EL TRIBUNAL DE CUENTAS

HAGAMOS DEL TRIBUNAL DE CUENTAS UN ÓRGANO EFICAZ SEPARÁNDOLO DE LA INFLUENCIA DE LOS PARTIDOS

Nadie nace corrupto, como tampoco ningún partido político tiene el monopolio de la CORRUPCIÓN o de incurrir en prácticas delictivas, lo que ocurre es que hay personas que cuando ingresan al mundo del “servicio público” les resulta cómodo servirse con el dinero de otros que lo nutre. Para ello se rodean de su público con la ocasión de adormecer o simplemente asesinar conciencias para dejarse corromper con la rapidez del rayo. 

Para tal fin, se necesita salpicar las migajas de la corrupción para ganar voluntades, conseguir silencios, convidados de piedra y personas ávidas de mejorar su estatus económico a consta de apoderarse de lo que no es suyo. Esta experiencia corrupta resulta fácil desarrollarla en los pueblos que han tenido la posibilidad de procesos urbanísticos, porque con los planes generales, parciales o normas subsidiarias se puede cazar tajada de cualquier promotora interesada en participar en el evento. Cuando se produce el maridaje de corrupción, un sello de lacre tapa la boca de todos los componentes de “la banda” en un pacto de silencio corrupto. Si en esta experiencia delictiva se consigue la compra de voluntades de algún funcionario público que pueda garantizar una mayor opacidad dentro de la Administración, mejor que mejor. Entonces toda la banda se blinda en el mayor hermetismo posible y solamente se quiebra cuando algunos de sus componentes son presa de la justicia. Pero también esta justicia cuando llega ha podido transcurrir el tiempo necesario para diluir una buena parte de las responsabilidades.

Ahora los socialistas pretenden que el Congreso de los Diputados reforme, con carácter urgente, la normativa necesaria para que la transparencia fiscal de los políticos y entre en vigor lo antes posible. Se precisa que las declaraciones ampliadas serán publicadas y referirán los datos fiscales correspondientes al ejercicio anterior a su presentación y se aportarán tanto al inicio como al final del mandato, actualizándose con periodicidad anual durante la duración del mismo, así como cuando varíen las circunstancias declaradas.

El listado debe incluir una cláusula específica pegada al caso Barcenas para  que los gobernantes informen de los "bienes y depósitos fuera del territorio nacional, con desglose de los mismos y cuantificando su valor". Las cuentas en España tendrán que ser presentadas incluyendo los saldos medios a la fecha de presentación y las variaciones año a año. Cualquier tipo de bien inmueble, urbano o rústico, ya sea en propiedad, en sociedad, deberá ir en la declaración, así como si se posee deuda pública, valores (propios o cedidos a terceros), seguros de vida y cualquier valor mueble "cuyo valor supere los 2.500 euros".

Los diputados, altos cargos y miembros del Gobierno… deberán detallar todos los cargos que ejercen, ya sea en una institución o en el partido; si participan en órganos colegiados, así como cualquier actividad privada, y, además, si la empresa para la que se trabaja es concesionaria, contratista arrendataria o participa en el sector público.

Pero digo yo, y creo que digo bien: para terminar con este latrocinio estructural no sería preciso hacer del Tribunal de Cuentas un órgano eficaz separándolo de la influencia de los partidos. Absolutamente independiente del poder ejecutivo y dar completa independencia al poder judicial. Además si quieren enseñar algo que no sea la declaración de renta ni contabilidad A. Que sean las comisiones de obras y la contabilidad B. Los políticos se cansan de afirmar que el que la hace la paga, pero aquí los únicos que pagamos somos los españolitos de pie.