martes, 15 de octubre de 2013

Al fondo Europa



EL NACIONALISMO.
AMENAZA DISGREGADORA Y EXCLUYENTE

Las reivindicaciones étnico-nacionales en medio de una dinámica global ha reafirmado la valoración más negativa del nacionalismo, como promotor de una inaceptable tendencia disgregadora y como incitador de un sentimiento excluyente y xenófobo de homogeneidad cultural.

Después de cruenta guerra Europea comenzó a abrirse paso con fuerza la idea de que una Europa unida representaba la mejor garantía para la paz y la prosperidad económica. La paz se presentaba como un objetivo prioritario que pusiera fin a la tentación bélica de los particularismos étnico-nacionalistas y una enemistad entre Estados que había provocado dos guerras mundiales y unas cotas escalofriantes de destrucción y de muerte. La integración económica se consideró la vía más persuasiva y adecuada para iniciar ese proceso unificador, dejando para después la integración política. De este modo, la Comunidad Económica Europea cuyo germen estuvo representado por Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, se constituyó en un club que ofrecía un modelo económico muy atractivo del que pronto desearon formar parte muchos otros Estados europeos. 

Pero el paso del tiempo ha demostrado que no era la vía económica el camino natural para la construcción de la pretendida unidad política. Entre otras cosas, por la dificultad que supone recrear una comunidad espiritual, basada en un precipitado histórico de valores europeos comunes, si es que una tarea de ese calibre fuera realmente posible y este tipo de valores fueran realmente existentes.

En todo caso, cuando parecía inapelable e inaplazable la construcción de esa unión política europea y cuando ya se habían puesto en marcha mecanismos encaminados a depositar en una instancia supranacional las funciones de los viejos y supuestamente obsoletos Estados nacionales, ha germinado con inusitada feracidad una tendencia opuesta, reflejada en el recrudecimiento del nacionalismo de Estado, del étnico-nacionalismo, del nacionalismo fundamentalista y del regionalismo.

La liberalización del sistema soviético culminó en un proceso de afirmación nacional que dejó al descubierto una serie de fuerzas que habían permanecido congeladas o dormidas durante más de medio siglo. De este modo, naciones cuya existencia permanecía sólo como un eco o una sombra en la memoria colectiva, brillaron de nuevo en el panorama internacional y Estados que parecían consolidados para siempre, mostraron sus pies de barro, el fenómeno de la unificación alemana y la disgregación de Checoslovaquia o Yugoslavia. Es cierto que una vez pasada la euforia de las celebraciones, el mundo ex-comunista presenta una realidad bastante deprimente tanto a nivel económico como político; no obstante, la exaltación de lo nacional y de lo étnico permanece siempre en un primer plano.

También en la Europa occidental ha hecho aparición un tipo de nacionalismo, reactivo y xenófobo, como resultado de la creciente presencia de poblaciones inmigrantes que, a menudo, son diferentes en cuanto a religión, raza, lengua y cultura. Estas comunidades étnicas, que ocupan con frecuencia los escalones más bajos de la estructura socioeconómica de los estados occidentales, son percibidas por un amplio porcentaje de la población autóctona como una amenaza potencial o real a la identidad nacional del país.

Junto al fenómeno xenófobo-nacionalista, también han aparecido en occidente las reivindicaciones soberanistas de determinados grupos nacionales, existentes en el interior de los estados plurinacionales, que se presentan y legitiman a sí mismos como estados-nación (el país Vasco, Cataluña o Kosovo, son paradigmáticos en la actualidad).

Desde esta perspectiva, el nacionalismo se dibuja como un espectro que amenaza con su trasnochado e irracional particularismo el definitivo impulso universalista exigido por una sociedad del futuro que desea edificarse sobre la paz, la libertad y el bienestar. En efecto, la palabra nacionalismo es proferida desde casi todos los ámbitos políticos como la definitiva y última explicación a la existencia cotidiana de crímenes espantosos y también como una fuerza disgregadora que, en última instancia, amenaza la estabilidad y el futuro de todo el orden europeo.

En definitiva, el nacionalismo resulta sospechoso de re proponer un momento superado de la historia, el periodo de las identidades nacionales, donde la tensión siempre latente entre las orientaciones universalistas de valor del Estado de Derecho y la democracia, frente al particularismo de una nación que se delimita a sí misma frente al mundo, acabó desembocando en el totalitarismo y la idea de la supremacía racial del propio pueblo.


sábado, 12 de octubre de 2013

Solidaridad con los oprimidos



 LA "NO PAGA" DE NAVIDAD


Como yo ya he dejado de ser un sufrido funcionario de carrera puedo pronunciarme como neutralmente objetivo. Por eso opino que ante el ya  próximo de diciembre y de lo que este mes a supuesto siempre con los gastos innecesarios, quiero dejar constancia de que la medida de suprimir la paga extra de Navidad de los funcionarios me parece injusta por todo lo que es y todo aquello que representa.

En primer lugar, porque, en tiempos de crisis, siempre debe rebajarse el sueldo de los situados altos antes de rebajar el sueldo de los puestos bajos. Antes de quitar la paga extra a administrativos/as o secretarias/os, habría que haber suprimido el sueldo entero de ese mes de todos los cargos políticos del Ayuntamiento de Valdemorillo que cobran sueldos por encima de la media de mercado. Empezando por aquellos que toman la decisión insolidaria de autoexcluirse de la providencia. Es muy simple: si los que deciden son los primeros en sufrir las consecuencias de sus decisiones, tendrán mucho cuidado de no causar sufrimientos excesivos con esas decisiones.

En segundo lugar, porque para un funcionario que cobra mil doscientos euros al mes, la paga extra es fundamental para sobrevivir. En cambio, para quien cobra más de cuatro mil y…., la medida apenas se nota. Es decir, es una medida injusta, que afecta más precisamente a aquellos que están más necesitados.

En tercer lugar, porque son medidas de cara a la galería, que apenas suponen beneficio para el país y en cambio son un gran perjuicio para los afectados. El prestigio y la credibilidad de los gobernantes se compran con el sufrimiento y las lágrimas de los que tienen menos.

En cuarto lugar, porque la forma razonable de ahorrar no es perjudicar a los que menos tienen, sino suprimir las innumerables estupideces innecesarias que se pagan con nuestros impuestos locales, empezando por reducir drásticamente la numerosísima casta política que vive en buena parte del cuento. Lo que no es razonable es ahorrar en los sueldos de gente que trabaja para seguir gastando ese dinero en tonterías.

jueves, 10 de octubre de 2013

Para combatir la corrupción



GOBIERNO DEL PUEBLO POR EL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO.

El 97 por ciento de los ciudadanos quiere atajar, mediante leyes y pactos políticos, la corrupción. Pedimos, nuevamente que el Ayuntamiento de Valdemorillo informe a los ciudadanos sobre sus cuentas reales. Es una obligación institucional para el Ayuntamiento y un derecho constitucional para los ciudadanos. 



Hoy, Mariano Rajoy, ha recibido en La Moncloa a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que ha pedido que el Ejecutivo central encabece un acuerdo de máximo y entre todos para combatir la corrupción. La indignación de los españoles ante los continuos casos de corrupción ha provocado en ellos una clara reacción. La sociedad pide un cambio para que el fraude no solamente se castigue, sino que se termine con élla

El 97 por ciento de los ciudadanos quiere atajar, mediante leyes y pactos políticos, la corrupción. Entre los ciudadanos de 30 a 64 años se supera el 98 por ciento, mientras que entre los menores de 30 y mayores de 64 se registran porcentajes en el entorno del 95 por ciento. Es el mensaje del pueblo español a sus políticos que se recoge a través de una encuesta de NC Report mediante de llamadas telefónicas

El 92,2% considera que en España ningún partido político puede librarse de la corrupción. Es también el criterio mayoritario en cada segmento de edad. Únicamente el 5,9% cree que no afecta a todos los partidos. Y a la hora de medir la corrupción, en la escala de 0 a 10, los españoles la cuantifican en 9,3 puntos. En todos los grupos de edad se superan los 9,0 puntos. Es posible con estos datos, que la ciudadanía observe más corrupción de la que realmente existe, pero a ello contribuyen la parálisis judicial y la falta de sentencias firmes y ejemplarizantes. 

También el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente a diciembre de 2012, se hacía eco de la corrupción como uno de los principales asuntos que preocupan a los españoles, y constataba cómo se duplicaba el porcentaje de ciudadanos preocupados por un asunto que hace mella más que nunca en un momento en que los ciudadanos pelean por llegar a fin de mes. Es hora de acabar con las medias tintas, tapadillos y burladeros. Debemos saber qué y por qué hace un partido lo que debería con quien está manchado por el tráfico de influencias o el soborno o la malversación o la prevaricación o el fraude o el nepotismo.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Trasparencia municipal



POR UNOS AYUNTAMIENTOS TRANSPARENTES

Se hace necesaria una administración más próxima a los administrados y alejada del poder interesado y corrupto. Una administración centrada en su misión publica al servicio de la sociedad. De manera que el ciudadano esté puntualmente informado de todo aquello que se cuece en el consistorio. Por eso la documentación oculta y negada al contribuyente constituye un delito de prevaricación.

NO SE VOTA POR CONCIENCIA SE HACE POR DISCIPLINA
Al Interventor accidental, el Sr. Rodrigo, la vice-Dña. Beatriz Amado y al mismísimo secretario del Ayuntamiento de Valdemorillo, son servidores públicos bien remunerados; su salario está por encima de la media de sus homónimos de otros pueblos de similares características. No dudamos que su estipendio será un reflejo efectivo y real de su capacidad de gestión al servicio del pueblo. Tal vez por eso, o sólo por eso, debo de persuadirlos que su gestión se fundamenta mas en el poder que en los ciudadanos administrados y con frecuencia practican cierto ocultismo para ofrecer una información de derecho para el administrado.
Las personas responsables toman decisiones conscientemente y acepta las consecuencias de sus actos y deben estar dispuestas a rendir cuenta de ellos. La responsabilidad es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien.
Cuando esta persona física, es titular de un órgano administrativo, se encuentra en una doble relación con la organización a la cual pertenece según actúe “hacia adentro de la gestión” o cuando lo hace “hacia afuera de la administración En el ejercicio de sus funciones, el empleado público puede realizar actos que afecten a terceros y a la propia Administración por los que se le pueda exigir una responsabilidad civil que le lleve a afrontar con su patrimonio las indemnizaciones que los ciudadanos le soliciten al Estado. En el Título X de la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y el Procedimiento Administrativo Común se regula la responsabilidad de la Administración y de las autoridades y el personal a su cargo.
Además de las infracciones en las que el funcionario puede incurrir como cualquier otro ciudadano, el Código Penal establece en su Título XIX una serie de delitos propios contra la Administración Pública, como son la prevaricación, , el cohecho, la malversación de fondos públicos o el tráfico de influencias, que pueden estar castigados con penas de cárcel e inhabilitación.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...