia y a la alegría de la juventud… 

La nostalgia suele ser triste, se recuerda el gozo del pasado, pero punza saber que no pueden volver.  Andamos al encuentro de nuestro ser en el tiempo e interrogarnos sobre el sentido de la identidad, el ritmo de la vida y qué hacer con nuestro pasado. 

Nos vamos formando partiendo de recuerdos, de experiencias que construyen lo que somos ahora. Que la nostalgia nos roce de vez en cuando puede ser una experiencia gratificante, pero nunca debemos vivir anclados en el pasado, en los recuerdos. Las evocaciones nunca deben constituir una obsesión que nos pueda imposibilitar avanzar como personas o propiciando un mundo emocional lleno de melancolía . Sin saber cómo, nos vemos arropados por multitud de imágenes, sensaciones, palabras y sonidos de ese ayer que nuestra memoria ha guardado con sigilo y ternura en una parte especial de nuestra memoria y tejen lo que somos. 

La nostalgia nos trae escenarios de una vida vivida llena de añoranza de un ayer que tal vez, concentró felicidad, un bienestar del que carecemos en el presente. Es entonces cuando nos podemos obsesionar en la añoranza sin encontrar demasiado sentido a nuestra actual vivencia y generando un exilio personal del presente. El pasado nos debe servir de referencia para conseguir logros en la vida como un como enorme escaparate en donde nos sumergimos en un proceso depresivo. la nostalgia debe formar solamente parte de nuestro archivo personal a donde se puede consultar de vez.

Atesoramos experiencias cuyo significado ha calado tan hondo en nuestra existencia, que su  recuerdo nos traslada hasta ese mismo instante en el que logramos el éxito, que surgió el amor, que vivimos con intensidad, que descubrimos,….. que, nos pareció que estábamos cambiando el mundo. Tal vez no repetiríamos los mismos acontecimientos, pero qué duda cabe que volveríamos gustosos a envolvernos de los mismos sentimientos. Anclados. No somos dueños de lo que sentimos”, pero sí de lo que hacemos. Así que, para vacunarse contra la nostalgia excesiva dejando de idealizar el pasado para no anular el presente e hipoteca su futuro.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...