miércoles, 29 de enero de 2014

No quiero ver a alcaldes y concejales, amenazando y llevándoselo crudo mientras el pueblo pasa penurias



LA SOCIEDAD. CAMBIARLA POR OTRA MÁS JUSTA Y PARTICIPATIVA

¿TÚ, PUEDES VIVIR ASÍ?
Sabemos que nos están engañando. Sabemos que se están enriqueciendo sobre nuestras espaldas que se están llevando crudo una buena parte de nuestros impuestos, que están regalando nuestro país. Que nos ofrecen como único horizonte un trabajo basura con un sueldo basura, que nos están cerrando las puertas para crecer, para conocer, para encontrarnos, para ….

El poder nos tiene más miedo más recelo que nosotros mismos pensamos que podemos crear. Y mientras decidimos si les mostramos nuestra firmeza nos hacen leyes para multarnos, encarcelarnos marcar nuestras conciencias y mostrarnos por medio de la televisión todos los elementos adocenantes que sean necesarios.

Nunca he creído en el intelectual encerrado en su torre de marfil. No quiero que mis alumnos cuando terminen sus estudios emigren por no encontrar un trabajo digno en su tierra. No quiero que mis vecinos estén llenos de miedo e incertidumbre. No quiero ver a gente buscando en los cubos de basura. No quiero ver a políticos tan lejos de los que representan. No quiero ver a alcaldes y concejales, amenazando y llevándoselo crudo mientras el pueblo pasa penurias. No quiero a gente a la que los bancos le quitan los ahorros de toda una vida. Yo no quiero ver a tanta gente con la mochila en las espaldas, tanta gente en los comedores sociales, tanto anciano poniendo su precaria pensión al servicio de hijos y nietos, tanta gente desesperada. Tampoco quiero ver a gente que sobrevive sobre las espaldas de otros, a gente que tiene oportunidad sólo peleando como gladiadores contra sus iguales en España o fuera de España dentro de un mundo inhumanamente competitivo.

Ya es hora de que en la arena no queden tendidos los de siempre.
Somos la piedra en el estanque. Somos muchos y sólo necesitamos unirnos hemos aprendido que la firmeza aliada de la razón escala las montañas más elevadas, así ha sido es y será siempre. Tenemos que romper los candados con que las burocracias políticas han sellado nuestra capacidad de atrevernos.

Somos la piedra que arrojadas sobre el estanque con una mano firme permite que las ondas lleguen a la orilla y despierten todo lo que aún está dormido. Desperezarnos y demostrar que porque somos el pueblo somos el soberano, y porque somos mayoría somos alegría. Y por todo eso, aquí y ahora.

He soñado como no eran posibles los políticos corruptos porque la sociedad se encargaba de quitarlos de la circulación, y que solo los buenos gestores ofrecían sus servicios a una ciudadanía consciente, responsable y cooperante con el bien de la mayoría, sin distinción alguna por razón de color religión o sexo.

martes, 28 de enero de 2014

Mucho más que sólo el voto cada cuatro años



POR OTRA DEMOCRACIA MÁS REAL Y MÁS PARTICIPATIVA. 
 
El “no nos representan” define de forma muy precisa la situación. Una metáfora, el recurso para que los ciudadanos vuelvan a sentirse convocados, protagonistas de una política que solucione sus problemas y configure la rebeldía institucional contra la avaricia, la usura y la crueldad de las desigualdades. Significa también entender que los procedimientos son inseparables de los contenidos. Vivimos una crisis profunda de la política. Su descrédito general, más allá de la corrupción, se debe a que ha sido incapaz de ofrecer soluciones a los problemas de los ciudadanos. Tenemos tan claro que las decisiones económicas de los gobiernos se toman en los despachos de banqueros y especuladores o especuladores banqueros, que tendemos a olvidar el poder que conservan todavía los gobiernos para enfrentarse a la realidad. Cambiar la política significa recordar ese poder.

La sociedad en su conjunto se ha dado cuenta que existen cauces participativos a través de las redes sociales y la calle y están exigiendo a los partidos políticos otras vertientes que permitan a los ciudadanos estar más presentes en el devenir de la gestión política, por encima de una asistencia a las urnas cada cuatro años.

Resulta imprescindible, valorar las condiciones concretas de cada situación histórica para buscar respuestas efectivas. La historia política desde la transición, viene marcada por un poderoso sistema bipartidista con la ayuda de nacionalismos excluyentes como el catalán y vasco cuando ha hecho falta, este sistema impone una rotunda inercia neoliberal de privatizaciones, desmantelamiento del Estado y deterioro de los derechos laborales. El bipartidismo afecta al funcionamiento de sectores tan importantes como la justicia y la comunicación. El sistema necesita que el descrédito del PP se convierta en un granero de votos para el PSOE y los desencantos del PSOE en un caldo de cultivo para el PP. Sus peleas y sus errores son en el fondo un servicio de ayudas mutuas.

Desgraciadamente para muchos desengañados, el PSOE es experto en resucitar. Se sabe. Llega al poder, ofrece un respiro en derechos cívicos degradados por la derecha y luego vuelve a rodar en favor de los bancos, las leyes hipotecarias y las reformas laborales exigidas por los grandes empresarios. Parece que se hace necesario darse un respiro y permitir la entrada de nuevos aires que posibiliten un sistema de representación más participativo y democrático.

La crisis política y económica ha sido tan grave en estos años que la indignación cívica y la rebeldía son ahora un factor poderoso. Con una ley electoral y una situación mediática y económica tan hostil a la verdadera representación popular, la única manera de hacer efectiva esta rebeldía contra el bipartidismo es la constitución de un frente amplio que permita un vuelco significativo del paisaje parlamentario. Las fuerzas a la izquierda del PSOE coinciden en un 90 % en su lectura de la realidad. Fragmentar, disgregar, romper, hacer inviable ese frente amplio es un acto de irresponsabilidad.

Las situaciones de crisis graves alientan el populismo. Esas apariciones no son populistas y tienen incluso un significado sólido y mucho valor político. Pero tienen también una limitación y una irresponsabilidad: fragmentar, romper la unidad necesaria. Esta irresponsabilidad está causada casi siempre por otra irresponsabilidad más grave: el estancamiento de la fuerza mayoritaria de la izquierda, que prefiere convertirse en un tapón antes que poner en duda sus redes de control interno. Negarse a construir un marco cívico común para elegir a sus candidatos en unas primarias supone un error muy grave.

lunes, 27 de enero de 2014

Una buena parte de la izquierda se encuentra a la defensiva



LA IZQUIERDA REAL TIENE QUE JUGAR UN PAPEL CATALIZADOR.

La merma de las condiciones materiales de vida, se traslada a un cambio en la concepción de un mundo con una enorme desafección política. La ciudadanía en su conjunto, está harta de un sistema incapaz de resolver los problemas urgentes y reproduce sus formas más corruptas.
Estamos en el transcurso de transformaciones de las instituciones económicas y políticas, que se caracteriza por el sostenimiento de las estrategias de la troika a través de la aplicación de una agenda destinada a constituir un modelo de crecimiento económico basado en la precarización de la condición salarial y el estrechamiento de lo público. En la agenda política de la corrupción y el conflicto social como: el paro y los desahucios; del conflicto civil: ley del aborto, modelo de Estado. En la construcción de un nuevo modelo de sociedad que está tratando de detener la hemorragia de apoyos políticos al Partido Popular y a una buena parte del PSOE, demasiado responsables, por acción u omisión, de la vivencia socioeconómica que estamos viviendo.
Los indicadores de abstención se disparan, mucho más que el paulatino desplome del bipartidismo. Sin embargo, una buena parte de la izquierda se encuentra a la defensiva y los movimientos sociales y organizaciones de izquierdas luchan contra las embestidas reaccionarias del PP en un marco de recesión consolidada.
En un momento como este, la Izquierda Real tiene la tarea cambiar radicalmente su actuación proponiendo una alternativa política en discurso y práctica. Para ello, hay que trabajar en mostrar la esencia del sistema que se apuntala y revelar asimismo sus contradicciones. Desde luego, esto pasa por la denuncia de la socialización de pérdidas y poner los instrumentos políticos y económicos al servicio de la creación de empleo. Eso significa impugnar la actual Unión Europea, actuando con vistas a invertir el chantaje que actualmente imponen sus estructuras antidemocráticas. Y esa tarea impone la consecución de una hegemonía cultural capaz de llegar a todas partes. Pero el actual contexto social de descontento político es un terreno en el que puede evolucionar con mucha mayor rapidez. Y es ahí donde la Izquierda Real tiene que jugar el papel de catalizador y en donde el discurso no sólo debe transmitirse a partir de las palabras sino también a través de los símbolos. Y las caras, los nombres y los estatus sociales de los candidatos también son elementos discursivos que importan porque definen y describen el proyecto mismo. De ahí que la elaboración de la candidatura deba acometerse de acuerdo a dicha estrategia política, a fin de facilitar el mayor acierto posible. Y sin duda es más fácil acertar cuando en la deliberación y toma de decisión participa el mayor número posible de personas de la organización.

viernes, 24 de enero de 2014

Permanente transparencia de los partidos



POR UNA NUEVA LEY ELECTORAL
No se trata solo de renovar a los representantes o los liderazgos en los partidos convencionales, sino de cambiar radicalmente las condiciones y el ejercicio de la representación. Se buscan efectos de cambio pero sin cuestionar el sistema de partidos e institucional, sin poner en entredicho el marco inalterable de la democracia representativa tal y como está concebida. 

Pasados más de 30 años de no hacer nada y culpabilizar a la ley electoral de todos los males del sistema de la democracia representativa, se empieza a tomar conciencia de una obviedad. Este país ha tenido un grave problema de falta de proporcionalidad en la Ley Electoral, ciertamente, pero ha arrastrado también un profundo inmovilismo que ha impedido cualquier ejercicio real de participación y control ciudadano más allá de elegir representantes cada cuatro años, en listas cerradas y bloqueadas.

Ninguna ley impide un entrenamiento permanente de transparencia a los partidos o a las instituciones. Nada inhibe dar cuentas en tiempo real de los ingresos, gastos, créditos o financiación. Nada impede consultar de forma permanente a simpatizantes, electores o ciudadanía sobre las decisiones a tomar y nada imposibilita haber abierto al control de la ciudadanía los procesos de deliberación tanto en múltiples causas como en la elección de los distintos cargos de representación.

El salto cualitativo y de ruptura lo ha marcado ya la ciudadanía. Deben  existir garantías no sólo para participar y controlar el ejercicio de la política y la toma de decisiones, sino para el ejercicio de la democracia directa, es decir  para poder ejercer el voto de forma directa en todas las ocasiones que sea oportuno. las primarias abiertas, no deberían ser una excepción, sino la norma que, de forma natural y sin tanta sobreactuación, determinarán la voluntad y el derecho de afiliados,  electores y/o ciudadanía para intervenir en la elección de aquellos que ejercerán la representación en los parlamentos.

Las primarias abiertas a la ciudadanía son en este momento una condición imprescindible pero no suficiente. El objetivo es la superación de un sistema cerrado de democracia representativa hacia un modelo donde la transparencia y el control ciudadano, así como el ejercicio de la democracia directa, permitan recuperar la capacidad de toda la sociedad. Permitan intervenir en aquellos temas que tienen efectos sobre sus propias vidas y que garanticen  poner el interés común por encima de las presiones de los grupos de poder. Por ello hay que pasar a la acción.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...