lunes, 7 de octubre de 2013

CORREMOS EL RIESGO DE PASAR DEL ESTADO DE BIENESTAR AL DE BENEFICENCIA




UNA SOCIEDAD DE CONSUMIDORES Y CONSUMIDOS

La crisis se presenta como catástrofe pero también puede verse como estafa.

Traigo a mi Ágora una nueva reflexión. El cómo esta sociedad neoliberal, profundamente monetarista ha conseguido cambiarlo casi todo en nuestro entorno social y sin que este cambio se haya notado demasiado durante el paso del tiempo, porque la sociedad en su conjunto se fue anestesiando, adormeciendo, viviendo en la trampa de una burbuja de desarrollo.

Esta crisis está suponiendo una marcha atrás de varias décadas en las políticas de inserción social, cuando el liberalismo económico, entroniza la figura del emprendedor como modelo social y sitúa la competitividad como motor de cualquier progreso. En fase de bonanza económica, especialmente si está basada en dinámicas especulativas, este ideario tiene una gran aceptación social porque siempre hay historias de éxito fulgurante que mostrar. Pero, este tiempo de crisis, se vuelve fácilmente contra los pobres.

En los años setenta los pobres de Madrid (me imagino que ocurriría igual en otras regiones de la España invertebrada) que estaban concentrados en núcleos como Orcasitas, La Celsa, El Pozo, Malmea...etc., conocían su realidad social, que en mayor de los casos habían asumido incluso su conciencia de clase. Su vida transcurría entre insatisfacción y gnosis social aceptada. Vivían dentro de un concepto de pobreza y a la que podríamos denominar POBREZA CLÁSICA. Eran pobres, se consideraban pobres y su vivencia transcurría en armonía dentro de su realidad. Su cotidianidad se había adoptado a un modelo de vida y se organizaban fiestas participativas en la que ponían en común sus inquietudes sociales; durante los meses de estío se creaban tertulias en la calle en las que participaban todos. Yo tuve ocasión de conocer de alguna de estas tertulias en la Malmea, un núcleo de chabolas entere Virgen de Begoña y Fuencarral.

En los ochenta estos núcleos de población marginales experimentaron un cambio cualitativo y cuantitativo con la presencia de la droga, los pobres iban a ser nuevamente matraz de experimentación de un nuevo poder emergente. Algunos de estos pobres pasaron a no serlo “materialmente”. Estaban participando en la trampa de un negocio muy lucrativo que se había formado en torno a la droga, algunas de los anteriores grupos marginales sufrieron una profunda metamorfosis patológica que crispó absolutamente a sus moradores. El negocio de la droga se cebó con una juventud chabolista demasiado vulnerable. También, y al mismo tiempo, algunas empresas de seguros emergentes, aprovecharon su criminalidad social para usar a estos jóvenes. El mecanismo de chantaje consistía en pagarles una cantidad para que forzaran las cerraduras de algunas casas para meter el miedo en el cuerpo a sus moradores y dejar el camino fácil para la contratación de cerraduras de seguridad y pólizas, estaban haciendo el “caldo gordo”. La estructura neocapitalista emergente, penetra en interior del tejido social más débil para usarlo y tirarlo. Aparece otro tipo de pobreza, en este caso: la POBEZA CRIMINALIZADA. Una parte importante de estos núcleos, posiblemente la población más inteligente, se dieron cuenta que su pobreza podría transformarse años despues en una nueva POBREZA RENTABLE. Pongo otro ejemplo: yo no acostumbro a pasear por la Puerta del Sol y sus aledaños pero este verano tuve la necesidad de hacer una gestión por esa zona. Me sorprendí ver todo un ejército de personas marginales portadoras de un peto amarillo en el que se escribía: “COMPRO ORO”. Detallé un centenar de estos hombres anuncio, hablé con alguno de ellos y me dijeron que cobraban por cliente que cambiaba el oro de los recuerdos del pasado por dinero (sortijas, pendientes, lianzas….). Me sorprendió que la mayor cantidad de estos personajes se agruparan en las proximidades de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. ¡Qué panorama ofrece la vida en crisis para millones de personas! En el entorno de cada ciudadano con peto y anuncio había un drama social

Hay pues más pobres que además están peor y tienen menos posibilidades de salir del agujero. Porque justo cuando más se necesitan, la crisis está erosionando también las políticas de inserción social. Los jóvenes menos formados o que necesitan un proceso de preparación más largo, tienen ahora menos posibilidades.

Amigos lectores, os dejo aquí este mensaje para que echéis una pensada unicamente desde vuestro sentido común y con más énfasis desde vuestras convicciones, y que nos ayude a recuperar nuevamente el verdadero sentido de la realidad. ¿ESTAMOS PASANDO DESDE EL ESTADO DE BIENESTAR AL DE BENEFICENCIA?

sábado, 5 de octubre de 2013

Incertidumbre






VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD ENFERMA.
¡ Cambiémosla ¡.
En la actualidad las guerras han cambiado de formato, ya no se realizan con armas o dinero, se emplea algo que es mucho más sutil que arranca desde la desinformación en un mundo en donde los medios de comunicación han alcanzado un desarrollo prodigioso. Sabemos únicamente aquello que al nuevo poder interesa que conozcamos, y que conozcamos en el momento preciso para poder generar un estado de opinión de incertidumbre y miedo. Incertidumbre del futuro inmediato y miedo a quedarnos sin trabajo. La nueva sociedad se estructura para pensar poco y preocuparnos mucho.

Cuadro de Nicolasio Morchabueno

En modo de dominio de este nuevo poder sutil y se encuentra dentro de un entorno sociológico que se ha ido sensibilizando en una dirección marcada de manera que se pueda llegar a un nuevo concepto de “cosificación” de la persona, anulación de la personalidad. De esta manera que dejemos de ser personas para transformarnos en una parte de la estructura burocrática en la que estamos inmersos. Voy a poner un ejemplo aclaratorio: cuando yo era joven y un alumno faltaba al colegio se movilizaban, profesor, colegio y familia, los tres se ponían de acuerdo para intentar atajar el problema en el menor tiempo posible y con la mayor implicación humana. Ahora el profesor redacta un informe de la ausencia del alumno a clase y se lo pasa al centro escolar, que rápidamente se forma un equipo con el psicólogo y otros para preparar uno nuevo, en esta ocasión dirigido al inspector correspondiente, que a su vez debe redactar otro para la consejería de educación de la Comunidad autónoma.
Papeles y más papeles que van burocratizando el proceso y alejándolo de la verdadera solución al problema. La burocracia nos está complicando la convivencia y machacando la relación interprofesional humana. Y lo peor es que nos están haciendo cambiar sin darnos cuenta, el miedo nos está atenazando, nos inmoviliza y nos hace conformistas de nuestra nueva realidad.
Un sin papeles no existe, no forma parte de nuestro mundo, no consta porque no se encuentra registrado, no está numerado. Los hechos se están convirtiendo en palabras escritas sobre un documento. Además, una cosa son los derechos y otra las necesidades y nada puede sustituir a la parquedad de la comida, de no pasar frio en invierno, de curarnos cuando enfermamos…etc.
Hemos entrado de lleno, sin habernos dado cuenta, en una sociedad enferma, en donde los valores de toda la vida han desaparecido o han mutado en contra de los derechos sociales que habíamos alcanzado con el trabajo de muchas personas durante numerosos años. En donde se ha sustituido la ética por la jurisprudencia. Ya no existe la posibilidad de un atisbo de utopía, la hemos aniquilado, y lo que es peor nos dejamos fácilmente corromper en una sociedad poco permisiva pero evidentemente corrupta y falta de valores éticos y morales. Porque la identidad es muchísimo más importante que la conducta, y la ética más que el derecho y por supuesto es preferible controlarte a que te controlen.
Para restaurar a la persona:
Primero es necesario que todos y cada uno de nosotros tomemos conciencia de nuestra realidad. Hay que recuperar el sentido de la realidad y plantearnos preguntas que lleguen a respuestas que nos creamos nosotros mismos, como por ejemplo: ¿para que nos vale el dinero si no nos conduce a la felicidad?
Segundo debemos retomar nuestro sentido común, que desgraciadamente ha pasado a ser el menos común de nuestros sentidos. Este sentido común nos debe hacer tomar conciencia de lo que somos y de lo que podíamos ser.
Tercero hay que recuperar nuestra pertenencia de vida dentro de un tejido social: sentir y poner en común lo que sentimos.
Lo más importante concebir que vivimos y como lo estamos haciendo. Transmitir nuestra experiencia de vida a los demás desde nuestro propio sentido crítico e inconformista y dentro de una sociedad poco tolerante.

viernes, 4 de octubre de 2013

Aire fresco





EL PAPA FRANCISCO SIGUE REMOVIENDO CONCIENCIAS
Ofreciendo un discurso con un tono muy distinto al de sus antecesores. Criticando el egocentrismo que se ha encontrado en la Curia vaticana y arremetiendo contra la jerarquía. El Papa ha pronunciado estas palabras ante una plaza de San Pedro llena de fieles que le han aplaudido. Parece estar empeñado en remover las aguas internas de la Iglesia. Ya, a finales de agosto concedió una entrevista en la la publicación de la Compañía de Jesús para hablar sobre la situación crítica de la Iglesia, los temas calientes de su pontificado en donde Francisco se mostró muy crítico con una Iglesia "obsesionada" con el aborto o el matrimonio gay.
A los obispos españoles les cuesta opinar sobre el y cuando lo hacen, despachan el compromiso con sutilezas que hacen difícil resumir si son favorables o recelosos. Ocurrió recientemente en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cuando su portavoz Rouco el fue preguntado por las alentadas declaraciones del pontífice a dos medios de comunicación. Dijo, con titubeos: “¿Qué quiere que le diga? Los papas del siglo XX y del siglo XXI han sido grandísimas personalidades. Los católicos estamos siempre con el Papa, sea quien sea, no porque sea este o aquel, sino porque es el sucesor de Pedro, el vicario de Cristo y la cabeza del Colegio Episcopal. A veces es muy fácil, y otras menos. Al Papa no se le enjuicia, sino que se reza con él. Con Francisco es muy fácil porque tiene perfil de santo. Ni juicios destructivos, ni juicios aduladores, que son propios de la corte mundana”.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...