jueves, 28 de marzo de 2013

POLÍTICA COMO NEGOCIO.





EL EJÉRCITO DE MEDIOCRES AL PODER


Según el veterano periodista conservador Luis María Ansón, lo que caracteriza a nuestra clase política no es la corrupción es la mediocridad. "Una buena parte de los políticos se han dedicado a la política como negocio. Cuando uno escucha hablar a algunos políticos, se le cae el alma a los pies. 

Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente. Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más aventajados, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, nos sirven para negar la evidencia. 

Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un presidente que hablara inglés o tuviera mínimos conocimientos sobre política internacional. Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo

Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo trece veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado. Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.

UNA MENTIRA SIGUE SIENDO UNA MENTIRA
Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro que sin embargo encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas. Un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que se insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.

Mediocre es un país que ha permitido fomentado celebrado, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

Mediocre es un país en donde se permite que exista una localidad como Valdemorillo que consiente pactar un gobierno con el único argumento inteligible de perpetuarse en el poder o hacer caja para mitigar deudas adquiridas con la Hacienda de Todos. Sin que ocurra nada en absoluto, sin que la población burlada, engañada, con el fraude de su voto se plante ante la desvergüenza de los políticos tramposos y sin echarse a la plaza del pueblo solicitando justicia y exigiendo dimisiones fulminantes. 

Mediocre es un pueblo como Valdemorillo, en donde se permite: con un descaro habitual y en plena crisis económica, que la alcaldesa y algunos concejales en el poder, hagan de su servicio” un "sostén" perpetuo. Sin haber demostrado nunca su capacidad de  gestión para gobernar en beneficio del pueblo. En un pueblo sin desarrollo sostenible, que se mantuvo gracias a la burbuja inmobiliaria ahora explotada. 

Mediocre es un país que permite que estos episodios se repitan demasiadas veces sin que sus dirigentes políticos del PP pongan freno a estos desmanes.


viernes, 22 de marzo de 2013

Políticos malos y corruptos





DELINCUENTES QUE POSEN EL PODER DE CONTROLAR LOS GRANDES RECURSOS  EN SU BENEFICIO PERSONAL Y  DE SUS CÓMPLICES



Sócrates dijo: "Pericles ha hecho a los atenienses perezosos, cobardes, charlatanes y acaudalados, debido al establecimiento de un salario para los cargos públicos". Más adelante toca uno de los temas cruciales de la política a lo largo de la Historia: "¿No hubiera debido, de acuerdo con nuestros principios, hacerlos más justos de lo que les había encontrado, si verdaderamente poseía, para dirigirlos, las virtudes del político?". Pericles envileció a los atenienses, del mimo modo que muchos de nuestros políticos actuales, en lugar de "fabricar" ciudadanos responsables y pensantes, generan sociedades envilecidas y nutridas de corruptos, fanáticos y gente cargada de avaricia hacia los que triunfan, odio a los que piensan distinto y espíritu de revancha contra todo. 
Los “malos políticos” son  delincuentes que posen el poder de controlar los grandes recursos del, dinero público en su beneficio personal y en de sus cómplices generando dolor y otros estragos derivados de su incapacidad para gestionar bien lo público y de sus impulsos de latrocinio. Sin embargo, a pesar de que los daños que causan al colectivo social, resulta casi imposible que pisen las cárceles como el resto de ciudadanos que trasgreden las normas elementales de convivencia

España, es un ejemplo vivo y elocuente los Roldanes, Barcenas, Correas, Campeones, ERES... Han producido al colectivo social un daño horrible que el tejido social está encajando. Miles de políticos españoles han robado, oprimido a los débiles, practicado el nepotismo, engañado a los ciudadanos, marginado a sus enemigos, utilizado el dinero público para fortalecer su poder personal y propagado todo tipo de vicios y corrupciones, infectando la sociedad hasta límites que jamás debieron ser soportados por una ciudadanía digna y decente.

Esa es la razón por la cual los políticos aparecen en las encuestas españolas uno de los problemas capitales de España a mucha distancia del resto. Muchos creen que la peor herencia que nos dejo Aznar, Zapatero y Rajoy será la ruina económica. Pero la herencia más envenenada y ruin es una sociedad envilecida, en la que él ha alimentado el fanatismo, el odio al adversario, la disgregación, la envidia, el culto a la mentira, la convivencia con la corrupción, el desprecio a valores claves como el esfuerzo, la excelencia y el mérito. Una confusión que impide a la ciudadanía descubrir dónde está la verdad y donde la mentira, qué es bueno y qué es malo. Cuando esta ristra de malos políticos se haya marchado, los españoles seremos no sólo más pobres, sino también más cobardes, envidiosos, corruptos, ávidos de dinero y peores personas. 
La crítica y la vigilancia ciudadana al poder son actitudes propias de la democracia, mientras que el sometimiento manso del pueblo a los que mandan es el más típico rasgo de las tiranías. Oponerse a los desmanes honra a los que lo hacen y los convierten en vanguardia de la sociedad. En España, donde estamos padeciendo con dureza los errores, abusos y corrupciones de la clase dirigente, algún día se reconocerá a los que hoy se oponen al poder político con la crítica, el descrédito y otros recursos pacíficos, el mérito que hoy se les niega. Permitir que una clase política tan inepta, arbitraria, injusta y arrogante como la actual desmonte servicios y derechos básicos, además de aplastar al ciudadano con los impuestos más altos y abusivos de Europa, sin que antes hayan cerrado una sola televisión pública o hayan suprimido las odiadas subvenciones a los partidos políticos y sindicatos es de una cobardía suprema y significaría bendecir la opresión y el derecho de la clase política a sojuzgar a sus ciudadanos.

Respecto a la eliminación de políticos Sería más fácil empezar recortando los sobresueldos y dietas de los cargos políticos, eliminar los puestos de libre designación (de todos es bien sabido que las instituciones están llenas de ellos, para comprobarlo sólo deben echar un vistazo a los boletines oficiales), que dejen trabajar a los funcionarios de carrera que son los profesionales que se han ganado el cargo por sus conocimientos; eliminar cargos políticos, en una provincia pequeña no tiene sentido que haya  Subdelegado del Gobierno, Delegado de la Comunidad Autónoma y Presidente de la Diputación, a mi juicio sobran dos; suprimir todos los coches oficiales, deben usar el transporte privado o público como hacemos los demás, o las nuevas tecnologías para no tener que hacer viajes que se pueden evitar; cerrar todas las empresas públicas que sean deficitarias pues sólo están para colocar a familiares, amigos, afiliados, y demás enchufados a los que políticamente hay que contentar. Si después de eliminar todos estos gastos superfluos, y otros más que no he citado, hay que subir los impuestos sería más entendible. Ya está bien de querer tomar el pelo al ciudadano que bastante asfixiado está con la subida de todos los impuestos decretada por el Gobierno para poder pagar los desmanes de políticos y banqueros. Tomen conciencia los dirigentes y recórtense ellos y todos sus gastos adyacentes antes de pedir más esfuerzos al pueblo. Si estuviéramos en el lejano oeste los tacharían de forajidos.
Debo someter a la consideración de mis lectores un ejemplo flagante de lo que supone la mala gestión política local.
En Valdemorillo, una pequeña localidad situada a pocos quilómetros del Escorial, su alcaldesa la  Sra. López, necesitaba algún concejal más para  dirigir los designios del pueblo con suficiente holgura. Pactó con el partido independiente de Valdemorillo, desideologizado y el más hostil durante la campaña electoral que había arrastrado a  votantes contrarios a la gestión acumulada durante lustros de la alcaldesa. El chanchullo fue una estafa orquestada al margen del elector un engaño político al electorado sin precedente.

El tiempo nos mostró que ese pacto obedecía a intereses espurios de liquidez económica de los políticos independientes estafadores del voto. El escándalo se ha hecho público en el pueblo y se han publicado las deudas particulares y al FISCO de los ediles que pactaron con el PP.  

El Partido Popular de Madrid. Incomprensiblemente,  sigue sosteniendo a la titular de la alcaldía y al parecer no se enteró del descarado, escandaloso e interesado fraude electoral.
A parte del daño irreparable a la democracia, deja nuevamente patente que el ciudadano no cuenta para los partidos políticos. Lo que realmente interesa es el poder y todo lo lucrativo que supone. 

Doña Esperanza, usted conoce este asunto porque se lo comuniqué. Hasta el momento sigue mirando para otro lado

jueves, 21 de marzo de 2013

FIESTA DE LA FELICIDAD



20 DE MARZO DIA MUNDIAL DE LA FELICIDAD
Con perdon para muchos
El año pasado la Asamblea General de la ONU instauró el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, para reconocer la felicidad como un «objetivo humano fundamental. "La historia de la felicidad es la historia del hombre", decía Ortega y Gasset. Es el tema más universal, la aspiración última del ser humano. Sin embargo, es un término escurridizo que supone casi siempre adentrarse en arenas movedizas. ¿Se puede aprender a ser feliz?
Eduard Punset expreso: hoy definimos la felicidad como la ausencia del miedo. Aunque también hemos aprendido que es bueno mezclar un poco las emociones negativas: tristeza, ansiedad, soledad... porque, en su justa dosis, contribuyen a que sepamos lo que nos amenaza. Hay que gestionar nuestras emociones para evitar el miedo y dejarse enseñar por la vida. Y no olvidar que cualquier tiempo pasado fue peor.
La felicidad es un estado de ánimo positivo, con capacidad de abordar una tarea llevándola al término propuesto. El resultado final complace a la persona que acomete dicha tarea. Como resultado de una actividad neural constante en un entorno con variables ya experimentadas y conocidas, los distintos aspectos de la actividad mental fluyen de forma armónica, siendo los factores internos y externos interactuarte con el sistema límbico.
En dicho proceso se pueden experimentar emociones derivadas, que no tienen por qué ser placenteras, siendo consecuencia de un aprendizaje ante un medio variable. Existen muchos y variados estudios acerca de la felicidad, en cuya ecuación básica aparecen, como se sabe, la variable del dinero, la del trabajo, la de la salud, la del amor o la del prestigio social. Estos son algunos de ellos.
La felicidad, incluye alegría, pero también otras muchas emociones, algunas de las cuales no son necesariamente positivas (compromiso, lucha, reto, incluso dolor). Es la motivación, la actividad dirigida a algo, el deseo de ello, su búsqueda, y no el logro o la satisfacción de los deseos, lo que produce en las personas sentimientos positivos más profundos.
La organización de opinión norteamericana Gallup, realizó en 130 países, trató de responder a la pregunta de «¿qué provoca la felicidad?». Los encuestadores obtuvieron en 2010 respuestas de 136.000 personas de todo el mundo, que hicieron una valoración de su grado de satisfacción personal en una escala del cero al diez.
Este estudio encontró que la satisfacción con la vida se eleva con el ingreso personal y nacional. Los sentimientos positivos también aumentan ligeramente con la renta, pero están asociados de manera mucho más fuerte con el sentirse respetado, la autonomía y el apoyo social, y con trabajar en un empleo satisfactorio. Según los autores, era «la primera muestra representativa del planeta Tierra», puesto que también se reflejaban las circunstancias culturales, económicas y políticas en todo el mundo, tanto de países pobres como ricos.
El ser humano esté donde esté, que los de las grandes ciudades anhelan una idílica y tranquila vida en el campo, y en los pueblos pequeños justo lo contrario, se quiere la animada actividad de las ciudades. Pero son imágenes engañosas, incompletas y, básicamente, una generalidad que no se corresponde. En una encuesta reciente se revelaba que en España, eso sí, la proporción de entrevistados que se declaraban felices era del 63% para los núcleos urbanos mayores de 250.000 habitantes y del 62% para los menores de 5.000 habitantes. Y, sin embargo, los más felices se encontraban en las ciudades medias, en los que la proporción de satisfacción era del 73%.
También, hay estudios que analizan la felicidad española e internacional vinculada a la crisis. Así, un estudio del Instituto Coca-Cola afirmaba en 2012, en donde desde luego no se había tocado fondo, que dos de cada tres españoles afirmaban ser felices (confirmado, sobre todo en los países de la periferia), la mayoría de estos países estaban en la categoría de felices.
 

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...