ESPAÑA VA BIEN.
TAL
VEZ NO SEA EL MOMENTO DE HACER CAMBIOS.
Ni
ahora ni para cuando se deban celebrar las elecciones generales. Es más, creo
que se debería dar todas las facilidades para que el PP acaparara
Ayuntamientos, Diputaciones, Autonomías y el Gobierno central, a ser posible
por rotunda mayoría absoluta.
Y por si eso no pudiera ser, votar al
PSOE para que apoye al PP, que gobierne con comodidad y pueda hacer los ajustes
sociales que les venga en gana durante los próximos cuatro años. Quizá así
estemos a la altura de Grecia en deterioro y destrucción y a lo mejor así, nos
demos cuenta de nuestra cruda realidad, de las verdaderas razones de nuestro
fracaso, que la austeridad para la clase media es un fracaso integral y que Gobierno de este país está verdaderamente
hundido en la más absoluta miseria.
Aún existen demasiadas reminiscencias
franquistas y de tardo transición, y en esas condiciones está claro que no
conviene dar ningún salto de elevadas trascendencia y de importancia vital para
España. Se ve que aún no se ha aprendido la lección, que aún no estamos
dispuestos a cambiar y que aún no se entendió la necesidad del cambio. En
España, es necesario ver la mierda para darnos cuenta de que huele. Tenemos que
ver la sangre para darnos cuenta de que hay muertos, y aun así, la reacción no
es del todo en consecuencia con los resultados visibles y evidentes, y con
coherencia con la realidad que nos rodea.
Ahora vemos, gracias a cierta política
aperturista de algunos medios de comunicación, que Grecia está hundida en la
más absoluta miseria, pero no somos capaces de ver que nosotros vamos siguiendo
los mismos pasos que ellos. Sólo debatimos sobre la teoría de que Grecia no es
lo mismo que España. Justo lo que a los poderes obsoletos españoles les
conviene que se diga y les interesa como juguete de distracción y confusión
para la población.
Hará falta, quizá, que en España nos
estrellemos para darnos cuenta de que, en el fondo, fuimos iguales que los
griegos. Nos dimos cuenta tarde, cuando el desastre ya estaba en su apogeo. Y
entonces sí, entonces aprendimos a hacer un frente común para oponernos a los
oligarcas mentirosos y decidimos darle el poder a quienes teníamos que
habérselo dado antes de que se produjera el desastre para muchas familias.
Antes de que tuviéramos que reconocer que Grecia estaba en el mismo camino que
España. La única diferencia es que nos llevaba unos pasos por delante en el
desastre y la ruina.
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