La casa real, ha caído en desgracia

MENOS DE LA MITAD DE LA OPINIÓN PÚBLICA RESPALDA LA MONARQUÍA COMO FORMA DE ESTADO

Fundamentalmente por voluntad propia al almacenar demasiados acontecimientos para dejarlos inermes ante una opinión pública que se encuentra harta de bataolas surgidas en los últimos años. La ciudadanía está aita de resolver sus cuitas económicas personales, para que fluyan “a tutiplén” escándalos económicos desde el poder y de todos los colores.

FAMILIA REAL

También la Infanta Cristina, la hija menor del Rey de España, está imputada por presunto delito fiscal y blanqueo. ¿Quién hubiese imaginado diez años atrás que esto podía suceder? El monarca, esa figura intocable, a la que teníamos tanto que agradecer por nuestra democracia, ha perdido credibilidad. Y a pesar de que muchos, empezando por la Fiscalía Anticorrupción, intentan esconder toda la suciedad real debajo de la alfombra, y evitar a toda costa la comparecencia de la Infanta, el juez Castro la ha llamado a declarar e irá a declarar. En el fondo el juez está permitiendo que la Infanta pueda mentir en propia defensa

Afortunadamente para todos los que nos consideramos plebeyos, aún hay jueces que intenta defender eso que dice el artículo 14 de la Constitución de que todos somos “iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión…”. A pesar de que nuestro día a día nos indique todo lo contrario y de que Su Alteza Real la Infanta haya evitado hasta el momento la imputación gracias a su linaje

Por primera vez menos del 50% de la opinión pública respalda la Monarquía como forma de Estado y casi un 70% ve al Rey incapaz de recuperar el prestigio de la Corona. Pero tan solo dos años atrás, a principios del 2012, un 76% tenía una visión positiva de Su Majestad y el 60% de la Monarquía. Luego, por desdicha de la Familia Real, llegaría la cacería de elefantes en Botsuana, las operaciones de cadera del monarca y la comparecencia del ex yerno perfecto Iñaki Urdangarín ante el juez por el caso Nóos. Aunque no nos hagamos ilusiones, ya que el príncipe Felipe podría salir en cualquier momento, si su padre le deja, al rescate de la institución. Esperemos que eso no suceda.