URGE, PASAR PÁGINA .
La enorme Cruz del Valle de los Caídos, enlaza amor y
muerte, une cruz y espada en alarde victorioso. Es un triste monumento al fracaso,
porque es igual una guerra perdida como una batalla ganada, cuando los muertos
quedan entre nosotros. Es momento de enterrar para siempre radicales discrepancias, porque es mucha la sangre derramada.
Ayer hizo la friolera de 75 años que
Franco proclamo el día de la victoria con la triste pero famoso parte de guerra:
“En el día de hoy, cautivo y desarmado el
Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos
militares. La guerra ha terminado…”. Pero la guerra todavía no había acabado,
quedaban delante largos años de dolor, venganza, miseria y hambre. Durante 36
años se estuvo celebrando en España el “Día de la Victoria”. El “Día de la triste”,
porque en una guerra civil los dos bandos salen derrotados, dejando a miles de niños
sin padres, muertos en las trincheras y cunetas.
El Parte de guerra, emitido
radiofónicamente durante la Guerra Civil, fue sustituido por un informativo más
convencional, aunque mantuvo durante los años de dictadura el mismo nombre.
Durante el franquismo todas las radios privadas tenían la obligación de
conectar con la radio pública a la hora del informativo o, como se le designó,
"parte". De ahí que las personas que vivieron el franquismo todavía
hoy sigan llamando "el parte" a cualquier tipo de informativo, tanto
radiofónico como televisado.
IV año
triunfal era una manera
protocolaria de llamar al año 1939. El bando franquista llamó a 1937 II año triunfal y a 1938 III año triunfal. 1939 fue también
llamado por este bando como Año de la
Victoria. Esta costumbre de asignar eslóganes propagandísticos a los
años puede estar copiada de la Italia de Mussolini, que numeraba los años en
números romanos contando a partir de 1922 (año de la Marcha sobre Roma).
También hace años que firmaba el
general Franco el decreto urgente de construcción en Cuelgamuros de una gran
cruz que desafiara el tiempo y el olvido, para perpetuar la memoria de los
“nacionales” que cayeron en la gloriosa Cruzada de Liberación, con el fin de
recordar a las generaciones futuras la obligación de rendir tributo de
admiración a quienes lucharon por una España mejor, como rezaba el decreto.
Años después, el miércoles 1 de abril
de 1959, para festejar el veinte aniversario de la victoria, fue inaugurado el
monumento por el “caudillo”, ante cuarenta mil personas que le oyeron decir:
“En todo el desarrollo de “nuestra
Cruzada” hay mucho de providencial y milagroso. ¿De qué otra forma
podríamos calificar la ayuda decisiva que recibimos de la protección divina”,
advirtiendo amenazante que la anti-España fue vencida y derrotada, pero que no
estaba muerta.
Estos execrables filofascistas que actualmente gobiernan el país estarían dispuestos por supuesto a perpetrar nuevamente los mismos criminales hechos en cuanto sospecharan que pudiera estar en riesgo el estatus quo de esta pseudodemocracia cercenada y constreñida que actualmente sólo sirve a los intereses de los grandes grupos de poder de siempre, aún cuando por supuesto nuevamente este golpismo criminal nos abocara otra vez a repetir nuestra triste historia con cientos de miles de muertos, millones de exiliados y a décadas de sufrimiento y opresión. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/11/desgraciadamente-espana-no-puede-acabar.html
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