LEGALIDAD CONSTITUCIONAL

CON LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA ¿QUIÉN GANA?

El hecho y circunstancia de que el castellano es la lengua madre del 55% de la actual población de Cataluña, el catalán lo es del 31,6% y, además, el castellano es usado como lengua habitual por un 45,9% de dicha población.

Mientras que el catalán lo usa el 35,6% y un 12% dice usar habitualmente ambas lenguas (datos del libro de Mercè Villarrubias Sumar y no restar. Razones para introducir una educación bilingüe en Cataluña). En este contexto, ¿qué significa “idioma natural”?, ¿habría, pues, que calificar al castellano de idioma artificial, o extranjero, en Cataluña? Lo cierto es que ambas lenguas han coexistido allí desde hace siglos: no está de más recordar que, como indica el profesor catalán.  F. Ovejero (La trama estéril. Izquierda y nacionalismo), ya en el siglo XVI se imprimían en Cataluña más libros en castellano que en catalán. El idioma natural en Cataluña depende de la familia, pues como ya sabrá, llegaron a esta tierra ciudadanos de todas las autonomías y en estos momentos podemos afirmar que el castellano está tan extendido como el catalán. Cataluña hoy es bilingüe. Dejemos que se cumpla la ley, la cual ampara y protege por igual a ambos idiomas. Lo del 50% parece justo, ecuánime e inteligente, pues enriquece a todos.

En otro género de cosas y siempre tomando como modelo referencial Cataluña, que en la actualidad se está debatiendo la famosa consulta que a los nacionalistas de Artur Mas y Esquerra, con ayuda inestimable y asincrónica, políticamente hablando, de la izquierda parlamentaria catalana. Establezcamos una tesis sociológica, como si se tratara de un juego: En el supuesto de que, finalmente, pese a la oposición del parlamento y dando una patada al Texto Constitucional, el día 9 de noviembre se celebra la consulta y gana el “sí” a la independencia. En ese caso, aparecerían dos inquietantes preguntas.

La 1ª pregunta sería: ¿Respetaría la Generalitat el derecho a decidir de las regiones en las que hubiera ganado el “no” y que, por tanto, hubieran decidido seguir junto a España? La respuesta parece obvia.

La 2ª pregunta, con mayor obviedad aún en su respuesta, no sería otra que: ¿Se permitiría en un supuesto futuro Estado catalán que una región integrante de Cataluña decidiera en por sí sola irse de dicho Estado?

En estos casos, sin duda, para CiU y ERC el concepto de integridad territorial del Estado adquiriría mayor importancia en detrimento del poder de decisión de los ciudadanos catalanes.

Sostiene el Prof. Mariano Bacigalupo, de la Facultad de Derecho de la UNED. Que el informe jurídico encargado por la Generalitat al Institut d'Estudis Autonòmics que la reciente sentencia del TC sobre la declaración soberanista del Parlamento catalán reconoce la legitimidad constitucional de la convocatoria de una consulta sobre el futuro político de Cataluña, siempre que se configure como un paso previo a la reforma de la Constitución.

Opina que emejante interpretación distorsiona, notoriamente, lo que dice la sentencia del TC. De acuerdo con esta, la reforma de la Constitución no es un efecto del ejercicio del derecho a decidir, sino que es su presupuesto. Efectivamente, la sentencia lo califica de “aspiración política a la que solo puede llegarse mediante un proceso ajustado a la LEGALIDAD CONSTITUCIONAL”.

Y en este punto el TC en modo alguno ha corregido o siquiera matizado lo que afirmó en su anterior sentencia 103/2008 sobre la consulta impulsada en su día por Ibarretxe en el País Vasco, a saber: la reconsideración de la identidad y unidad del sujeto soberano o, cuando menos, de la relación que únicamente la voluntad de este puede establecer entre el Estado y las comunidades autónomas “solo puede ser objeto de consulta popular por vía del referéndum de revisión constitucional”. Es decir, la reforma de la Constitución precede a una hipotética consulta al pueblo catalán, y no al revés.

Para terminar. Personalmente he podido comprobar como un vehículo de Santa Susana, población de Barcelona, tenía una matrícula igual que todas las del Estado pero la “E” sobre fondo azul se había cambiado por “CA” ¿las autoridades que controlan el tráfico no se habían dado cuenta de tamaña arbitrariedad?