Carta abierta. Dirigida a PLP
Cada cual, tiene un destino específico
que cumplir en este mundo, y que debería hacerse en función de nuestras
posibilidades reales y en oficio de nuestros talentos, porque la idea de la
transcendencia debe sobrevolar por encima de la misma Utopía y del sentido de
nuestra eficacia.
Entramos en este mundo para cumplir
una misión, para representar un papel. Somos, en el fondo lo que los demás ven
en nosotros cuando la historia sitúe las cosas en el lugar que corresponde.
Tenemos la obligación de asumir íntegramente
nuestras responsabilidades, sin echar
balones fuera, sin culpabilizar a nada ni a nadie de todo aquello que hemos
elegido libremente con voluntad y conciencia objetiva.
Estamos mal posicionados en la vida, cuando
no somos capaces de generar nuestra propia autocritica para asumir las
responsabilidades correspondientes a nuestros compromisos voluntariamente aceptados.
Tal vez por eso, o solo por eso, PLP, te regalo esta reflexión:
La realidad más dura, nunca se arregla ni se expresa, pues
el pueblo y las magas caminan en paralelo, el pueblo en el suelo raso y los
políticos en el cielo, aunque hayan pasado años del supuesto cambio, hay cosas
que no cambian por mucho que se disfracen las magas, con maquillaje, chistera o
guantes blancos.
Os creyeron en su momento alimentando las esperanzas, con
palabras mágicas "Libertad, Democracia y Tolerancia", un paso
adelante pero se quedó estática, todo se arregló con pactos y consensos, mirando al enemigo más que al pueblo con
la herencia de lo sabido, desencantos y dudas, dando gloria y poder para los
viejos cuervos.
El enemigo aún sigue estando, el que mueve los hilos del
fascismo y economismo marcando las pautas de nuestro destino, hablando de sus
futuros y progresos y para el pueblo con su voto, sigue excluido obedeciendo y
pagando tributos por el bien común de la democracia, de los parásitos reales
que viven del circo.
No existen ideologías que valgan, solo políticos repeinados de traje y corbata funcionarios del
capitalismo que utilizan el voto como coartada en las reglas del juego esas que
impusieron para tapar sus miedos, sacando de la chistera la autocomplacencia, para
tapar el hedor de sus sangrientas manos enterrando la memoria histórica con
cánticos y vocabulario nuevo, para el bien común de un pueblo engañado.
PLP. Siempre estaré a tu disposición, sí decides pensar únicamente en el pueblo.
PLP. Siempre estaré a tu disposición, sí decides pensar únicamente en el pueblo.
Nietzsche creyó en algún momento que Dios había muerto y que esto abría
un futuro esplendoroso a la humanidad. Tal vez tenía razón. O, tal vez, ahora
gritaría, despavorido: ¡Dios, resucita y perdóname porque no sabía que aún
podía ser peor!