jueves, 3 de abril de 2014

NUEVAMENTE VALDEMORILLO



MALOS POLÍTICOS Y… AUTOBOMBO A TODA COSTA
Cada uno busca identificar las causas de un acontecimiento, la razón del comportamiento, o los orígenes de cualquier experiencia vivida. Este proceso de atribución de causas juega un gran papel cuando ponemos a funcionar nuestras neuronas.
ALCALDESA  DE VALDEMORILLO Y EX DE  VALDEMORO    
Hoy, he intentado encontrar la explicación al porqué de algunos políticos cuando en el desarrollo del poder pretenden a toda costa generarse autobombo, pregonando a los cuatro vientos, por medios por ellos creados, logros supuestos que prueban tapar lo fundamental ante la opinión pública.
Ningún político acepta ser el causante de sus errores. ¿Cuál es la razón de esta atribución discrecional que hacen de los éxitos (para ellos) y los fracasos (de los otros)? Sencillamente, todos muestran una tremenda preferencia por ejercer un control personal sobre sus resultados; es decir, quieren conformar su propio destino o, al menos, pensar que pueden conformarlo de modo más directo y eficaz que cualquier otro ciudadano. Además, los tienden a percibir que sus debilidades, esfuerzos y dedicación como elementos cruciales para conseguir el éxito. Por eso, cuando se les pregunta por la probabilidad de ejecutar un proyecto con éxito siempre sobrestiman sus probabilidades.
Los políticos de éxito son más adeptos que los fracasados a compartir esfuerzos y conquistas en proyectos en los que el mutuo esfuerzo es necesario para sobrevivir. Acompañar causas del éxito genera confianza entre el político y la comunidad de ciudadanos y estimula el compromiso de todos. Sobre este particular recomendaría a nuestra alcaldesa de Valdemorillo, Pilar López Partida, que intente saltar de la política municipal a otra de altos vuelos, ya que dentro del municipio ha logrado el perfecto estado de incompetencia o Principio de Peter.
Doña Pilar, lleva demasiados lustros, creo que excesivos para ella, mareando una gestión y contribuyendo a general un estado de opinión nada satisfactorio. Propiciando un sentir, ajeno a sus oídos, que reclama cambios, caras nuevas, más actividad por y para el pueblo y menos mantener la ocupación laboral de un grupo desprovisto de ideas. !! Mucho gasto infundado!!, que por unas razones u otras, resulta demasiado oneroso para las arcas de un afligido y repleto de deudas del ayuntamiento, cargadas a todos y cada uno de los valdemorillenses desconocedores de una realidad afecta a ellos.
La alcaldesa debe darse cuenta, que TODO TIENE SU NECESARIO COMIENZO, PERO TAMBIÉN SU IMPRESCINDIBLE FINAL. Estar demasiado lustros al frente de una entidad, supone evitar el abrigo de nuevas ideas y el aluvión de otra concierna peor. Por el contrario, sí conseguir apoltronar a indolentes, que deberían ganarse la vida de otra manera. Potenciar y mantener salarios a funcionarios e interinos fuera de patrones laborales de la Función Pública.
También, conviene saber a nuestra alcaldesa, que volver a general un nuevo periódico, que no es precisamente para informar sino para vender o sanear su imagen ante una población, no es la mejor forma de ser consecuente de estar en medio de una crisis económica y con una población demasiado baqueteada.
Desde este blog, reclamo nuevamente a la alcaldesa, DIALOGO CON LA POBLACIÓN DISCONFORME CON SU GESTIÓN. No únicamente con un grupo de concejales de la oposición, democráticamente elegidos pero que defienden, desgraciadamente, también sus intereses personales.
Alcaldesa necesita conocer, de primera mano, todo lo que diariamente se cuece en los mentideros del pueblo que no encuentra  respuesta.
En Valdemorillo, al igual que en otros municipios de España, el elector se pregunta: ¿Por qué algunos ciudadanos se “meten” para hacer política, sí su gestión es afecta únicamente a sus intereses personales? El vecino necesita UNA CATARSIS URGENTE DE LOS POLÍTICOS por el bien del estado democrático y de todos.

miércoles, 2 de abril de 2014

75 años que Franco proclamo "EL FIN DE LA GUERRA"



URGE, PASAR PÁGINA .
La enorme Cruz del Valle de los Caídos, enlaza amor y muerte, une cruz y espada en alarde victorioso. Es un triste monumento al fracaso, porque es igual una guerra perdida como una batalla ganada, cuando los muertos quedan entre nosotros. Es momento de enterrar para siempre radicales discrepancias, porque es mucha la sangre derramada.
Ayer hizo la friolera de 75 años que Franco proclamo el día de la victoria con la triste pero famoso parte de guerra: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado…”. Pero la guerra todavía no había acabado, quedaban delante largos años de dolor, venganza, miseria y hambre. Durante 36 años se estuvo celebrando en España el “Día de la Victoria”. El “Día de la triste”, porque en una guerra civil los dos bandos salen derrotados, dejando a miles de niños sin padres, muertos en las trincheras y cunetas.
El Parte de guerra, emitido radiofónicamente durante la Guerra Civil, fue sustituido por un informativo más convencional, aunque mantuvo durante los años de dictadura el mismo nombre. Durante el franquismo todas las radios privadas tenían la obligación de conectar con la radio pública a la hora del informativo o, como se le designó, "parte". De ahí que las personas que vivieron el franquismo todavía hoy sigan llamando "el parte" a cualquier tipo de informativo, tanto radiofónico como televisado.
IV año triunfal era una manera protocolaria de llamar al año 1939. El bando franquista llamó a 1937 II año triunfal y a 1938 III año triunfal. 1939 fue también llamado por este bando como Año de la Victoria. Esta costumbre de asignar eslóganes propagandísticos a los años puede estar copiada de la Italia de Mussolini, que numeraba los años en números romanos contando a partir de 1922 (año de la Marcha sobre Roma).
También hace años que firmaba el general Franco el decreto urgente de construcción en Cuelgamuros de una gran cruz que desafiara el tiempo y el olvido, para perpetuar la memoria de los “nacionales” que cayeron en la gloriosa Cruzada de Liberación, con el fin de recordar a las generaciones futuras la obligación de rendir tributo de admiración a quienes lucharon por una España mejor, como rezaba el decreto.
Años después, el miércoles 1 de abril de 1959, para festejar el veinte aniversario de la victoria, fue inaugurado el monumento por el “caudillo”, ante cuarenta mil personas que le oyeron decir: “En todo el desarrollo de “nuestra Cruzada” hay mucho de providencial y milagroso. ¿De qué otra forma podríamos calificar la ayuda decisiva que recibimos de la protección divina”, advirtiendo amenazante que la anti-España fue vencida y derrotada, pero que no estaba muerta.

martes, 1 de abril de 2014

Reflexión



Hoy, me apetece traer a mi blog la PROFESIÓN DE FE que mi viejo amigo, compañero y colega:  profesor Paco Blanco Prieto, que emplaza en su blog del que me siento apasionado lector. Lo cierto es que desde posicionamientos de credo trascendental disímiles, mi visión de fe se funde con sus convicciones de proclamar un canto de libertad con la ventana de la vida completamente abierta a un nuevo aire fresco.

PROFESIÓN DE FE
Todas las personas, creyentes y descreídas, tenemos un credo, compendio de aquello en que confiamos para dar sentido a nuestra vida. Y declarar en voz alta la fe profesada compromete la conducta y exige testimonio personal de la fe proclamada.
La cuestión es que muchos vociferan las creencias que otros han dictado, no incluyéndome entre los asamblearios que repiten consignas de terceros, inaccesibles al ente
ndimiento, porque la fe religiosa exige cerrar puertas a la razón ante lo inalcanzable a la cordura.
Mi profesión de fe se limita a optar por aquello que en la vida ha estimulado mi ánimo, alegrándome el camino y dándome fuerzas para mantener la esperanza en el único mundo posible, sabedor que la vida es única e irrepetible, porque creo sobre todo en el amor terrenal compartido, hacedor del bien, origen de la paz, y camino cierto de felicidad.
Creo en mi experiencia de amor familiar, plena de entrega incondicional a quienes he tenido siempre a mi lado en horas dulces y amargas soledades.
Creo en la muerte sin redención posible, en la nada postrera, en el silencio eterno y en el olvido total cuando aquellos que ahora me conviven desaparezcan.
Creo en mi vecino, en quien se cruza conmigo y en el desconocido que ignoro, más que en el cielo lejano que no alcanzo.
Creo en la amistad como valor eterno, aunque no haya conseguido eternizarla, por lo cambiantes que han sido las oportunidades de lograrlo.
Creo en la honradez natural de las personas, y disculpo el hurto para sobrevivir, pero no el enriquecimiento a costa del sudor ajeno o de las urnas.
Creo en el esfuerzo diario como fuente de inspiración; en la renuncia como base del éxito personal, en el sacrificio como itinerario y en la superación permanente.
Creo en el diálogo como terapia para los conflictos por encima de intolerantes barreras e incomprensiones interesadas de sofistas y malversadores dialécticos.
Creo en la humildad de quien se guarda de la presunción, y detesto la humillación del prepotente que va golpeando a todos con su cuenta corriente o su tarima.
Creo en la fuerza revolucionaria de las ideas, en el mérito de las opiniones avaladas, en la virtud de todas las creencias  y en el poder de convicción de los argumentos.
Creo, en fin, en el cielo y el infierno terrenales, vibrando de felicidad con la madre primeriza y conmoviéndome de dolor ante prematuras despedidas.
Creo en el destierro de fronteras, el derribo de murallas y la siega de alambradas; en los apátridas; en el huerto común; en el aire compartido; y en el sol universal.
Creo en el mártir redentor de alienaciones mentales, en el liberador de ideologías encadenadoras, doctrinas esclavizantes y paraísos inexistentes.
Creo en la verdad por encima de todas las cosas, aunque arrebate el sosiego, comprometa la amistad, exija sufrir un poco y disperse la conformidad.
Creo en el error humano y lo disculpo cuando es ajeno, careciendo de indulgencia para los desaciertos propios si éstos afectan a las personas que amo.
Creo en la lealtad de los amigos pero me mantengo en estado alerta y a la espera de que cante el gallo porque sé que en algún momento llegará la decepción.
Creo en los creyentes sinceros a toda religión y credo, por lejano que éste sea, a pesar de mi descreimiento en la doctrina que proclame.
Creo en todo aquello que no puede comprarse en taquilla alguna y que la vida entrega a manos llenas a quien camina llevando la solidaridad por bandera.
Creo en la justicia terrenal sin esperar nada del consuelo celestial que proporciona a los creyentes la justicia divina, a la que no espero llegar algún día.
Creo, en fin, en quienes en mí creen y en los que desconfían por no haberme ganado su confianza con actitudes distintas a las que de mí esperaban.

lunes, 31 de marzo de 2014

Un paso atras



EL PROYECTO DE LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA TRASPASA FRONTERAS CONSTITUCIONALES.
La seguridad ciudadana constituye una condición del ejercicio de los derechos y libertades reconocidos y amparados por las constituciones democráticas. Sin una garantía real de aquélla, éstos quedarían reducidos a una mera declaración formal carente de eficacia jurídica. En este sentido, la seguridad ciudadana se configura como uno de los elementos determinantes de la calidad democrática de un país
El proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana que prepara el Gobierno traspasa varias de las fronteras planteadas por la Constitución. Así lo estima el Consejo General del Poder Judicial en su informe al proyecto de ley, que acaba de hacer público el órgano rector de los jueces. Según el informe elaborado, los convocantes de manifestaciones o protestas no podrán ser responsabilizados de los disturbios que se generen en el desarrollo de las mismas. En este sentido, el texto señala que "el establecimiento de la responsabilidad conjunta de los organizadores y promotores de las reuniones y manifestaciones en todas las infracciones relativas a actos de este tipo en lugares de tránsito público contraviene el principio de personalidad de la sanción, al hacerles responsables de la conducta de un tercero más que de la propia". El anteproyecto de Ley establece siete tipos de infracciones muy graves sancionadas con multas de 30.001 a 600.000 euros.
También contempla 31 clases de infracciones graves para las que se establecen multas de 1.001 a 30.000 euros, y 20 infracciones leves sancionables con multas de 100 a 1.000 euros.
Interior permite a los vigilantes de seguridad colaborar con la policía. El informe del Consejo recomienda la supresión de esta norma, básicamente porque afecta al ejercicio de un derecho fundamental, cuya defensa atribuye la Constitución en exclusiva a las fuerzas del orden estatales.
Ahora las multas penales las impone un juez atendiendo a la capacidad económica del denunciado, mientras que el texto de Interior obvia esta circunstancia. El informe del Poder Judicial también critica que la futura norma tipifique conductas de las que difícilmente puede decirse que comprometen la seguridad pública, de ahí que no esté justificado que se consideren una infracción. Además, señala que en algunas infracciones se aprecia falta de proporción, pues se sancionan conductas insignificantes.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...