...Y ESPAÑA COMO TELÓN DE FONDO
GRECIA
REVERDECE, ESPAÑA OBSERVA.
Grecia, cuna de la cultura occidental, que
fundamentó su realidad económica en un liberalismo recalcitrante anejo a una minoría
capitalista, vuelve a ser objeto de las miradas del proletariado del primer
mundo.
Es
posible que Tsipras sea la vida para muchos griegos y la chispa para encender Europa y conducirla
hacia un cambio urgente. La era del liberalismo económico puro
y duro de Merkel, pudiera estar dando los
primeros pasos hacia el hoyo que cavaron quienes no supieron hacer otra cosa
que presentar un plan austero para salvar a la economía liberal.
Ni a Grecia le interesa marcharse del
euro ni a Europa le compete que se salga, por lo cual cederán las dos partes. Es bueno que Tsipras tenga que pactar en aquellos temas
en los que se genere un conflicto importante de intereses sociales. Por otra parte, las
mayorías absolutas siempre son nocivas y propician abusos, como está ocurriendo ahora en
España.
Tsipras no necesitará a nadie para
gobernar con comodidad sin coalición alguna, sino que le
bastará con apoyos puntuales. Si Syriza consigue regir con prudencia y mínimo
acierto, será positivo para la suerte electoral de Podemos. Pero sí provoca
incertidumbres o inestabilidad la perjudicará. Para el PP, según le
convenga, Grecia no es España o que sí lo es, que no es igual pero es lo mismo.
Verdaderamente, España no está hundida
en la pobreza de Grecia, el sufrimiento de los españoles ha sido duro pero
bastante menor. Esto puede llevar a que la reacción ante las urnas no sea como allí.
Aquí, posiblemente la caída del PSOE
no sea tan pronunciada como la de los socialistas griegos y ello le permitirá
constituirse en árbitro, siempre teniendo presente que los acuerdos con la
derecha pueden perjudicarles como ha sucedido en el país heleno. Es muy
importante reconocer que el futuro político de España dependerá de hacia dónde
incline su apoyo el PSOE. Pero es muy difícil, dificilísimo, que Podemos alcance mayoría
absoluta por sí sola y muy probablemente no le bastase únicamente con el apoyo
de IU si finalmente este último no se coaliga.
De todos modos, y ocurra lo que ocurra
en la lucha que se avecina, el triunfo de Syriza es refrescante, porque la privación
griega disminuirá, y los griegos no parecen dispuestos a más gobiernos corruptos
ni a nuevos padecimientos de hambre por causas heredadas.
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