martes, 5 de febrero de 2013

CONTRA EL PECADO DE AVARICIA. ¿Donde está la Conferencia Episcopal?





LA NEUTRALIDAD NOS CONVIERTE EN CÓMPLICES



Los partidos mayoritarios se reparten a algunos jueces, tenemos seis millones de parados y cientos de miles de ciudadanos sin vivienda. La salud se está entregando a empresas privadas y las escuelas a la Conferencia Episcopal. No vivimos en una democracia sino en una dictadura del capital que ordena las políticas a seguir a los gobiernos
 
El caso Bárcenas es una razón más para la rebeldía, es la punta del iceberg. El capitalismo es corrupción y se sustenta sobre esas bases. Y cuando digo el PP digo también el PSOE, no distingo unos de otros. Debemos construirnos un pensamiento crítico, ser inconformistas y rebelarnos ante las injusticias como ciudadanos, independientemente porque el capitalismo no ataca a los profesores, a los abogados o a los taxistas…., ataca a la clase trabajadora, que supone el 85% de la población. Como seres humanos debemos comprometernos, tomar partido y nunca ser neutrales porque la neutralidad nos convierte en cómplices.

El silencio de la Conferencia Episcopal ante la corrupción es también una forma de complicidad implícita. ¿Tendremos que esperar nuevamente al Cristo del Evangelio para que eche del templo de la Democracia a latigazos a los fariseos?

Tanto en los debates públicos como en la prensa se denuncia y condena la corrupción de los políticos que está destruyendo la democracia española, pero rara vez la Iglesia Católica se pronuncia al respecto. ¿Por qué? Los políticos católicos que se apropian de dinero de una forma ilegal están cometiendo una falta contra el séptimo Mandamiento y contra el pecado de avaricia. La Iglesia Católica, tan afín al Partido Popular español, ¿debería excomulgar a sus miembros corruptos por cometer el mencionado pecado capital?
¿Por qué no lo hace? ¿Por qué la Iglesia Católica Española, que hace declaraciones por cualquier asunto que vaya contra su idea de moralidad y ética, no se pronuncia sobre la corrupción sistemática de algunos miembros del PP?

Sto. Tomás de Aquino escribió que la avaricia es «un pecado contra Dios, al igual que todos los pecados mortales, en lo que el hombre condena las cosas eternas por las cosas temporales». Avaricia es un término que describe muchos otros ejemplos de pecados. Estos incluyen deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal, como en el caso de dejarse sobornar. Búsqueda y acumulación de objetos, los engaños o la manipulación de la autoridad. ¿No es todo esto una descripción perfecta de un político corrupto español? Entonces, ¿por qué no interviene la Iglesia Católica amonestando y condenando a los políticos católicos corruptos?

5 comentarios:

  1. Miguel Angel Barroso Lanza.5 de febrero de 2013, 23:04

    La Iglesia Católica perdió el norte a partir de ser nombrado por Constantino el cristianismo religión del Estado. Pasó de ser perseguida a perseguidora, se creó ese enorme estamento que es hoy día, con una jerarquía similar a las cortes de los reyes. Se desvió totalmente del mensaje de Cristo y asi continúa hasta nuestros días. No existe vergüenza ni moral a nivel institución ¿cómo le vamos a pedir eso a los políticos cuando todos sabemos que entran en la política para medrar,para prosperar pese a quien pese? ¿De que nos quejamos cuando tenemos lo que hemos votado? No hablo de un partido en concreto, hablo de todos los políticos en general incluyendo a esos parásitos de los Sindicatos. ¿Una noticia feliz? que mañana me despierte con la noticia qie se los tragó la tierra. Ojo, tambien a esos periodistas estrellas y a los periódicos unipartidistas.

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  2. Rafael Guardiola Huertas6 de febrero de 2013, 11:57

    Querido amigo Jesús: He leído con la atención que merecen todos tus escritos y especialmente los que vienes publicando en ELCIRCULO DEL ÁGORA. El que hoy nos ocupa, no es de los menos trascendentes en mi opinión, porque afecta no sólo a la moral de personas importantes si no también influyentes en la sociedad española, hasta extremos que podrían ser lesivos para la seguridad nacional, al afectar al concepto de justicia cuando en la actualidad hay tantas personas desplazadas de la oportunidad de ganarse honradamente la vida viendo cómo los políticos se reparten un pastel que se fundamenta en la corrupción. Otro tanto, puede conmover al ciudadano medio,
    por cuanto desconocemos la capacidad que los manejos de capitales tan importantes puedan tener en el resultado de las elecciones para la gobernación de los distintos estamentos de la nación, despertando la desconfianza en que no sean los que ganan las elecciones los legítimos depositarios de la confianza del pueblo. Este sería el mayor daño a la democracia que tanto nos costó conseguir.

    Pero no quiero salir de tu punto de vista en la cuestión, como es la estoicidad que aparentemente afecta, sobre la AVARICIA, al comportamiento de la Iglesia Católica. Supongo que realmente te estás refiriendo a la Jerarquía encarnada en la Conferencia Episcopal Española. Efectivamente la avaricia es un pecado capital, pero desde siempre la Jerarquía española ha utilizado la influencia sobre sus fieles según el color de la ideología del pecador. Te dirán que sea el que sea, será lo mismo en el plano moral, pero el derecho que se irroga la Iglesia para reprender públicamente el comportamiento de los fieles es siempre diferente ante unos que ante los otros, con lo que se está abusando de la gran capacidad de influencia que la palabra, en el nombre de Dios, tiene en las masas. La historia nos conduce por el sendero de la verdad; desde el preciso momento en que la Iglesia se confunde con el poder residual que mantiene el Imperio Romano, su escoramiento hacia el dinero y el poder es un hecho indiscutible, hasta el extremo que los Concilios, máximo consejo y único superior al poder papal, unas veces son convocados por los papas y otros por los príncipes reinantes. ¿Cómo debería ser? Entiendo que la Ley por delante y si aceptamos que los mandamientos son la Ley de Diós, ¿Para qué seguir? Lo que sí considero es que no se puede cambiar en un momento los 1500 años de promiscuidad IGLESIA-ESTADO, aunque lo diga la Constitución. Hay otros clérigos que piensan diferente, pero los que alcanzan los puestos definitivos, siempre son los mismos.

    En política el concepto de pecado no existe y a mi me parece bien, porque el tal concepto lleva aparejado el de confesión, arrepentimiento, restitución, propósito de enmienda y perdón. El concepto civil de delito tiene otros preceptos, que contando con una buena justicia bastaría para enmendar cada alteración de la misma, pero no para inducir en la sociedad española el convencimiento de que la honradez sea la mejor virtud que enaltece al ser humano y eso porque carecemos de una buena educación en el sentido moral y no como piensan algunos que la educación se demuestra solamente por la cortesía y la urbanidad, que tambien son buenas formas, pero poco tienen que ver con la verdadera educación, que debe recibirse desde la primera parte de la niñez. El domingo pasado comenzó una nueva serie de entrevistas del periodista catalán Jordi Évole, en el canal 6 de TV., que se había desplazado a Finlandia para conocer el sistema educacional de aquel país, que está considerado en el primer lugar del mundo en eficiencia. Quedó claro que la sociedad y la indibidualidad colaboran por igual en conseguirlo. Estamos muy lejos de esto.

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    1. Rafael, me encanta tu comentario y lo suscribo. Si todas las personas comprometidas con la política tuvieran tu talante democrático “otro gallo nos cantaría”. Pero en estos momentos y con la que está cayendo hay que revestirse con la fuerza de la razón, no con la razón de la fuerza, y marcar territorio a los jóvenes que deben responsabilizarse de nuestra herencia que lamentablemente no es tan buena como debería ser después de haber pasado lo pasado.
      El Evangelio es la hoja de ruta para los cristianos. El testimonio que estamos proyectando hacia los desamparados no es precisamente ejemplarizante. Personalmente, cada vez me siento más alejado de la Jerarquía y la Jerarquía más distante del Evangelio

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  3. Hay quien se pregunta si es grave que Aznar vuelva. como se reclama por Anson y otros grupos políticos de la derecha..¿? Pues sí que puede ser grave. Toda esta maraña, todo está burbuja empezó con él. La derecha española al igual que la izquierda necesita una regeneración urgente. España es su pueblo y lo primero, esta frase que alguno puede tildar de populista es algo que ha caído en el olvido.
    Si se presta atención a los portavoces del PP, se puede apreciar como el 'tú más'. Como niños pequeños te hablan de como el PSOE también tiene corrupción y que a ellos se les quejan menos.
    Nos importa un bledo quien más tenga corrupción, ustedes tienen y deben responder por ello. Servir al pueblo debe ser un orgullo y no una forma de beneficio. Cuando se hacen mal las cosas hay que irse, a la mínima sospecha. Se debe dar ejemplo siempre procurando una política que pretenda prosperidad con la cultura como bandera más sensata. Pero aun con tanto poder, y aunque saldrán inmunes han perdido. En política se pierde cuando eres un problema para el votante, tan solo con que alguien creíble ponga la cabeza de todos estos sinvergüenzas en bandeja de plata, será presidente. Creo que hay que buscarlos, hay que perseguirlos, sin importar quienes sean, ni el cuándo ni el donde. Creo que hacen falta penas que no olviden en toda la historia.

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  4. No debe extrañarnos que la jerarquía católica calle ante la corrupción, la avaricia y el soborno. Estos pecados o delitos no les importan y menos si son cometidos por la derecha. Parece que solo tienen ojos para el sexo, este sí es una autentica obsesión para la iglesia.
    Pero si algo les preocupa seriamente es la pérdida de poder e influencia en la sociedad; todos sus pasos están encaminados a no perder parcelas de poder. La educación, base de nuestro futuro, es su objetivo principal; con el actual gobierno ya han conseguido que elimine educación para la ciudadanía y que la religión sea casi obligatoria, so pena de cursar otra asignatura más difícil.
    ¿Qué importa la corrupción? ¡Como hacer una manifestación contra ella y enemistarse con los que les apoyan! Son uña y carne o como tu dices son afines.
    Tienes razón al afirmar que el silencio de la conferencia episcopal es escandaloso. Pienso que hace tiempo que la iglesia traicionó al evangelio, creo que el mensaje de Jesús ha quedado totalmente devaluado y falseado.
    Fernando Jauralde

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