martes, 3 de diciembre de 2013

Lazarillos y Buscónes



TOLERANCIA CON LA PICARDÍA, COMPLACENCIA CON EL TRAMPOSO, HACERSE EL TONTO
Que los “pecados” se eliminan  con el perdón sin tener que restituir lo robado, nos ha marcado para el futuro.

REFLEXIONES DE UNA LUTERANA
Para que en nuestra sociedad se instale la cultura de la corrupción es preciso que exista consenso, que mayoritariamente la población considere que aprovecharse de la posición en beneficio propio es normal. Quizás derivado de un comportamiento de siglos, elocuentemente descrito en El Lazarillo, El Buscón y otras obras maestras de la novela picaresca española. Nuestro problema es la actitud, que la población se ha acostumbrado a ver como normal, lo que no deja de ser un “choriceo” descarado que sale de nuestro pecunio particular.


¿….Y cómo iba yo a decirle que no al yerno del Rey…? explicaba con aire inocente Jaume Matas en un programa de televisión para así justificar que el “Duque” se lo llevara crudo a costa de las arcas públicas de Baleares que él presidía y por cuya controvertida gestión sigue pasando por juzgados y recibiendo condenas. De igual manera, Pilar López alcaldesa de Valdemorillo, juraba por sus hijos que desconocía las andanzas del cabo Paulino y… ahora resulta imputada por ello.

Los chorizos como Conde o de la Rosa que robaron millones,  Fabra y Roldán que untaron de los dineros públicos, pero la falta se lava pelegrinando a Santiago sin tener que devolver todo lo trincado. Eso es solo para los pobres “pringaos” cogidos “in fraganti” robando el bolso a un turista para poder pasar el fin de semana. Pero admitamos, si queremos plantearnos de verdad cómo acabar con esto, que la diferencia entre nuestras actitudes cotidianas y las prácticas de políticos y empresarios, aunque eso no signifique poner ningún tipo de paño caliente, radica en las cuantías.

Jesús Gil y Gil, que en gloria esté, decía a sus acólitos: “capullos”, que sois unos “capullos”, de la cárcel se sale más fácil que de la miseria. Sois unos “pringaos” y como no espabiléis lo vais a ser toda vuestra vida. Y claro, con ese tipo de arenga, ¿quién no se pone inmediatamente a la faena, llámese Julián, la Pantoja o …?

¿Cómo, que me piensa pagar parte del sueldo en negro y si no busca a otro que lo acepte? ¿Doce horas de trabajo pero contrato de media jornada? Bueno, vaaale…
¿Cómo, que me cobra el doble si me hace factura? Bueno, pues sin factura. Esto se dice ante una muchedumbre que opina de bajini ¡hay que ver qué listo es!

¿Cómo, que has echado del despacho a ese constructor que nos podía haber sacado de pobres?  Le podría decir su pareja al concejal o concejala que llega a casa contando orgulloso que ha sido capaz de rechazar un soborno. Pero ¿tú eres gilipollas o qué? Niños, espero que vosotros no seáis tan tontos cuando os hagáis mayores.

Lo verdaderamente trágico es que no haya institución que se salve: ni empresarial, con un presidente de la patronal en la cárcel; ni sindical, con un secretario general recién dimitido; ni política, cuya relación completa más que un post necesita las páginas de un vademécum. Hasta al cura del pueblo del famoso “ecce homo” lo han “pillao” in fraganti

La mucha porquería acumulada durante decenios va saliendo a la luz poco a poco. Regenerar la cultura de la corrupción implica regenerar la cultura de todo el mundo.
Nos tenemos que restablecer todos para que esto no continúe siendo la misma aburrida y vergonzosa historia otros quinientos años más. Se trata de no dejar pasar ninguna conducta irregular a tu alrededor, por nimia que sea. De lo contrario, tanta vestidura rasgada se quedará siempre en un mero ejercicio de hipocresía y como el Lazarillo de Tormes, seguiremos merendando las uvas del ciego de tres en tres cuando él lo haga de dos en dos. Eso sí, arriesgándonos a que si nos pillan, del pedazo de tortazo que nos calcen acabemos con el ojo a la funeraria y los dientes por el suelo. Pero mientras tanto….acudiremos a Santiago y él nos perdonara.
 

lunes, 2 de diciembre de 2013

Ser cómplices de trampas y embustes



NOS GUSTA SER ENGAÑADOS. POR ESO VOTAMOS A EMBUSTEROS
Lo que ha ocurrido es que a quienes dicen la verdad siempre, se niegan a ser cómplices de trampas y embustes, se les ha ido marginando, como a gente peligrosa, problemática y conflictiva. El resultado ha sido que los embusteros son los que están triunfando. Y es así en la política, en la banca, en la bolsa, en la empresa, en las familias..., en todas partes. Al hombre sincero se le pone como un fracasado. Y se hace todo lo posible por quitarle su credibilidad. No se soporta a los hombres y mujeres transparentes de los que no se puede esperar mentira alguna.

Mentir a los demás se ha generalizado de tal manera que se pueda afirmar que la falsedad es un componente de nuestra contracultura que entre todos hemos montado. Una cultura de mentira, embuste y patraña, con la que vivimos integrados de forma connatural y no nos sorprende que se nos engañe y que engañemos, todo lo que cada cual pueda y le convenga. Se ha llegado a tal punto que, si uno ve que puede sacar provecho a base de mentiras, se usa la patraña como argumento de vida.
Estamos asistiendo a la esperpéntica y grandiosa ceremonia de la confusión, la solemne liturgia de los embusteros. Vivimos tiempos en los que mienten los políticos, los hombres de la economía, de la cultura y de la religión, mienten los profesionales de la información, casi todos los ricos y los pobres, los funcionarios y.... La lista es interminable.
Los más embusteros, ocupan los puestos más altos son, los que más triunfan. Porque mucha gente se ha persuadido de que precisamente el que más miente es el que más alto llega.
La realidad es que los políticos con sus mentiras nos están deseducando a todos. Y sin pensarlo dos veces, nos están diciendo a todos: ¡Mentid, muchachos, mentid!, que así, ya lo estáis viendo, se llega muy lejos en la vida. Y a base de mentiras, hacemos un país grande, con un futuro asombrosamente glorioso.
También, la economía capitalista ha cobrado tal fuerza y se ha organizado de tal manera, que solamente puede funcionar a base de grandes mentiras. Por eso quienes invierten en bolsa deben saber que el negocio rinde importantes beneficios solamente cuando se dan dos condiciones:, invertir grandes cantidades, no tener prisa. Esto es negocio sólo para gente que maneja mucho dinero; y que lo manipula sin urgencias. Porque hay que esperar la ocasión propicia en que los mercados te permiten engañar a alguien.
Así vivimos en el inmenso mar de la mentira. A lo mejor esto es lo que explica que, no obstante las burdas mentiras que nos endosan cada día, seguimos votando a los que nos engañan. Hemos llegado hasta el límite de lo inimaginable: han logrado que nos guste ser engañados. Por eso seguiremos votando a los embusteros, sean del color que sean, para poder de esa manera perpetuar el sistema.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Menos democracia



LA INSEGURIDAD CIUDADANA NO ES UN PROBLEMA PARA LA CIUDADANÍA, SÍ UN PROBLEMA PARA EL GOBIERNO Y UNA VÍA RECAUDATORIA.

No ocurre igual con del paro, los políticos, los recortes o la corrupción.
La nueva medida que ahora pretende el Gobierno, me recuerda al TOP1 de la última etapa del franquismo.

España es uno de los países con las tasas más bajas de delincuencia de toda Europa. De las más de 4.000 manifestaciones que el año pasado se celebraron en Madrid en apenas diez se registraron altercaciones.

La inseguridad ciudadana figura en el décimo tercer puesto entre los problemas destacados por los ciudadanos, muy alejados del paro, los políticos, los recortes o la corrupción, según el sondeo del CIS del mes de octubre.

La nueva ley sanciona, administrativamente, conductas que el Código Penal recogía como faltas pero dándoles ahora un castigo económico mucho mayor y sin las garantías que para un ciudadano otorga un juicio. Con su puesta en vigor, la acción se castigará, con hasta 600.000 euros, y se ejecutará, posibilitando, incluso, el embargo.

Al sancionado le quedará la vía de lo contencioso administrativo para recurrir, con el hándicap de las tasas que habrá de pagar después de haber cumplido con la multa. Hasta ahora, las sanciones se disponían dependiendo de la capacidad económica del infractor, siempre con garantía judicial y sin la obligación de pagar hasta que el proceso se considerara probado.

Ahora el gobierno en mayoría pretende protegerse arrogándose la capacidad de sancionar conductas con discrecionalidad extrema y conceptos jurídicos indeterminados, que pueden llevar a actuar de manera muy autoritaria. España es una sociedad pacífica, no hay revueltas sociales y, sin embargo, el Gobierno la cree necesaria con un miedo inexplicable. Va a provocar más crispación porque va a suponer recorte de derechos.

(1)    El Tribunal de Orden Público, también conocido como TOP, fue una instancia judicial especial existente en la fase final del franquismo. Su misión fue la represión de las conductas que bajo ese régimen dictatorial eran consideradas delitos políticos.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Excomunión



LAS CUCHILLAS. INCOMPATIBLES CON LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS.
Las cuchillas de Melilla  son incompatibles con el respeto a la dignidad de las personas que la Constitución consagra como fundamento del orden político y la paz social. Esta instalación pone en grave peligro la vida y la integridad de los inmigrantes.
Por ello, no podemos ser insensibles al sufrimiento que padecen las personas que inician los procesos migratorios ni mantenernos impávidos al drama de miles de personas en toda su frontera sur.
Los fieles del ahora, por beneplácito del cura Camino, centro pastoral, San Carlos Borromeo, emplazada en el barrio obrero de Entrevías (Madrid) que tiene una especial vinculación con los inmigrantes, a los que acogen en sus casas: han pedido al Papa Francisco en una carta que han entregado en la Nunciatura Apostólica en España, que:
"Excomulgue" a los responsables últimos de la colocación de las cuchillas en la valla de Melilla y citan como "máximo responsable" al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sin olvidar las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
El escrito dice así:
"Solicitamos a Vuestra Santidad que imponga a los responsables últimos de la decisión de colocar las cuchillas en la valla fronteriza de Melilla la pena de Excomunión 'Ferendae Sentenciae',  con sus correspondientes efectos y perjuicios".
Además, indican al Pontífice que con esta petición responden a su llamada, con motivo de la tragedia de Lampedusa, donde murieron cientos de inmigrantes, a "unir esfuerzos para que no se repitan tragedias similares" y "colaborar para ayudar a prevenirlas".

ATENTICOS DELITOS



LA TROLA SISTEMATICA DE NUESTROS POLÍTICOS ES ENDÉMICA
En España parece extendida una actitud de tolerancia con el engaño, y existe una cierta complicidad con el tramposo, al que con frecuencia se le concede la gracia del pícaro.
España es uno de los países del mundo en los que las argucias, las mentiras y los auténticos delitos de la clase política están menos penalizados, e incluso el éxito internacional sin precedentes del deporte español no se ha librado de la sombra de la duda sobre si sus responsables tienen un genuino interés en perseguir el dopaje con toda la inclemencia posible.
Todas estas mentiras han provocado numerosos escritos y artículos de opinión, pero estamos tan habituados a las mentiras de nuestros dirigentes que llegamos a relacionar el ejercicio de la política con la falsedad, aunque sea parcial o diplomática.
Señalaba Churchill que “la primera víctima de la guerra es la verdad”, lo cual nos lleva por analogía a decir que “el peor enemigo de la democracia es la mentira”, nos hemos acostumbrado al tufo de la mentira y quizá ya no la notamos.
No debe dejar de sorprendernos la frecuencia y la profundidad de las mentiras de nuestros políticos, Pero sí enfurecernos la impunidad para mentir de la que gozan. Sus mentiras nunca tienen consecuencias proporcionales a su gravedad. En general, no tienen apenas consecuencias. No solo mienten nuestros políticos en campaña electoral. El actual gobierno del PP ha incumplido la inmensa mayoría de los puntos de su programa electoral y las justificaciones para hacerlo son, en general, falsas. Mienten también los miembros más prominentes del gobierno,  como el Presidente y la Vicepresidenta, incluso en sede parlamentaria. En Estados Unidos el engaño es un delito con profundas consecuencias políticas, pero desgraciadamente en nuestro país las mentiras no tienen reprobación en el parlamento.
Miente el presidente del Tribunal Constitucional para ocultar su militancia en el partido del gobierno, y tras hacerlo recibe el apoyo casi unánime del resto de sus magistrados. Mienten los informativos de la televisión pública, que pagamos entre todos, liderados por una persona cuya tesis de Master se titulaba “Estrategia de comunicación para el triunfo del Partido Popular en las próximas elecciones generales”. Miente la alcaldesa de Valdemorillo, con un rostro impresionante en la inmensa mayoría de sus manifestaciones de tal guisa que siempre hay que entender su mensajes de manera opuesta a como han sido comunicados. Detrás de cada afirmación existe una negación soterrada y viceversa.  
Quizá este extremo sea endémico de nuestro país, ya que hemos visto a políticos ingleses o alemanes dimitir por descubrirse mentiras relativamente modestas. En España las únicas consecuencias de la mentira han sido ligeras bajadas de popularidad, rápidamente neutralizadas por mensajes optimistas también alejados de la realidad.


  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...