IMPORTANTE RETROCESO.
HEMOS PASADO DE LA PRESUNCIÓN DE
INOCENCIA A LA SOSPECHA DE CULPABILIDAD
Vivimos en la cultura de la duda, de la perplejidad. Y eso sin
contar las “irregularidades legales”, los abusos conocidos, las prebendas permitidas,
las rentas políticas vitalicias, los cargos y sueldos digitales y a capricho.
Con todo ello se podría llenar todo un tratado, elaborar una tesis voluminosa.
Se podría decir que el que no está imputado no es nadie, al igual que el que no
sale en televisión. La imputación como prestigio social y de riqueza. El engaño
como uso y costumbre. El que no está imputado es porque es pobre o es
simplemente o es un intelectual que va por otra vía de imputación.
Cada
vez que mienten los políticos y su entorno, sube el nivel de indignación, pero
ese subidón es temporal. Inmediatamente vuelve a un estado “normal”, si por
normal entendemos un estado permanente de indignación y cabreo, asumido, como
algo natural e inherente. O sea, la indignación no es el producto del efecto de
las cosas que ahora suceden, sino que ya hemos nacido con ella. ¡Hay que fastidiarse!
La mayoría de la gente confundimos el estado de indignación con cuestiones
total y absolutamente ajenas a lo real. Tendemos a sentirnos culpables de ese
estado, bien sea porque creemos que oímos demasiadas noticias que no nos
convienen, bien sea porque nos fijamos en exceso en alguna cuestión de la nuestra
actualidad. El caso es que no somos capaces de discernir e identificar el porqué
de nuestro desánimo, lo que hace que, tendamos a sentirnos culpables de nuestro
estado anímico.
España
ocupa lugar preferente en asuntos de corrupción y pionera en la tardanza de sus
esclarecimientos políticos y judiciales. Esto, conduce a la desmoralización del
país y a la risa que produce cuando nos hablan de regeneración democrática que
comienza por la exculpación y defensa de los implicados en tu organización o
partido. Nadie, absolutamente nadie, cree en España en esa regeneración. El
cargo público sigue siendo un apestado. Quitan a un imputado y ponen a otro. Ya
no vale el argumento de que en su mayoría son honrados. Está por ver, es la
respuesta. Ni un solo partido, a ningún nivel, está libre de la plaga. Ahora
van por oleadas, por ristras, en tacadas. Todos huyendo de las cámaras y las
muñecas esposadas y cubiertas con la chaqueta para el disimule. Es tremendo que
la corrupción sea el segundo problema que más preocupa a los españoles, tras,
lógicamente, el paro. Las noticias de las citaciones y detenciones se han
convertido en un divertimiento de periódicos y televisiones. Pero es terrible
que los españoles piensen que son muchos más, muchísimos más, los que deberían
estar que los que están.
Deberían
construirse cárceles especiales para corruptos y reunirlos a todos como en un
gran lazareto de la culpa y la vergüenza y tratarlos de esta enfermedad
infecciosa, y que les impidiesen salir hasta que hubieran devuelto el último
céntimo, sin doctrinas redentoras ni normas legales de equidad y benevolencia.
Solo así se podría des imputar España. Pero apenas habrá reclusos. Hasta en eso
es corrupto el sistema.
Queda
la esperanza de que no olvidemos, aún a pesar de desear mantenerse al margen de
esta desagradable realidad, y cuando llegue el momento de votar sepamos
traducir e interpretar el origen real nuestro estado, y eso lo dejemos bien
clarito con el papelito que depositaremos en las urnas, porque si no es así, cabe
la posibilidad de que tengamos que darle razón a quienes piensan que la
indignación es una cosa con la que ya nacemos.
RATO, PP, PSOE Y EL PARTICULAR CÓDIGO ÉTICO DE LAS ÉLITES.
ResponderEliminarDe Guindos recordó este miércoles el "apoyo y consejo IMPARCIAL"
que recibió como ministro de economía de parte de Botín. .El ministro enfatizó que el banquero siempre PRIORIZÓ LOS INTERESES GENERALES DE ESPAÑA...”
Durante los años 1988 y 1989, el Santander manejó cerca de medio BILLON de
pesetas de dinero negro, que provenía de fuentes más o menos inconfesables El banco entregó al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones que representaban 145.120 millones de pesetas. (…) A tal efecto, no dudó en declarar como titulares de las cesiones a personas fallecidas, emigrantes no residentes en
España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían relación alguna con la entidad, etcétera”.La acusación solicitó para el presidente del Banco de Santander,“un
total de 170 años de prisión y la jueza de la Audiencia lo imputó por 138 delitos fiscales. Pero la ex-Secretaria de Estado de Justicia y luego Vicepresidenta del
Gobierno socialista, María Teresa Fernández de la Vega, exigió al Abogado del Estado para que no se dirigiera “acción penal alguna por presunto delito. Los tribunales se inventaron un adefesio jurídico llamado “doctrina Botín” y don Emilio fue absuelto
No encuentro una manera de definir el estado actual de los ánimos de este país. Y no creo que sea yo el único. Estoy seguro de que la mayoría de la gente no encuentra satisfacción en la palabra “indignación” para trasladar al que está enfrente de ella su estado de ánimo.
EliminarEs más, mucha gente no sabe siquiera que si tiene ese estado de ánimo es que está indignada, y si le dices que está indignada, inmediatamente te sueltan lo de “estás confundido”, “te equivocas”, “tú sí que estás indignado”, o “pero tú qué dices, hombre”. Ni siquiera saben que no lo saben. ¡Peligro!
En todos aquellos lugares en los que gobiernan tienen alguna cosa pendiente de aclarar, ocultan información, manipulan todo a su conveniencia y someten a los demás obligándoles a taparlos.
Los medios de comunicación son un claro referente de estas prácticas. Decía Montoro que la Hacienda Pública estaba llena de socialistas. Ahora podemos decir que casi todo lo público está lleno de fachas. Lo han conseguido. Quitarlos de encima, no va a ser nada fácil. Mienten, mienten y mienten, y vuelven a mentir. Y no pasa nada. Todo sigue igual. Cada vez que mienten, sube el nivel de indignación, pero ese subidón es temporal.
Inmediatamente vuelve a un estado “normal”, si por normal entendemos un estado permanente de indignación y cabreo, asumido como algo natural e inherente. Innato. O sea, la indignación no es el producto del efecto de las cosas que ahora suceden, sino que ya hemos nacido con ella. ¡Hay que joderse!.
A la mayoría de la gente le sucede que confunden el estado de indignación con cuestiones total y absolutamente ajenas a lo que realmente son. Tienden a sentirse culpables ellos mismos de ese estado.
Bien sea porque creen que oyen demasiadas noticias que no le conviene oír, bien sea porque se fijan en exceso en alguna cuestión de la actualidad española, el caso es que la gente no es capaz de discernir e identificar el por qué de su estado de ánimo, lo que hace que, comúnmente, tiendan a sentirse culpables de su estado de excitación, o que le echen la culpa al que tienen al lado o al que le intenta “meter cosas en la cabeza”.
La gente no quiere hablar de la actualidad. Es aburrido y plasta. Eluden la conversación y centran la atención en otros asuntos que les mantengan alejados de la cruda y cruel realidad. Es como intentar huir sin avanzar.
Queda la esperanza de que la gente no olvide, aún a pesar de desear mantenerse al margen de esta desagradable realidad, y cuando llegue el momento sepan traducir e
interpretar el origen real de su estado, y eso lo dejen quedar bien clarito con el papelito que depositarán en las urnas, porque si no es así, cabe la posibilidad de que tengan que darle la razón a quienes piensan que la indignación es una cosa con la que ya nacemos y que en ello nada tiene que ver lo que hacen quienes nos mal
gobiernan y quienes mienten más que hablan desde el poder.
Hace veinticuatro horas, aproximadamente, puse un comentario en el que decía que había inscritos más de 171 mil personas en Podemos. Hoy hay, 24 horas después, más de 175 mil. Va a una marcha aceptable. En cuanto a las votaciones, creo que también, a la espera de aclarar lo de las actas, aunque parece que las cosas se hablaron y quedaron bien claras desde el minuto uno, como dice Íñigo Errejón. (Me da la impresión de que lo que no saben es cómo hacer para no dejar quedar en mal lugar a quienes se dejaron llevar por la corriente que se generó en relación a la forma de votar y los bloques de marras). Esto lo entrecomillé porque quería decirlo en voz baja, entre usted y yo, sin que nadie se entere. En fin, que en nada conoceremos los resultados y empezaremos a ver cómo se construye una verdadera, auténtica, pura y real Democracia. Eso sí, con sus fallos y errores, pero nada comparado con este sucedáneo que ahora mismo vivimos en este país de manos de estos asno-demócratas. Yo creo que no hay que hacer caso de quienes intentan hacer más ruido del que hay. Porque ruido hay en Podemos, pero nada que ver con lo que se dice o se trata de interpretar de manera interesada. O torticera. Saludos.
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