viernes, 22 de mayo de 2020

TENGAMOS PAZ


UNA DE LAS DOS ESPAÑAS HA DE HELARTE EL CORAZÓN.
Convendría no olvidar tan fácilmente nuestra historia para sacar lecciones y evitar que se reproduzcan situaciones horrendas de un pasado no muy lejano. Recordando los versos de Machado: Españolito que vienes/al mundo, te guarde Dios. /Una de las dos Españas/ha de helarte el corazón.
Como reacción frente al reto constante al Estado de los partidos nacionalistas catalanes, se ha despertado la ultraderecha. Y lo que es más importante ahora con el pacto de gobierno entre los partidos de izquierda de ámbito estatal y la crisis provocada por el coronavirus, la crispación ideológica está servida y las dos Españas salen nuevamente a manifestarse en la calle. Proponen la defensa de una Nueva España trasnochada de valores contrapuestos frontalmente al respeto a la pluralidad ideológica que han tenido predicamento en una sociedad en crisis, desencantada y huérfana de ideales, expuesta a dejarse llevar por aquellos que se presentan nuevamente como salvadores de la patria.
Con la crisis económica y el modelo de trabajo que se fue desarrollando como consecuencia del avance tecnológico, muchos han perdido el empleo, otros han sufrido la ignominia del desahucio instado por las entidades bancarias, muchos más han visto reducido su poder adquisitivo y han sentido el miedo a perder los más elementales derechos sociales. Como consecuencia de este cambio sociológico se ha despertado la ultraderecha, como reacción frente al miedo. Una ultraderecha de corte supuestamente asambleario que pretende no solo criticar los excesos del capitalismo y la corrupción galopante que todos conocemos, para alumbrar un nuevo modelo de estado.
Han pasado 80 años, 40 en dictadura y otros tantos de esta democracia. Muchos españoles no conocieron la guerra y otros muchos ni si quiera vivieron el franquismo. Sin embargo, en estos últimos tiempos, da la impresión de que, desde las posiciones más extremistas y demagógicas, se pretende revivir el enfrentamiento de las dos Españas que tanto hizo sufrir a aquella generación. La sociedad parece propensa a dejarse llevar por aquellos que se presentan como ufanos salvadores de la patria. Precisamente el renacimiento de la extrema derecha ha escorado a otros partidos conservadores a mirar más a su derecha, en un intento de recuperar los votantes perdidos. Ese giro ha sido a costa de dejar huérfano el centro-derecha y, con ello, la moderación y la capacidad de diálogo.

viernes, 8 de mayo de 2020

El coronavirus, el calentamiento global y las crisis: económica, social, cultural y ecológica:

Caras de la emergencia  que vivimos.
La pandemia puede ser el desencadenante de una nueva dificultad más profunda que nos ha mostrado cuan frágil es la economía capitalista. Esto nos puede indicar que hay que prepararse para iniciar transformaciones radicales a escala mundial para sostener los niveles de producción y crear un nuevo sistema de distribución de las riquezas.
La epidemia generada por el coronavirus es una cara más de la emergencia ecológica que vivimos conjuntamente con el calentamiento global y las crisis económica, social, cultural y ecológica caracterizadas por las desigualdades crecientes, la acumulación en pocas manos, el empobrecimiento de la mayoría, la precarización, la privatización de los derechos y la inequidad. En definitiva, la supeditación de las personas y la biosfera al beneficio del capital. Pero tal vez nos confundiríamos si identificáramos el coronavirus como la causa de esta crisis económica. Es evidente que la pandemia tiene y tendrá efectos directos sobre la economía, pero hace falta que lo analicemos con una mirada más global y más amplia, para alcanzar la dimensión de la crisis económica que se ha estado desarrollando más allá del coronavirus. Porque la pandemia está, en realidad, no solo causando una crisis por sí misma, sino librando una crisis preexistente. Una mirada más larga nos permitirá identificar causas recónditas de la también profunda crisis que afronta el capitalismo, para buscar así también respuestas en profundidad que seguirá golpeando la economía global y a los países de la comunidad internacional.
Con los setenta, la economía norteamericana se convirtió en centro del capitalismo mundial donde todo se jugaba sobre una gran mesa de ruleta y la clase trabajadoras se quedó atrapada dando vueltas. El coronavirus nos ha mostrado cuan frágil es la economía capitalista. Todo indica que hay que prepararse para iniciar transformaciones radicales a escala mundial para sostener los niveles de producción y crear un nuevo sistema de distribución de las riquezas.
Se confundirían aquellos que vean un trasfondo puramente político en esta visión pesimista, cuando la realidad sociológica mundial está pidiendo a gritos una solución a tanta injusticia y esta crisis tiende a ser el desencadenante de una crisis de deuda. En la profunda crisis del 2008, resultó obvio que la causa de aquel trance financiero no solo fue la quiebra de Lehman Brothers, sino el acontecimiento que generó una reacción en cadena y empeoró una situación el trance ya preexistente. El coronavirus puede ser el desencadenante de una nueva dificultad más profunda que hace ya tiempo que se está cociendo. El inicio del final del capitalismo ya que jamás ha habido niveles tan elevados de endeudamiento; con los precios del petróleo por los suelos debido a la disputa entre los grandes productores por el control del mercado mundial y la caída de la demanda por el parón económico. Según datos consultados la deuda global ha alcanzado los 253 billones de dólares el último trimestre de 2019, lo que equivale al 322% del PIB mundial.
Los políticos que nos gobiernan y los que dicen controlar, nunca han sentido la obligación de informarse ni de actuar. Ni a mirar el futuro, preocupados por los votos Y si alguien lo advierte, le marginan, le tapan la boca. Y no son ajenos los medios de comunicación, públicos y privados, sometidos a la corriente del pensamiento dominante. Así se descompone la sociedad. Así se pierde la confianza. El sistema está tocado. También habrá que pedir cuentas, pero, sobre todo, tomar la iniciativa, rechazar imposiciones, y decidir, entre todas, el camino a emprender.

domingo, 26 de abril de 2020

¿Qué pretenden con los bulos?


Coronavirus:  mentiras, desinformación…
Los wasaps son un buen medio para conectarnos, distraernos e incluso algunas veces informarnos, pero se han convertido en caldo de cultivo para todos aquellos vehementes que quieren sembrar el caos en momentos de alta susceptibilidad, como el contexto coronavirus en el que nos encontramos ahora. Algo tan insocial que deberia ser perseguido y castigado
Durante estos días, en los medios de comunicación al uso y de manera muy especial mediante los wasaps, hemos leído de todo, como: Que el coronavirus es un arma biológica desarrollada por X (X=diferentes versiones China, USA, Irán...). Creada en un laboratorio X y robada por dos espías. Maldito Bulo, pero lo verdaderamente perverso es que hay algún engaño creíble y, por tanto, peligroso para la salud pública.
¿A QUIÉN PERTENECEN  ESTOS BULOS?
Los bulos están ahí porque ya existían antes, pero su capacidad de penetración se ha multiplicado no solo por la potencia amplificadora de las redes sociales sino por la predisposición de muchos usuarios a creérselos y compartirlos. Es necesario restaurar nuestras defensas, recuperar la credibilidad de la información y de las fuentes que la generan. La restauración de la salud pública pasará también por recomponer la salud informativa.
“No cabe la menor duda que cualquier tipo de información siempre indica una intencionalidad. “El quid de la cuestión” está en descubrir qué se busca con la farsa, desde generar alarma social a través de una barbaridad, hasta algún genero de desestabilización. Por ello, entender quién está detrás de la elaboración de un bulo, o a quién beneficia, puede ayudar a desenmascararlo y precisamente ese era el trabajo que se encomendó a la Guardia Civil para descubrir los bulos que estaba generando el coronavirus en relación con su gestión.
La sobresaturación confidencial sobre el coronavirus está plagada de noticias falsas, bulos o teorías conspirativas. La desconfianza se ha convertido en la nueva realidad. Desconfianza en la ciencia, en las instituciones y en las narrativas oficiales. No hay vacuna informativa capaz de superar, en estos momentos, la fuerza de la desinformación generada en torno a una pandemia que ha amplificado las vulnerabilidades de un mundo conectado física y comunicativamente. Pero ¿quién y qué intereses se esconden detrás de esta desinformación? ¿Quién redacta tanto comunicado falso anunciando medidas excepcionales mucho antes de que se planteen? La sobreexposición informativa que sufrimos con el coronavirus está plagada de noticias falsas, rumores, que aparecen fundamentados. No hay vacuna informativa capaz de superar, en estos momentos, la incertidumbre en una esfera pública digital donde las noticias falsas tienen un setenta por ciento más de probabilidades de ser wasapeadas que las verdaderas.
Algunos de estos bulos pueden considerarse una broma de mal gusto, pero broma, al fin y al cabo, un ejemplo de mentira que trata de aprovecharse del desconcierto. Pero cabe duda de que la avalancha de información sobre el coronavirus, que convive con bulos muchas veces contradictorios, genere en la audiencia incertidumbre. La gran diferencia entre el coronavirus y otras muchas epidemias que cambiaron el curso de la historia reside, precisamente, en la capacidad de visualizar el miedo y el desconcierto que provoca por medio de las redes sociales en todo el mundo; ya que la guerra informativa no consiste en “vender una idea” determinada sino en confundir a la audiencia con exceso de información, especialmente en una crisis donde los científicos tienen montones de interrogantes sobre esta enfermedad.
El coronavirus en la UE, pasa factura a la lenta reacción comunitaria. La respuesta inmediata de la extrema derecha ha sido reclamar la introducción de controles más estrictos en las fronteras. Sus discursos políticos están llenos de ejemplos recientes que vinculan inmigración y amenazas sanitarias con la idea de agitar el miedo, de alimentar la idea de la amenaza exterior. Esto ha motivado que los mercados muy sensibles a las percepciones, los rumores y desinformación estén afectados por esta crisis.


miércoles, 15 de abril de 2020

En las residencias de mayores

Vox, acusa al Gobierno de aplicar una “eutanasia feroz”
Más de 8.000 ancianos “totalmente abandonados y desahuciados” han muerto por coronavirus. Culpa al gobierno de asesinos... y nadie se molesta en llevar semejante acusación ante el juzgado ¿Qué está ocurriendo, ¿acaso el virus ha trastornado a nuestra sensibilidad y nuestro cerebro? Una imputación de ese calado, dicha públicamente, exige pruebas imprescindibles para formularla para no tener que pedir perdón antes de dejar definitivamente la política.
Aquello de que el hombre siempre tropieza dos veces con la misma piedra se confirma en caso de la Unión Europea. Tras seis horas de negociaciones, los líderes europeos fueron inhábiles de encontrar una solución conjunta ante la crisis económica causada por el coronavirus. Los 27 dirigentes de la UE se reunieron en una videoconferencia con el objeto de encontrar una voz común y acelerar las medidas, especialmente las económicas, frente al coronavirus que está causando cada vez más muertes. Después de más de seis horas de discusión, no hubo respuesta ni unidad real.
Aquí, en nuestro país, Vox acusó al Gobierno por medio de su secretaria general, de aplicar una “eutanasia feroz” en las residencias de mayores, donde más de 8.000 ancianos “totalmente abandonados y desahuciados” han muerto de coronavirus. “Este Gobierno socialista-comunista quiso introducir la eutanasia en España y por desgracia, por la vía de los hechos, la ha aplicado de la manera más feroz”, ha declarado a TVE la representante de VOX en el Congreso. Da semejante afirmación en TVE ante miles de personas y parece que no ha dicho nada especialmente destacado. Acusa al gobierno de asesinos y nadie se molesta en llevar semejante acusación ante el juzgado ¿Qué está ocurriendo, acaso el virus ha trastornado a nuestra sensibilidad y nuestro cerebro? Una acusación de ese calado, dicha públicamente, exige alguna prueba imprescindible para formularla, necesita argumentos que puedan justificar tan repugnante acusación y debe buscarla urgentemente para no tener que pedir perdón a todos los escuchantes antes de dejar definitivamente la política. Con este asunto del coronavirus y ante tanto sufrimiento no es licito utilizar cualquier argumento de esa índole para hacer política
La retórica incendiaria de la acción política de VOX, ha anunciado que denunciará al Gobierno ante los tribunales por su “gestión criminal” de la pandemia de la “peste china” La primera pregunta que nos hacemos una importante parte de nuestra sociedad es ¿en estos momentos históricos que es lo verdaderamente importante? No es lo fundamental luchar contra la pandemia y dejar cualquier disquisición política o judicial para más adelante.
Ha dejado de tener sentido informar de la política, de la economía, de la sociedad española en general al margen del coronavirus. Sí la necesidad de aunar fuerzas para combatir la peor amenaza para la salud y la prosperidad de los españoles en mucho tiempo. A este propósito deben consagrarse las autoridades políticas tanto como la sociedad civil y el tejido empresarial. Habrá tiempo de pasar facturas políticas Pero la pandemia está aquí y se deberá aparcar la obsesión con la propaganda para probarse en la gestión real de una emergencia morrocotuda. Por tal razón el Gobierno y el PP tienen la mejor ocasión de su historia reciente para sentarse en una mesa de negociación presupuestaria  y acordar juntos un plan de choque y unas cuentas de Estado presididas por el interés general y la sensatez fiscal en tiempos de recesión.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...