sábado, 7 de septiembre de 2013

Los recortes



MERMA DE DERECHOS HUMANOS, VERSUS RECORTES ESTRUCTURALES.

Por criterio general podríamos apelar a Los derechos humanos como: libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos como: la educación, la salud, la vivienda, la libertad de expresión….etc., que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna. 
Vivimos actualmente sumergidos en una autentica crisis de DERECHOS HUMANOS, que el poder se ha empeñado en enmascarar con eufemismos llamándolo, “RECORTES”, para intentar justificar una situación confusa que ha sido articulada desde las más altas estancias del poder económico, a partir una estructura neoliberal del capital que tiende a ser cada vez mas rácana con lo social en beneficio de lo particular y  que posibilita que las diferencias entre ricos y pobres sea cada vez mayor.
Esta crisis es una escusa clara para favorecer una merma de DERECHOS HUMANOS. Los gobiernos europeos en general y España en particular están empeñados en no intentar relacionar los derechos humanos con la crisis económica que padecemos. Los mandatarios de los países del primer mundo se han reunido en todos los foros posibles para tratar de la crisis, jamás para plantear ninguna merma en los DERECHOS HUMANOS que están sufriendo los países. Sí, para hablar de ajustes o recortes estructurales que permitan una salida de la crisis. Pero esos recortes estructurales no están afectando a ninguna de las bases del capital, si no  que están perturbando al tejido productivo social, más indefenso y numeroso. 
La educación, la vivienda y la sanidad  son tan DERECHOS HUMANOS como la  libre asociación política, pero la mayoría de los gobiernos los consideran capacidades sociales que recortan o aumentan en función de la situación. El capital ha inducido machaconamente  a la gente a comprar casas y ahora se quedan sin ellas por no poder pagarlas.Es importante que concibamos la vivienda como un derecho, nadie debe quedarse sin techo ni ser desalojado por la fuerza de su casa. Necesitamos como mínimo el nivel de protección de Alemania, donde el derecho a la vivienda, a la salud y a la educación está recogido en el núcleo de derechos fundamentales.

Según Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional para España: “Hay dos tipos de violación de derechos humanos en el ámbito de la vivienda: el desalojo forzoso cuando el Estado u otra Administración derriba tu vivienda y los desahucios por impago. Uno y otro parten de que en España la vivienda se considera un bien de consumo y no un derecho humano, y por tanto el ciudadano no tiene protección legal, está indefenso y lo único que puede reclamar a un juez es que alivie las deudas pero no que defienda su derecho a una vivienda. La legislación hipotecaria es del siglo XIX, cuando no existía el concepto de derechos humanos y el Tribunal Constitucional nunca admitió un recurso de amparo por el derecho a una vivienda digna en más de 35 años de democracia. A largo plazo, o se pone la vivienda en el núcleo de los derechos fundamentales o se hace una ley específica del derecho a una vivienda digna”. 
La merma de derechos fundamentales está propiciando una avalancha de movilizaciones populares en toda España, y el incremento de un asociacionismos, sin referencia política, que está reclama modificaciones importantes en el código penal, con objeto de que no se sigan produciendo mas agresiones a los derechos fundamentales de las personas como la posesión de una vivienda digna y el cuidado de su salud. Se violan estos derechos de vivienda y sanidad, pero el ciudadano  no puede reclamar a un juez. En España, solo tiene esa consideración LA EDUCACIÓN, que sí está contenida como Derecho Constitucional. Hay que cambiar de orientación para que la vivienda y sanidad  tengan protección legal como en Francia o Alemania. 
Vivimos una época difícil, período de retroceso de DERECHOS HUMANOS, pero no es una crisis económica universal. Es muy probable que de un año para otro, unos 50 millones de personas acaben en el desempleo, según la OIT, lo cual es un trance importante de los DERECHOS HUMANOS.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Con dedicatoría



VIVIR LA VIDA COMO UNA EXCLAMACIÓN,… NO COMO UNA EXPLICACIÓN
Como “marca hojas” del libro que estoy leyendo leo una sentencia, al parecer atribuible a un tal, M.A. Palomo, que dice así”Vivir siempre la vida como una exclamación y no como una explicación”…..; de momento aparco la lectura del libro de Almudena Grandes, Inés y la alegría y me pongo a reflexionar. La frase encierra toda una filosofía de vida.   
Inmediatamente recuerdo otra sentencia que no soy capaz de localizar a su autor, que más o menos expresa: “Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír”.
Rápidamente, me pregunto a mi mismo ¿Estás disfrutando la vida o eres de lo que dejan que las circunstancias saquen provecho de las cosas? Te has puesto a pensar que la vida es corta y muchas veces nosotros no la aprovechamos al máximo. Que hemos perdido parte de la esencia de lo que es y de lo que representa el ser humano, ese que permanece a nuestro lado la mayor parte del día, con ese o esa que en algún momento de nuestra existencia fuimos capaces de un plantearnos un compromiso de vida, aquel que vive junto a nosotros y lo está pasando mal muy mal.
¿Es importante en nuestra ética la noción de "ser humano"? ¿Es relevante a la hora de juzgar la moralidad de una acción que su objeto sea un ser humano? ¿Podemos tratar a los seres humanos como a los que no lo son? ¿Implica ser un ser humano algunas prerrogativas especiales? Desde el punto de vista de nuestras prácticas morales la respuesta parece tan clara como contundente: nada hay más importante a la hora de juzgar una conducta que considerar si su objeto es un ser humano o no.
Desde mi punto de vista, desde la óptica de los seres humanos, nada es más importante que ser humano. Juzgamos como un indudable progreso moral la captación de la importancia de ser humano. Para nosotros, uno de los mayores avances morales de la humanidad consiste en percatarse de que un hombre o una mujer es un ser humano y debe tratarse como tal, antes que cualquier otra consideración, antes que romano o bárbaro, judío o gentil, rico o pobre, listo o tonto, blanco o negro, enemigo o amigo.
Por eso, podemos entender sin demasiadas explicaciones, la exclamación de W. Holmes que llegó a convertirse en uno de las indicaciones antiesclavistas fundamentales en la guerra de Secesión americana: "un hombre es un hombre, es un hombre". De este modo, en el plano de nuestras prácticas morales, de lo que los occidentales del siglo XXI consideramos de hecho que es buena o mala, la propiedad "ser un ser humano" goza de una importancia fundamental en la valoración moral de la conducta.
Después de esta libertad filosófica sobre el hombre-mujer, vuelvo al título de este trabajito, para mostrar que la sociedad en los últimos años se ha ido alejando de los planteamientos humanistas para caer de bruces en un mercantilismo atroz que ha permitido trastocar la escala de valores en la búsqueda de la felicidad como esencia de nuestra existencia. Una felicidad que no se encuentra ni en poder, tener o cualquier percepción religiosa incluyendo, por supuesto a la católica, que desde hace muchos años se fue aliando sistemáticamente con el poder en vez de lo contrario cuando la injusticia afecta a los más pobres, esencia misma del mensaje evangélico.  
Hay que vivir nuestra existencia teniendo en cuenta los otros habitantes que conviven con nosotros, sin estar permanente de nosotros mismos. Sin los demás no somos nadie y nuestro proyecto de Trascendencia, si la hubiere, sería en compañía de nuestros semejantes.

Dedico este pequeño trabajo a mi querida amiga Pilar Barbazán. Luchadora y buscadora incansable por la vida: la suya y la de los demás.
Estoy convencido que Pilar suscribirá lo que relato. ¡¡¡Salud¡¡¡

domingo, 1 de septiembre de 2013

VALDEMORILLO





El impuesto sobre bienes inmuebles. 
Hoy me voy a ocupar en mi blog de un asunto que estos días irrumpe a muchos madrileños y a otros ciudadanos del resto del Estado. El caso lo personalizo en mi pueblo en donde tengo fijada la residencia una parte importante del año. Valdemorillo

El IBI es un impuesto encuadrado en el sistema tributario local de España, de exacción obligatoria por los ayuntamientos, que grava el valor de la titularidad y otros derechos reales que recaigan sobre bienes inmuebles localizados en el municipio que recauda el tributo. Su gestión se comparte entre la Administración del Estado y los Ayuntamientos.
EL ÁGORA DE VALDEMORILLO. UN DIA DE FIESTAS
Su carácter real se deduce del gravamen que hace sobre la titularidad de los inmuebles o sobre los derechos que recaigan en los inmuebles, independientemente de qué sujeto ocupe su titularidad. Tiene además carácter objetivo, derivado de una cuantificación de la carga tributaria que atiende exclusivamente al valor del objeto, y no a las circunstancias de los sujetos pasivos.
Pues bien, todos los años cuando me llega la comunicación del pago del IBI, me pregunto, ¿cómo distribuirá el Ayuntamiento esta recaudación? Estoy convencido que estará publicado en alguna parte del consistorio a la vista de cualquier contribuyente, pero todavía debido a mi torpeza, no he conseguido conocer con precisión esta distribución económica de nuestras respectivas aportaciones.
Debo dejar constancia por adelantado, que dentro de un sistema de derechos y deberes democráticos, la contribución ciudadana es precisa para poder garantizar que las administraciones democráticas funcionen correctamente. Pero al hilo de la que “está cayendo” en torno al manejo administrativo de nuestros bienes en otros niveles, se me ocurre formular nuevamente una ingenua pregunta, ¿el pago de sueldos y otras asignaciones a los políticos que administran estos dineros no debería guardar relación proporción con lo colectado?
Hay necesidades perentorias ineludibles que deben considerarse como prioritarias a la hora de desglosar un presupuesto, esta separación corresponde con todos aquellos apartados relacionados con la seguridad de los ciudadanos. Este capítulo presupuestario debe tener fondos suficientes como para afrontar contingencias antes de que estas puedan ocurrir. A efecto de concretizar un poco más este tema puedo enumerarlos sin tenerme que mover de mi entorno próximo de residencia.
Limpiar la broza seca después de haber sufrido un incendio en el pueblo y no antes de que se produjera. El fatal acontecimiento convocó que la plana mayor de la política madrileña se diera cita en el pueblo.
La noche dentro de la urbanización, en los días que no hay luna llena, invita a los amantes de lo ajeno a encontrar un campo de maniobras perfecto. El alumbrado es escasísimo por no considerarlo nulo, es arcaico y se encuentra en un estado de conservación penoso. Bombilla fundida no es restituida por otra de menor consumo, simplemente no se cambia y ahorro.
Al hilo de lo anterior, un desaprensivo amante de lo público, se llevó todas las tapas de arquetas de acero de fundición, me imagino para venderlas en el rastro. Y como el sistema de seguridad y vigilancia es tan escaso y la luz tan tenue casi toda la urbanización se quedó sin tapas de registro de arquetas.
El Ayuntamiento, a las órdenes del mil veces concejal Francisco Coba debió tomar la decisión provisional de tapar los agujeros con todo aquello que encontró en la zona destinada a basuras, bidones de plástico amarillos que sobresalen medio metro de la cota superficial, trozos de madera, ….etc. Lo malo es que esta provisionalidad lleva cerca de un año, estos desechos están en base de destrucción y ofrecen un aspecto penoso para los ciudadanos visitantes y un peligro permanente para la ciudadanía en general.
En fin, podría ofrecer una relación casi interminable de carencias que corresponde solucionarlas el Ayuntamiento, pero debido a que el dinero resulta insuficiente, simplemente no se arreglan. Sin embargo TODOS los políticos en el gobierno cobran sus magníficos sueldos todos los meses, negados a todos los funcionarios de carrera y que cobrando un salario menor, sí que nos fueron descontados. Pero los ayuntamientos tienen dinero suficiente para unas cosas, pero para otras no lo tienen y es posible que no lo poseerán nunca, porque las deudas acumuladas durante los años de “Jauja” fueron tan desmadradas que jamás podrán ser recuperadas nuevamente con el “ladrillo”.
Debo dejar meridianamente claro lo que he mantenido al principio de mi escrito. La hacienda es cosa de TODOS pero considerando de manera definitiva de quien más tiene más debe aportar. La no contribución en sus legítimas aportaciones es un deber pero también un derecho el conocer cómo se gasta.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...