viernes, 16 de mayo de 2014

Último debate en la televisión, cada vez menos publica



ANTE LOS QUE SÍ VAN A VOTAR EL DÍA 25.
Si se confirma el nivel de abstención que se predice para las elecciones europeas del día 25, quedará sancionado el rechazo de la población hacia la clase política, debido no solamente al muy escaso interés que sentimos hacia lo europeo sino también, la indiferencia hacia un sector muy significativo de la clase política y su ejemplo. 

Tal vez por eso, o solo por eso este mensaje se dirige fundamentalmente para todos aquellos que sí van a votar en la convocatoria electoral del día 25, con el ánimo de participar en el juego democrático y con la esperanza de que el sistema al que están apoyando con ese gesto voluntario, cambie a partir de ese preciso instante en que depositan la papeleta en la urna.

Sinceramente, en estos momentos no se me ocurre otra manera mejor de manifestar mi desprecio ante este sistema electoral y a esta clase política que abstenerme, siendo consciente que con ello estoy perjudicando a todos aquellos pequeños grupos más testimoniales que se presentan dentro de este injusto sistema electoral.

Algunos de los veteranos que sí participamos en el llamado cambio que supuso la Transición, hemos subido unos peldaños más en nuestra frustración, cabreo y malestar. Y sí tomamos como referencia el último debate de la televisión, cada vez menos publica, vemos el papelón de sus protagonistas: Valenciano y Cañete, que nos ofrecieron un debate monocolor y ganaron ambos antes de empezar, pues pretendían pasar sin pena ni gloria para no movilizar al electorado. Y lo consiguieron, el rating de seguimiento del programa de 1.836.000 espectadores y una cuota de pantalla del 9,5 por ciento, según datos facilitados a Efe y hoy El País. El de las europeas de 2009 registró una audiencia media de 2.653.000 espectadores y una cuota de pantalla del 13,9 por ciento. Y el protagonizado por Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy en 2011, registró una audiencia media de 12.005.000 espectadores y una cuota de pantalla del 54,2 por ciento. Luego han conseguido que el gran acto de comunicación de la Campaña (aun siendo o por ser bipartito y bipartidista) pase sin pena ni gloria, no habiendo programa de Televisión que no tuviera mayor seguimiento, sólo 1.836.000 espectadores y creo que somos casi 50 millones.
Todo lo cual visualiza su escaso valor democrático (del bipartidismo y el establishment que los sustenta). La orientación de su modelo pretendiendo como fórmula de subsistencia, la impotencia de la abstención para la mayoría absoluta de la ciudadanía, al tiempo que su propia debilidad en estos momentos. Debilidad cuyo origen se encuentra no sólo en su caída, sino en la probabilidad no descartable de que dicha mayoría social construya y participe de alguna alternativa al Régimen bipartidista, que como versa la Campaña de IU les quite el Poder para dárselo a la gente. Respecto a cambiar el PSOE, sólo una catarsis provocada por extinción generaría la necesaria y suficiente tensión interna, que desplazará la dirección colectiva vinculada al establishment económico y mediático.

1 comentario:

  1. No vi el debate, no me interesaba, entre otras cosas porque sabía lo que diría Cañete y sabía lo que no estaba dispuesta a decir Elena Valenciano.
    Que debería haber dicho esta señora si tuviese talla política o más bien que debería haber añadido.

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