domingo, 26 de octubre de 2014

¿La derecha española dejará de humillar con sus sarcasmos?,



UNA CORRUPCIÓN DESENFRENADA SIN CASTIGO
Hace unos días,  con motivo de un evento municipal y a consecuencia de la actitud motivada por los acontecimientos de corrupción afectos a la estructura misma del Partido Popular, un amigo lanzaba sapos y culebras sobre algunos de sus partidarios peperos. Entonces aproveche la coyuntura para preguntarle: ¿me imagino que no votaras en la próxima ocasión al PP? Mi interlocutor, sin dudarlo, me respondió: ¿a quién voy a votar entonces?
Se estableció un clarificador silencio y mi contertulio intento matizar: yo no tengo alternativa. Si se preguntara a los españoles en referéndum su opinión sobre las prácticas corruptas del PP, probablemente el 95 %, por tanto sus simpatizantes incluidos  diría que todo es cierto, lo de los sobresueldos, las dobles contabilidades, gürteles, autonomías y abundantísimos demás. Y sin embargo se lo consienten y les siguen votando. Es uno de los misterios de la democracia española y yo lo pude constatar con mi amigo Andrés.
Pero al PP no hay por dónde cogerlo. No entiendo cómo es posible que Rajoy esté aún ahí diciendo las tonterías que dice, y que le acompañe esta personaje de Castilla La Mancha como la máxima referente de hipocresía, cinismo, falsedad y mentira. Hay que echarle muchos bemoles para decir las cosas que dicen. Cómo es posible sostener este estado de deterioro y de decadencia tan monumental y tener la desfachatez de seguir opinando de la manera que lo hace.
Espero que la sociedad española tenga memoria y recuerde todo esto a la hora de enfrentarse a las urnas, porque si de esta experiencia no hemos aprendido nada y no estamos dispuestos a cambiar nada, nos mereceremos lo que tenemos, y mucho más. Sostener este clima insoportable es de masoquistas. O eso, o es que no nos enteramos de nada. Y en eso tienen mucha culpa los medios de comunicación altavoces cómplices y alcahuetes de la mentira y el engaño.
El PSOE depuró con cárcel y votos sus corrupciones y desmanes, pero éstos, del PP se constituyen en adalides de un gran pacto nacional contra la corrupción. Maestros en el arte de mentir y en el arte de zafarse de responsabilidades, todo está superado y olvidado. Luchan contra la corrupción, cuando tienen los juzgados llenos de militantes, que, la niegan. Desaparecen los discos de ordenadores, borran veinte años de historia, y encima se atreven a acusar a los demás. ¿Quién les cree, quién que no sea un fanático puede creerles? El PSOE ha tenido que remozarse, y aún está en el alero su recuperación, y ellos se perdonan a sí mismos y deciden continuar. Solo cuando Cospedal personaje vivo de la ignominia, desaparezca, el PP se legitimará para que creamos lo que nos digan. Solo cuando su valedor Rajoy se haya ido, la derecha española dejará de humillar, con sus sarcasmos, sus mentiras, sus manipulaciones y sus promesas incumplidas, a los ciudadanos de buena voluntad e ingenuo candor. Mientras esto no ocurra, España será un estercolero político.

sábado, 25 de octubre de 2014

Entre novedad y monotonía



ORTODOXO FRENTE A  HETERODOXO
 
En estos momentos históricos sigue habiendo dos tipos de españoles, los que están hartos y quieren cambiar y los que desean que todo permanezca más o menos igual. Pero en realidad en momentos especiales como estamos viviendo ahora, con una clase política dirigente descompuesta con la corrupción y unos electores turbados ante un contexto demasiado duro. Hay que elegir un cambio importante. Pero los cambios importantes solamente son posibles con una revolución y eso precisamente no queremos.
Hay que elegir entre la novedad y la monotonía. Los españoles, y el hombre en general, tendemos a ir a cualquier lugar siempre por el mismo camino, por las mismas calles, por los mismos atajos, con el mismo medio de locomoción. Somos víctimas de la rutina. Nos asusta el riesgo, la innovación, huimos del nomadismo y nos conformamos con algún viaje esporádico y vuelta a casa. Preferimos vivir en lo conocido, aunque nos fatigue. Por eso el PP es mayoritario y el PSOE es una variación sinfónica dentro de la misma partitura, tal vez por eso también los nacionalismos son incurables, por eso IU se ha incrustado en el sistema sin amenazar conflicto. Y ademas, se dice, los españoles somos poco proclives a los extremos.
Todo allega a la continuidad de nuestra frustración. Ahora surge, o está a punto de surgir, PODEMOS, un latigazo que ha sacudido a una parte aún no del todo cuantificada de la población. SIN CONOCER BIEN SUS POSTULADOS, los españoles lo perciben como UNA POSIBILIDAD REAL DE CAMBIO. Incluso de cambio hacia lo que sea, hacia lo desconocido, pero que les basta y estimula. Unos lo ven como un enemigo peligrosísimo y destructivo, otros como el ansia de agitar las aguas y echarse a nadar hacia donde sea, ir al lugar por distinto camino.

Una vez más en la historia, LO ORTODOXO FRENTE A LO HETERODOXO. Siempre ganaron los ortodoxos, pero alguna vez tiene que cambiar nuestro destino. Pero la historia está llena de proezas sociales, como la Revolución Científica renacentista o la REVOLUCIÓN FRANCESA, que, si bien no han acabado la eterna lucha del explotador y el explotado, o como ahora está de moda, los de arriba y los de abajo, si han traído las bases fundamentales para cambiar el mundo, como los idearios de LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNITÉ, la abolición de la pena de muerte en gran parte del mundo, el horrorizarnos con el drama del hambre y la pobreza, etc.. Tal vez Podemos signifique, que pueda resucitar y aglutinar la izquierda, los de abajo o inconformistas, y el cambio. ¿Seremos capaces? En cualquier caso es una batalla apasionante. El pueblo frente a la adversidad, el pueblo frente a la injusticia, el pueblo como catalizador de la historia. No ser más esclavos ni marionetas, ocupar el espacio político de la decencia. Sin revoluciones ni sangre. Con el talento de lo colectivo, ese gran invento para que todo cambie. No hay más; o quiere usted cambiar o no.

jueves, 23 de octubre de 2014

IMPORTANTE RETROCESO.



HEMOS PASADO DE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA A LA SOSPECHA DE CULPABILIDAD
 
Vivimos en la cultura de la duda, de la perplejidad. Y eso sin contar las “irregularidades legales”, los abusos conocidos, las prebendas permitidas, las rentas políticas vitalicias, los cargos y sueldos digitales y a capricho. Con todo ello se podría llenar todo un tratado, elaborar una tesis voluminosa. Se podría decir que el que no está imputado no es nadie, al igual que el que no sale en televisión. La imputación como prestigio social y de riqueza. El engaño como uso y costumbre. El que no está imputado es porque es pobre o es simplemente o es un intelectual que va por otra vía de imputación. 

Cada vez que mienten los políticos y su entorno, sube el nivel de indignación, pero ese subidón es temporal. Inmediatamente vuelve a un estado “normal”, si por normal entendemos un estado permanente de indignación y cabreo, asumido, como algo natural e inherente. O sea, la indignación no es el producto del efecto de las cosas que ahora suceden, sino que ya hemos nacido con ella. ¡Hay que fastidiarse! La mayoría de la gente confundimos el estado de indignación con cuestiones total y absolutamente ajenas a lo real. Tendemos a sentirnos culpables de ese estado, bien sea porque creemos que oímos demasiadas noticias que no nos convienen, bien sea porque nos fijamos en exceso en alguna cuestión de la nuestra actualidad. El caso es que no somos capaces de discernir e identificar el porqué de nuestro desánimo, lo que hace que, tendamos a sentirnos culpables de nuestro estado anímico. 

España ocupa lugar preferente en asuntos de corrupción y pionera en la tardanza de sus esclarecimientos políticos y judiciales. Esto, conduce a la desmoralización del país y a la risa que produce cuando nos hablan de regeneración democrática que comienza por la exculpación y defensa de los implicados en tu organización o partido. Nadie, absolutamente nadie, cree en España en esa regeneración. El cargo público sigue siendo un apestado. Quitan a un imputado y ponen a otro. Ya no vale el argumento de que en su mayoría son honrados. Está por ver, es la respuesta. Ni un solo partido, a ningún nivel, está libre de la plaga. Ahora van por oleadas, por ristras, en tacadas. Todos huyendo de las cámaras y las muñecas esposadas y cubiertas con la chaqueta para el disimule. Es tremendo que la corrupción sea el segundo problema que más preocupa a los españoles, tras, lógicamente, el paro. Las noticias de las citaciones y detenciones se han convertido en un divertimiento de periódicos y televisiones. Pero es terrible que los españoles piensen que son muchos más, muchísimos más, los que deberían estar que los que están.

Deberían construirse cárceles especiales para corruptos y reunirlos a todos como en un gran lazareto de la culpa y la vergüenza y tratarlos de esta enfermedad infecciosa, y que les impidiesen salir hasta que hubieran devuelto el último céntimo, sin doctrinas redentoras ni normas legales de equidad y benevolencia. Solo así se podría des imputar España. Pero apenas habrá reclusos. Hasta en eso es corrupto el sistema.

Queda la esperanza de que no olvidemos, aún a pesar de desear mantenerse al margen de esta desagradable realidad, y cuando llegue el momento de votar sepamos traducir e interpretar el origen real nuestro estado, y eso lo dejemos bien clarito con el papelito que depositaremos en las urnas, porque si no es así, cabe la posibilidad de que tengamos que darle razón a quienes piensan que la indignación es una cosa con la que ya nacemos.


miércoles, 22 de octubre de 2014

Hemos picado de nuevo




SI YO FUERA  P. IGLESIAS NO SÉ QUÉ HARÍA
Tenía una mosca detrás de la oreja y no ha sido capaz de matarla, pero sabe que está ahí. También tiene un miedo atroz a los infiltrados, a los desestabilizadores y a los topos. No podrá deshacerse de ellos porque pululan a millones. 
España es así, un país de pillos, de piratas y de oportunistas. Allá donde ven asomar a algo parecido a jauja o maná, allí se van raudos a codazo limpio entre ellos, a zancadillas para ver si llega uno antes que otro. Allá donde ven asomar oportunidad, allá donde ven que parece cortoplacismo, el inmediato, el ya, allí están los españolitos de a pie cabalgando encima de la montura del oportunismo. Aprovechando cualquier atisbo de poder, cualquier asomo de ganar para acercarse sin cautela alguna, al galope y  empujones.

Se le iban a colar infiltrados, topos, zorros y comadrejas. Los oportunistas aspirantes a sillón de concejalías, de alcaldías o de diputados o senadores. Se les iban a colar los aspirantes a diputaciones y a puestos de Dirección General de algo. Y ahí están. No acaban de arrancar y ya salen las cabezas de entre el fango intentando colocarse en posición, queriendo sobresalir por encima del otro. Yo primero, la técnica más usada en este país cuando de acaparar poder se trata o cuando el asunto va de alimentar egos, de asumir protagonismos y de destacar por encima del presunto oponente.

Si yo fuera Pablo Iglesias no sé qué haría, pero dada la jauría que ahora mismo es el proyecto de algunos relacionados con Podemos, dan ganas de abandonar y dejar que se estrellen con todo el equipo de ambiciones desmesuradas, de egoísmos desproporcionados y afán de protagonismos exacerbados. A destiempo y fuera de lugar del proyecto Podemos.

Hay una buena parte de los que forman los círculos de Podemos que supieron colocarse ahí quizá por su facilidad de palabra, por su facilidad para atraer la atención de los demás, quizá por mala elección de quienes tenían esa responsabilidad. Ahora están aprovechando esa posición ventajosa y ventajista para intentar llevar las ideas y los proyectos a su ascua. Esos por un lado. Por el otro están los que ya entraron con el propósito de desestabilizar y de crear rencillas y enfrentamientos, de sembrar cizaña. Los presuntos jueces y fiscales, lo que todo lo entienden y todo lo critican porque sí. Los que ahora a Podemos le exigen lo indecible y sin embargo se pasaron por alto todas las mamarrachadas que estos que ahora gobiernan, más los que gobernaron y los que aspiran a seguir mangoneando todo lo que se les antoje, ha hecho y deshecho en este país.

Ahora mismo, lo que en un principio se creó contra el PP y sus maquiavélicas e inhumanas decisiones, está siendo utilizado por los interesados para enfrentarse desde dentro y destrozar la idea de Pablo y cia. Se veía venir, el Poder no se podía quedar quieto ante la amenaza de ver peligrar sus privilegios.

La gente aún no se dio cuenta de quienes son esa morralla y de lo que son capaces de hacer. Es por esto que conviene hacer un frente común, dejarse de tonterías de liderazgos o protagonismos y elaborar un proyecto que sea capaz de derrotar a estas alimañas que nos gobiernan. Si no sabemos hacer eso, no solo nos engullirán, sino que nos engulliremos entre nosotros mismos, para regocijo de los que intentan crear ese clima que tanto les favorece y para alimento de los egos que intentan ahora, ante la oportunidad de erigirse en protagonistas de unos y líderes de todos.

Y hemos picado de nuevo. Y volveremos a caer en las redes. Este país no tiene remedio. ¿Cuándo aprenderemos y cuánto? ¿Cuándo cambiaremos y cuánto?

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...