Roma locuta, causa finita

CRÓNICA DE UN BUEN LIBRO: Perseguido por la Conferencia Episcopal Española

JESÚS. APROXIMACIÓN HISTÓRICA, escrito con un estilo conmovedor por el sacerdote y el teólogo Juan Antonio Pagola. Que no gustó. No gustó a la Jerarquía Eclesiástica y hubo que retirarlo de las librerías religiosas. 

El libro que se lee con una claridad meridiana, por su forma y el fundamento teológico de su contenido, fue editado por SM y escrito en 569 páginas sobre el la figura de Jesús de Nazareno. Se han vendido 80.000 ejemplares y ha sido traducido a otros idiomas. Es, como suele decirse, un superventas. Sin embargo, lo que debía ser para el cristiano comprometido con su mundo un best seller. No gusto a la Jerarquía Eclesiástica y hubo que retirarlo de las librerías religiosas.

No constó orden expresa de retirar el libro, ni condena pública. Ni la hubo, ni la hay, ni se espera. La razón, sencilla: “Roma locuta, causa finita”, cuando Roma habla, se acabó la discusión, en las murallas de esta batalla teológica y de poder hay prelados de mucho peso. A un lado, intransigentes con todo lo que suena a distinto o distante, se alzan el cardenal de Madrid, Rouco Varela, con el poder que le da la presidencia de la Conferencia Episcopal, y el secretario portavoz de ésta, el jesuita Martínez Camino, también obispo auxiliar de Rouco; enfrente, prelados que lo han sido todo en la organización episcopal, como el propio Uriarte,  e incluso el arzobispo Fernando Sebastián, el teólogo preferido del cardenal Tarancón.

Otro grito en favor de Juan Antonio Pagola se ha alzado en su misma diócesis, a cargo de la mayoría de sus sacerdotes, 252 sobre unos 300. En una carta pública han expresado su solidaridad y denunciado que éste padece "persecución y maltrato". El ex vicario de esa diócesis, Félix Azurmendi, publicó en El Diario Vasco de San Sebastián, un artículo con el título “Pedimos la verdad”, acusando a los "sectores más conservadores de la Iglesia" de perseguir un libro que "ayuda a creer", y criticando "el modo oscurantista" utilizado. Azurmendi concluye con una exigencia de explicación pública porque, afirma, "la diócesis de San Sebastián se merece un respeto".

Los cronistas escribieron que Jesús de Nazaret fue ejecutado como un malhechor porque estorbaba a los poderosos. Cuando se cumplió la sentencia, en las afueras de Jerusalén, probablemente el 7 de abril del año 30, ya estaba claro que el sistema no soportaba el empeño del Jesús en anunciar un vuelco de la situación con su programa sobre el Reino de Dios y de una nueva justicia La disputa principal sobre Jesús se ha centrado en si el nazareno era hijo de Dios y no un nuevo mesías. Ha sido el elemento de exasperación para la jerarquía desde los tiempos en que Pablo de Tarso, auténtico secretario de organización de esa iglesia, puso firme al apóstol Pedro en el concilio de Jerusalén, celebrado en torno al año 46. De entonces para acá, y sobre todo desde el concilio de Nicea, donde el emperador Constantino impuso la paz teológica aplastando la cabeza de los seguidores de Arrío, son incontables los teólogos que penan por ir más allá de lo que el aparato les tenía permitido. Cuando la sabiduría popular acuñó la expresión "¡Y se armó la de Dios es Cristo!", se refería a las consecuencias, a veces sangrientas, de esos enfrentamientos.

Juan Antonio Pagola no discute el dogma de Nicea, pero sus detractores ven a su Jesús “demasiado humano”. Gran parte de las correcciones introducidas en la última edición del libro se dirigían a espantar esa maledicencia. En todo caso, el Jesús de Pagola come y bebe con pecadores, trata con prostitutas y no vive preocupado por la impureza ritual. Tampoco tiene rechazo alguno a la mujer, sino todo lo contrario. Y su comportamiento en sociedad resultaba desconcertante. Nada que ver con el Jesús reinante entre la acomodada nomenclatura romana. 

Sin embargo la Congregación para la Doctrina  de la Fe ha resuelto a favor de José Antonio Pagola la investigación abierta por su libro JESÚS, UNA APROXIMACIÓN HISTÓRICA, solicitada por la Conferencia Episcopal Española, al determinar que "no contiene ninguna proposición contraria a la fe". Juan Antonio Pagola indica que "en lo referente a cuestiones metodológicas, la Congregación hace diversas consideraciones sobre el objetivo y la naturaleza" del libro y sobre "la relación entre fe e investigación histórica", pese a lo que "no ha considerado necesario pedir una revisión del enfoque de la obra ni corrección alguna sobre la metodología" empleada.

La Congregación para la Doctrina de la Fe abrió el proceso contra el libro del ex vicario de la diócesis de San Sebastián en enero de 2011 para determinar si se ajusta a la doctrina de la Iglesia. La obra fue editada en 2007 y su novena edición, aprobada por el anterior obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, fue retirada de las librerías en 2010.

En junio de 2008 la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española (CEE) publicó una nota doctrinal en la que acusó a Pagola de "tergiversar" la historia de Jesús. La CEE sostenía que el libro planteaba una ruptura "entre la fe y la historia" e incurría en "desconfianza respecto a la historicidad de los evangelios".

José Antonio Pagola explica en su carta que la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe le ha pedido que, "para evitar equívocos y malentendidos", introduzca en futuras ediciones "las modificaciones" que el mismo autor sugirió en torno a cinco puntos concretos de la obra. "No he dudado en ningún momento en colaborar con esta disposición, pues lo único que he buscado siempre ha sido que mi libro siga sembrando la Buena Noticia de Jesús", afirma Pagola.