jueves, 12 de julio de 2018

Hay que morir, mientras vivimos.


Cuando se ha gastado, con mucho, la mayor parte de la vida.
He cumplido muchos años. Volveré a agradecer los cumplidos con deseos sinceros de quienes aspiran a convencerme de que lo mejor es cambiar de tema.
Al andar se hace el camino,y al volver la vista atrás
se ve la senda que nuncase ha de volver a pisar.
No faltan, los buenos amigos que recurren a asegurarme que  se han ampliado tanto las fronteras que, a mis años, se es mucho más joven que en el pasado y que, por lo tanto, la expectativa de vida es mayor, además soy un eterno enfermo con salud de hierro. Y todo ello sin dejar de agradecer a quienes, al conocer mi edad, no dudan decir que no la aparento, que son muchos los de mi generación que desearían encontrarse tan bien como yo me encuentro.
Aparento estar bien de salud, la alegría de vivir no me abandona, disfruto del amor y del cariño de mi familia e intento prodigarlo a manos llenas. Mi vocación utópica de la vida sigue intacta. Conozco la familia, la amistad, la docencia y mi entusiasmo por ambas no han languidecido. Leo, escribo e intento enterarme y estar en mi mundo, con más perseverancia que en el pasado. No sé vivir sin Esperanza, que cultivo cada día en todas las pequeñas cosas. La fortuna me ha bendecido con una magnifica familia, cuatro maravillosos hijos y además he hecho dos carreras, escrito tres libros y conozco la experiencia de ser abuelo… ¿qué más puedo pedir?
¿Me doy acaso por cumplido y, saciado, quiero partir? ¿Ya lo tengo todo y nada me queda por ganar? ¿Se ha quedado sin futuro mi deseo?... Nada de eso, obro y deseo con la intensidad de siempre. Lo que no quiero, lo que temo, justamente, es que la muerte se olvide de abrazarme cuando ya no pueda vivir como vivo. Con esta intensidad, con este entusiasmo, con este deseo. Cuando de mí no quede sino un saldo, las frías cenizas de un fuego que se apagó. Para que eso no suceda, lo mejor sería no abusar de los años.
No quiero dejarme engañar por la tentación de trescientos días más y luego otros trescientos y terminar perdiéndolo. ¿Pero qué hacer para remediarlo si se renuncia al suicidio? Hay gente afortunada y gente en manos del infortunio. La primera es arrancada a sus pasiones sin haberlas perdido. En el goce de su intensidad. La segunda se sobrevive, integra la extensa caravana de los que se han excedido durando más años de los que lograron vivir. Inexisten; son pura permanencia. O nostalgia sin más de lo sido.
Nací sin voluntad de hacerlo y moriré sin quererlo e igual que cuando nací no necesitare nada, todo lo que poseo se quedará aquí. Espero que sea para disfrute y recuerdo de los demás, para que la evocación perdure con mi obra, mi trabajo y fundamentalmente mi amor.
Deseo estar lejos de los tormentos que atribuye el deterioro del cuerpo y de la mente. Y si la muerte oportuna, tal como la entiendo, no llega cuando se aclama, sólo cabe implorar que sobrevenga.
Mi vida ha sido larga, larga en logros, emociones y revelaciones que reflejaron miserias y riquezas. El arte del bien morir no puede ser otro que el de morir estando bien.  Sabiéndonos protagonistas de lo que nos pasa. Morir mientras vivimos, porque la verdadera muerte se enmascara en ese después y cuando la mejor inquietud ya se ha perdido y se espera la recompensa del más allá.

viernes, 27 de abril de 2018

Los hechos describen una salvajada. Ninguna mujer puede sentirse bien


Un palo tremendo para las mujeres
La reciente sentencia dictada por el juez de Pamplona contra la “Manada” ha hecho que infinidad de personas, la mayoría mujeres, se hayan manifestado en ciudades de toda España en reprobación por la sentencia judicial.
Las protestas llegaron después de que la Audiencia de Navarra condenase a los cinco miembros de este grupo, juzgados en la capital navarra por la violación grupal de una joven en Pamplona durante los Sanfermines de 2016. Desde los poderes públicos no se puede "en ningún caso incitar a tomar la justicia al margen del Estado de derecho. Son los jueces los que visionaron los vídeos y los que dictan las sentencias".
Los acusados, que están en prisión preventiva desde julio de 2016, se enfrentaban a una petición fiscal de 22 años de prisión cada uno. Además uno de los magistrados ha emitido un voto particular en el que aboga por la absolución.
La sentencia de La Manada ha sido "un varapalo tremendo para las mujeres, el "dolor" y la "indignación" por lo que esta sentencia supone de "falta de respeto" hacia su libertad, su igualdad y su derecho a la sexualidad y a vivir la noche y la fiesta en las mismas condiciones que los hombres.
En el objetivo de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres hay omisiones manifiestas. Es notorio que falta legislativa contra todas las formas de violencia y no abordar las causas estructurales de discriminación y violencia contra las mujeres, Estamos en una sociedad injusta en la que la desigualdad entre uno y otro sexo es visible en múltiples aspectos  y siempre la mujer se queda con la peor parte.
Entendemos que los hechos fueron muy graves que la mujer fue violentada y las sergas son de violación, por eso esta sentencia constituye un mensaje de desesperanza para las mujeres al aceptarse nuevamente esa discriminación por razón de sexo con el argumento de que “España es así ”¿para qué vamos a cambiar nada si estamos muy bien así mandando los hombres?
Es un momento para hacer una reflexión" sobre el modo en que está tipificada la violencia sexual en España y muy posiblemente puede resultar urgente promover una reforma sobre el Código Penal.
La sentencia reconoce que se ha cometido un delito, que hay una víctima, sobre la que se ha atentado contra su integridad sexual.  Tal vez haya que pensarse cambiar las calificaciones de agresión sexual y abuso sexual, también qué se considera violación y qué no.




viernes, 20 de abril de 2018

La felicidad es un trayecto, no un destino.


Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.
Aprende que lo más importante es que creas en ti y si haces algo no esperes nada a cambio, hazlo porque te apetece. Date cuenta de tu paz interior, esa  que tenemos alojada en nuestra alma desde que nacimos y es nuestro regalo como humano, único y extraordinario.
Vivimos en una trampa permanente. Cuantas veces esperamos a tiempos mejores para hacer realidad un sueño. Nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y pensamos que vamos a ser felices cuando lo sean. Después de esto renegamos porque están en la “edad del pavo” y son difíciles de tratar. Ciertamente vamos a ser más felices cuando salgan de esta etapa. Nos decimos que nuestra vida va a estar completa cuando a nuestro marido o mujer le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos jubilados… Pero entonces caemos en la cuenta que nos queda menos años de vida, que los hijos volaron. Nuestros amigos son mayores y alguno desapareció.
La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA. Si no es ahora, ¿cuándo? Tu vida siempre va a estar llena de desafíos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas.
El la fábula de La lechera Samaniego escribía:No seas ambiciosa de mejor o más próspera fortuna; que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna. No anheles impaciente el bien futuro: mira que ni el presente está seguro”.
Escribió D'Souza:Por largo tiempo parecía para mí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda por pagar, entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta que los obstáculos eran Mi Vida”.
Guarda cada momento que tengas, y guárdalo cuando lo compartas con “alguien” especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo, y acuérdate que el tiempo no espera a nadie… Deja de esperar, hasta que te des cuenta, hasta que bajes diez kilos, hasta que tengas hijos, hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te separes, hasta el viernes a la noche o el domingo a la mañana. Hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno… o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que AHORA para ser feliz Por eso:trabaja como si no necesitaras el dinero, ama como si nunca te hubieran herido, y baila como si nadie te estuviera viendo…”
Actúa de manera sencilla ante la vida y libera la conciencia de ilusiones o promesas eternas y lo que su sentir puede generar. Toma conciencia de la energía que consumes para verte en la situación futura y solo cuando dejas de esperar tu vida cambia. Cuando tomas esta decisión tu corazón respira aliviado y comienza a ser verdaderamente.  Nos centramos en el cómo tenemos que vivir, sin darnos cuenta, nos condicionamos y no vivimos. Decide detener los pensamientos futuros acerca de tu persona. Decide dejar de crear expectativas y vivir en ellas continuamente… Céntrate solo en lo que suceda a cada momento y  disfrútalo, en lugar de estar esperando. Descubre, entonces, que la vida cambia cuando dejar de esperar y empiezas a vivir.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...