LAMENTO, LA MUERTE DE ISABEL CARRASCO.
También, el resultado político de tal muerte. Que sea un estímulo electoral no es síntoma de normalidad democrática.
Habría
que definir lo que no vale en política, salvo que se crea que
todo vale, y la ética y la discreción son conceptos ausentes. La política no
debería, no se rían, ser cruel. No debería inducir a que la sangre de la gente
hierva y la venganza se transforme en votos. Asesino y asesinado, los dos son
víctimas de la vesania política que padecemos.
Si
este país se sacudiera la caspa que tiene encima, se podría hablar con más
claridad y transparencia de determinados casos y sucesos. Mi sincero pésame por
una vida, por una persona, por un ser humano, pero el ser política no añade
nada más.
No
creo que se tenga que llegar a los extremos a los que alcanzan los que marcan
los límites de las líneas rojas a la hora de denunciar o querellarse contra
diestro y siniestro que las supere argumentando su opinión. La mía es que en el
Tarajal ha habido 15 tiroteados y no se guardó ni un minuto de silencio. Es
más, se intentó ocultar la autoría, se mintió posteriormente y se trató de
justificar cuando se descubrió que todo estaba manipulado y tergiversado. Pero
allí perecieron 15 personas que no pertenecía a ningún partido, menos al PP, de
ninguna manera al PSOE, a mayores eran de color y encima desahuciados, dados
por perdidos nada más asomarse con cara de hambre y de necesidad vital, a las
vallas o las concertinas, las cuales, encima, los medio/asesinan.
Ya
no es necesario mencionar la gente que se muere de hambre en España,
precisamente por las políticas de estos que gobiernan, tampoco mencionamos a
los que se tiran por la ventana, se ahorcan o directamente se suicidan por
desesperación. Igualmente tampoco vamos a mencionar las víctimas de ajuste de
cuentas por tráfico de drogas o por cualquier otro hecho delictivo. Y tampoco
vamos a hablar de que, gracias a la genial idea de eliminar la justicia
universal, favorecerán que estos ajustes de cuentas se prodiguen.
Lo
que sucede es que los que se mueren de hambre tiene una muerte lenta que casi
ni se percibe, aquellos que se suicidan será por que sufren algún desequilibrio
mental. Además, serán ocultados por los medios y lo achacarán a otras causas.
En cuanto a las víctimas de ajustes de cuentas, eso es porque son delincuentes,
nada más. Estas cosas son las que propone el sistema. Para unos casos lo que
más convenga, para los otros, el mayor beneficio en las urnas y el victimismo.
Vale,
si, es lamentable la muerte de cualquier persona y más aún en esas
circunstancias, pero sería más serio si se dijera toda la verdad que rodea al
caso o como mínimo se procediera como si mataran a cualquier vecino de
cualquier pueblo. ¿Por qué tiene que ser distinto? Y encima pretenden sacar
rédito político, precisamente, ¡oh casualidad!, en época de elecciones. ¿Y las
víctimas del accidente de autobús de Extremadura? Si es verdad que el conductor
del tractor dio positivo en drogas, ¿no es culpa del gobierno el tráfico de
estas sustancias, el control y el castigo de sus actores?. ¿Por qué están
permitiendo que Marcial Dorado pueda llegar a beneficiarse de la derogación de
la justicia universal, acogiéndose a semejante beneficio? Si este señor queda
libre habrá más muertes, unas por ajustes, otras por consumo y otras por los
efectos que producen, como son accidentes que se llevan por delante la vida de
muchos inocentes. ¿Qué hacemos ahora? ¿Dos días por cada una de las víctimas
que produce el propio sistema? ¿O tres? Me reitero en lamentar la muerte de una
persona, un ser humano, pero también deseo que los seres humanos seamos eso, un
poco más personas, porque así evitaremos muchas más víctimas. Y los políticos
que sean también un poco más personas y así también se evitarán muchas más. Si
el accidente de Angrois no se hubiese producido, al día siguiente se habrían
manifestado miles de personas en pro del independentismo. ¿Cuánto rédito
político obtuvo “algunos”?. ¿Cuándo aprenderemos y cuánto? ¿Cuándo cambiaremos y
cuánto?
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