En
los movimientos de crítica que ha sacudido Europa que se inicia en las redes
informáticas sociales para ocupar los espacios urbanos. En España el sistema
político ha mostrado menos sensibilidad ante la protesta y los suicidios
por los desahucios han disparado la alarma social cambiando la conciencia popular,
pero el sistema político se mantiene. Esto puede degenerar en enfrentamientos y
en violencia ante el terreno abonado por las provocaciones y la rabia de los
jóvenes, dentro de una sociedad movilizada, indignada y sin respuesta institucional
creíble. Es muy posible que este estado de cosas pueda existir violencia.
Parte de la
desconfianza hacia los políticos se produce al ser percibidos como subordinados del capitalismo financiero. Existiendo ahora una tendencia anticapitalista que rechaza como funciona el
sistema financiero. También se percibe la subordinación de las instituciones y
los partidos a este sistema financiero.
El movimiento parte del malestar
económico y social, pero es sobre todo un movimiento político que exige democracia
real y denuncia firmemente la falta de alternativas. Existe actualmente un
movimiento de crítica, de rechazo que ha generado más debate y ha creado más
conciencia política que todos los partidos juntos en veinte años.
Hoy,
estamos en un periodo constituyente donde no desaparecen los partidos
conservadores, pero la izquierda está en crisis, pese a que hay un espacio de
centroizquierda que no se llena porque la ley electoral funciona como mecanismo
de bloqueo. Los partidos españoles se sienten acosados, creen que si se abren
desaparecen. Y tienen razón, sobre todo, la izquierda y eso es dramático.
El
individuo aislado con su enfado no tiene fuerza por eso hay que propiciar los
movimientos sociales ciudadanos por la comunicación. Se pasa demasiado
rápidamente de la humillación a la autodestrucción. Afortunadamente existe un
espacio de comunicación via internet, en el que muchos jóvenes viven y se organizan
donde viven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario