MI VALORACIÓN DE LA ÚLTIMA ENCUESTA DEL CIS
Las encuestas son la foto del momento que se hacen aunque
casi siempre fallen. Las encuestas periódicas del CIS dan resultas matizadas
según los intereses de quien las ha encargado.
Pero
se da la circunstancia de que en todos los países avanzados constituyen un
instrumento acreditado de análisis y predicción. En España el Centro de
Investigaciones Sociológicas es quien las efectúa, dependiendo del matiz que
quiera dar el Gobierno de turno, Desde luego son las más fiables
por el tamaño de la muestra y por la autoridad competencial de sus sociólogos y
analistas.
La
última encuesta del CIS indica que el PP ganaría las elecciones con un 27,3 %
de los votos, Podemos sería la segunda fuerza con el 23,9 y el PSOE la tercera
con el 22,4%. Por lo tanto hay tres partidos y no dos en el candelero y el
morbo está servido.
Me
resulta sorprendente e incomprensible, teniendo
en cuenta las condiciones políticas actuales y todos los escándalos producidos,
que el PP siga siendo el partido más votado, pero es lo que aparece. Admitámoslo
como dato de partida por el momento, aunque lo pongamos en tela de juicio
aquellos que no nos sentimos demasiados satisfechos de la gestión de los últimos
años.
Podemos
continúa su ascenso y se coloca en disposición de poder ganar si termina
consolidando su estructura principal y es capaz de asumir la autocrítica
constructiva. El PSOE cae con desánimo y sus probabilidades de formar Gobierno
parecen escasas. Pero serán la llave de apoyo a uno o a otro. El PSOE no gana,
pero sin él no se podrá gobernar con estabilidad. Hacia donde se incline
dependerá el futuro de España. O más de lo mismo, perdonando las fechorías
cometidas, o nuevos vientos, asustadizos para muchísimos. IU en una crisis de
identidad real absolutamente eclipsado y secado por Podemos, C`s, UPyD, y los
partidos nacionalistas no podrán ser decisivos aunque alguno de ellos clave a la hora de matizar pactos.
El
PSOE podría tener la responsabilidad de ser árbitros en un momento social marcado
por una crisis que ha dejado demasiado tocada a una parte muy importante del
electorado y ha visto como parte de sus correligionarios anteriores se han
pasado a la alternativa Podemos. Aun así sería extraño que, por los síntomas,
se decidiera por la derecha, total o votación a votación parlamentaria,
alegando la defensa y mantenimiento del sistema, que, por otro lado, no se
entendería por qué habría de destrozar si se decidiera por apoyar a Podemos,
superados los despechos.
La
encuesta del CIS no hace más que matizar las que han venido realizándo por
otros medios de opinión. Todas son coincidentes. Y la tendencia global es difícil
de cambiar, aunque falte mucho tiempo.
La
realidad sociológica básica en España,
en sus aspectos maco es clara, unos quieren conservar y otros cambiar. La
paradoja es que los unos y los otros infunden miedo según a quién. La
superación de ese miedo será la clave fundamental el día que tengan que
pronunciarse las urnas. Si yo fuera votante del PP estaría aceptablemente
satisfecho, si lo fuera del PSOE estaría preocupado y triste, si estuviera poniendo
las esperanza en Podemos pensaría que con más tiempo y tranquilidad podemos, si
fuera de IU estaría frustrado y pensando votar a Podemos, si de UPyD me daría
de baja ante no haber tenido la gallardía de coaligarse con Ciudadanos, y si
fuera abstencionista lo pensaría profundamente considerando la inutilidad de su
decisión, porque nadie es perfecto, ni siquiera los que votamos en blanco.
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