sábado, 25 de octubre de 2014

Entre novedad y monotonía



ORTODOXO FRENTE A  HETERODOXO
 
En estos momentos históricos sigue habiendo dos tipos de españoles, los que están hartos y quieren cambiar y los que desean que todo permanezca más o menos igual. Pero en realidad en momentos especiales como estamos viviendo ahora, con una clase política dirigente descompuesta con la corrupción y unos electores turbados ante un contexto demasiado duro. Hay que elegir un cambio importante. Pero los cambios importantes solamente son posibles con una revolución y eso precisamente no queremos.
Hay que elegir entre la novedad y la monotonía. Los españoles, y el hombre en general, tendemos a ir a cualquier lugar siempre por el mismo camino, por las mismas calles, por los mismos atajos, con el mismo medio de locomoción. Somos víctimas de la rutina. Nos asusta el riesgo, la innovación, huimos del nomadismo y nos conformamos con algún viaje esporádico y vuelta a casa. Preferimos vivir en lo conocido, aunque nos fatigue. Por eso el PP es mayoritario y el PSOE es una variación sinfónica dentro de la misma partitura, tal vez por eso también los nacionalismos son incurables, por eso IU se ha incrustado en el sistema sin amenazar conflicto. Y ademas, se dice, los españoles somos poco proclives a los extremos.
Todo allega a la continuidad de nuestra frustración. Ahora surge, o está a punto de surgir, PODEMOS, un latigazo que ha sacudido a una parte aún no del todo cuantificada de la población. SIN CONOCER BIEN SUS POSTULADOS, los españoles lo perciben como UNA POSIBILIDAD REAL DE CAMBIO. Incluso de cambio hacia lo que sea, hacia lo desconocido, pero que les basta y estimula. Unos lo ven como un enemigo peligrosísimo y destructivo, otros como el ansia de agitar las aguas y echarse a nadar hacia donde sea, ir al lugar por distinto camino.

Una vez más en la historia, LO ORTODOXO FRENTE A LO HETERODOXO. Siempre ganaron los ortodoxos, pero alguna vez tiene que cambiar nuestro destino. Pero la historia está llena de proezas sociales, como la Revolución Científica renacentista o la REVOLUCIÓN FRANCESA, que, si bien no han acabado la eterna lucha del explotador y el explotado, o como ahora está de moda, los de arriba y los de abajo, si han traído las bases fundamentales para cambiar el mundo, como los idearios de LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNITÉ, la abolición de la pena de muerte en gran parte del mundo, el horrorizarnos con el drama del hambre y la pobreza, etc.. Tal vez Podemos signifique, que pueda resucitar y aglutinar la izquierda, los de abajo o inconformistas, y el cambio. ¿Seremos capaces? En cualquier caso es una batalla apasionante. El pueblo frente a la adversidad, el pueblo frente a la injusticia, el pueblo como catalizador de la historia. No ser más esclavos ni marionetas, ocupar el espacio político de la decencia. Sin revoluciones ni sangre. Con el talento de lo colectivo, ese gran invento para que todo cambie. No hay más; o quiere usted cambiar o no.

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