“LA CHISPA DE LA VIDA”. COMPARTE UNA CON QUIEN MÁS QUIERES
Un producto como la Coca-Cola que prácticamente
es todo valor añadido, debía primar a la hora de plantearse un ERE, maldito ERE
que tanto daño está haciendo al tejido productivo español. Tal vez por eso la ciudadanía
deberíamos plantearnos, dentro de unos cauces estrictamente legales, realizar
algún tipo de rechazo dirigido a su consumo y por un determinado periodo de
tiempo.
Teniendo
en cuenta que la eficacia del boicot reside en la relación mantenida entre el
tiempo y la mercancía, esto es, entre la posibilidad de que en un periodo de
tiempo dado la mercancía perecedera se pierde. Por esa razón muchas exclusiones
no tienen recorrido cuando acaban siendo llamamientos abstractos sin incluir
una fecha, un tiempo acotado. La fuerza del boicot es la presión multitudinaria
sobre un producto, una persona, o un espacio, cuyo rechazo logra hacerle perder
al rechazado más de lo que ganaría cediendo. Con el ERE planteado a los y las
trabajadoras en las plantas embotelladoras de Coca-Cola, se abre la oportunidad
de plantear rechazo a una de las mayores empresas del mundo. Nos hemos enterado
que en la ciudad de Madrid se estima que las ventas de Coca-Cola pueden haberse
reducido desde que se inició la protesta contra los despidos. La fuerza del
trabajo no se limita a su acción en el empleo, en la huelga de quienes pueden
ser despedidos, ésta se combina con la extensión en la acción social del
conjunto de la población. Solo cuando la lucha toma cuerpo en la ciudad, solo
cuando se incorpora en la solidaridad de la vida cotidiana y la cooperación
social trabaja en defensa de la dignidad de las personas, el conflicto laboral
se convierte directamente en una lucha social que desborda los muros de la
fábrica.
Paralizar
el ERE de Coca-Cola, al igual que lo fue Gamonal contra la especulación
urbanística o la marea blanca en defensa de la sanidad pública, cristaliza una
misma lucha política: el bienestar de la mayoría por encima del beneficio de
una minoría. Cada persona repartiendo panfletos a la entrada de un supermercado
llamando a no consumir productos de Coca-Cola, cada cartel que un bar coloca en
la puerta avisando que ahí no se vende Coca-Cola, cada establecimiento, del
tipo que sea, anunciando que no se consume Coca-Cola, cada mensaje en las redes
sociales a la compañía, cada muestra de apoyo y difusión, cada acción, resulta
crucial. Incentivar el consumo en locales que se solidaricen con los y las
trabajadoras vendan o no bebidas, puede llegar a reducir tanto el consumo de
Coca-Cola que el coste de almacenarlo sin poder darle salida, la pérdida en
ventas y el daño a su imagen, consiga hacerles cambiar de idea. Nos lo enseñó
la PAH: los efectos de esta estafa llamada crisis no pueden vivirse como
problemas privados, vividos y sufridos en soledad, deben hacerse públicos y
enfrentarse colectivamente, pues su razón de ser es directamente política. Ayudemos
a los trabajadores de Coca-Cola, dando otra lección y demostremos nuevamente en
que consiste verdaderamente “LA CHISPA DE LA VIDA” desde una acción
civilizadamente democrática y pacífica solidaria con quien verdaderamente lo
necesita.
Lo mismo el Sr Gonzalez para deshacer la laskitada sanitaria se apunta un tanto y cristobalito pide a la consultora fundada por el mismo que sea todo menos
ResponderEliminarLa consultora fundada por Cristóbal Montoro diseñó el ERE de oca-ola
El informe de Equipo Económico, que asesora a las embotelladoras en el recorte de plantilla, está firmado por el director de gabinete de Montoro en el último año de Gobierno de Aznar