EL MIEDO A LA PEDRADA O AL FUEGO, HACE QUE HAYA CÓMPLICES
QUE SILENCIAN DELITOS.
Opinar en conciencia o libremente es peligroso ante los
ojos de aquellos personajes acostumbrados a propiciar el halago remunerado de
cualquier manera. Al halagador se le recompensa porque entre nosotros tiene más
espacio, social y político el granuja adulador, que el crítico honrado.
Me
estoy refiriendo a toda opinión discordante que acostumbra a acompañar a todos
aquellos ciudadanos y ciudadanas que ejercen el insigne oficio de pensar, de analizar
la realidad, para posteriormente opinar sobre ella. Me estoy refiriendo de
quien refuta a la autoridad, encausa arbitrariedades, contradice al poder,
desvela fechorías, impugna decisiones administrativas, condena abusos,
desatiende caprichos, rectifica al patrón o denuncia la incompetencia probada del
poderoso o poderosa.
Quienes
realizan tales menesteres han de estar dispuestos a ser anatemizados,
lapidados, marginados y expulsados a sartenazos por los usurpadores del
territorio, con un sambenito colgado del pecho, preludio de la pira
inquisitorial que espera a todo discrepante del poder, por pequeño que sea el
mando que tengan el poder inquisidor.
Este
miedo a la pedrada o al fuego, hace que la sociedad esté llena de cómplices que
silencian delitos. Pero, mirar para otro lado y callar, es una forma de cobardía
que sólo favorece a quienes se aprovechan del silencio público, porque los españoles acostumbramos a criticar en
mentideros como: pasillos, rincones, y tabernas, transformadas en oficinas de
quejas y denuncias, para beneficio de los sinvergüenzas.
Las
personas con espíritu libre en muchas ocasiones no tienen espacio en las
organizaciones humanas, porque los corazones rebeldes molestan más que una china
en el zapato, y el poderoso los quiere tener alejados en un radio de
dimensiones semejantes a los anillos de Saturno, sin percibir que son los críticos
quienes los mantendrán en estado de alerta, haciéndoles mejorar.
Son
los halagadores los primeros en emplear el hacha de leña, en el momento que el
halagado es caído de su pedestal, bien sea por el tiempo o el cambio
circunstancial.
En España seguimos teniendo un comportamiento permisivo con posturas que van contra estos principios: tolerancia contra las corrupciones. Desgraciadamente intentos como la educación para ciudadanía se desechan, por criterios políticos. Como bien dice el autor se busca la mordaza, el mejor ejemplo es el de una política de primer nivel. Creo que ese debería de ser nuestro principio de exigencia exigir a nuestros representantes un modelo de priorización de actividades claramente justificado y por supuesto un compromiso de cumplimiento..
ResponderEliminarSaludos
Ojala existieran muchos corazones rebeldes que no permitieran, a los políticos locales, hacer lo que les viene en gana con respecto a sus intereses espurios. ¿Cómo se puede propiciar un Plan General en beneficio de promotoras que prestaron sus favores antaño?
ResponderEliminarTodos los planes urbanísticos deberían ser mirados con lupa, lo mismo que muchos silencios comprados en beneficio de transacciones corruptas. También la justicia debe efectuar su autocritica cuando se pone de parte del poder. Y por supuesto los partidos deberían depurar cualquier sospecha fundamentada en hechos, despidiendo a aquellos militantes que hacen del poder un medio de vida lucrativo a costa del contribuyente ya se por acción u omisión.
Ojala existieran muchos corazones rebeldes que no permitieran, a los políticos locales, hacer lo que les viene en gana con respecto a sus intereses espurios. ¿Cómo se puede propiciar un Plan General en beneficio de promotoras que prestaron sus favores antaño?
ResponderEliminarTodos los planes urbanísticos deberían ser mirados con lupa, lo mismo que muchos silencios comprados en beneficio de transacciones corruptas. También la justicia debe efectuar su autocritica cuando se pone de parte del poder. Y por supuesto los partidos deberían depurar cualquier sospecha fundamentada en hechos, despidiendo a aquellos militantes que hacen del poder un medio de vida lucrativo a costa del contribuyente ya se por acción u omisión
Ciudadano no demasiado libre: Comienza identificándote para que los que sí lo hacemos dejemos de parecer de otro planeta. ¿De acuerdo?
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