viernes, 16 de agosto de 2013

El valor del umbral de pobreza



EL INCREMENTO DE LA DESIGUALDAD
Quedarse impasible, revela insolidaridad muy grave.

Los últimos datos recogidos en el informe del Consejo Económico y Social muestran la crudísima realidad en España. Revelan el incremento de la pobreza y la desigualdad. La razón fundamental está en la elevada cifra del paro que afecta a 5 millones de personas. El trabajo refleja las razones del deterioro de las familias.

El INE sitúa el umbral de pobreza dependiendo de la distribución de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Se fija este umbral en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo. La tasa de riesgo de pobreza es el porcentaje de personas que está́ por debajo del umbral de pobreza. En los resultados que se presentan se ha utilizado el umbral para el conjunto nacional.

El valor del umbral de pobreza, expresado como ingreso equivalente de la persona, se establece en euros. Esto quiere decir que una persona con unos ingresos anuales por unidad de consumo inferiores a este umbral se considera que está en riesgo de pobreza. El valor del umbral de pobreza, expresado como ingreso total del hogar, depende del tamaño del hogar y de las edades de sus miembros, es decir, del número de unidades de consumo.

El porcentaje de hogares españoles que llega a fin de mes con "mucha dificultad" es del 12,7 %. Los ingresos medios anuales de los hogares españoles alcanzaron los 24.609, sí lo dividimos por persona, la media es de 9.321 euros. 

La tasa de pobreza disminuye entre los mayores de 65 años y está relacionada con el nivel de formación. El 44,5% de los hogares no se puede permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. El 40,0% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. El 7,4% de los hogares tiene retrasos en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad,...).

Verdaderamente, no se me antoja usar de los fríos datos estadísticos para contrastar una realidad de la que todos, de una manera u otra conocemos de nuestro entorno próximo que no nos debe dejar impasibles, más bien nos debe obligar a dejar volar nuestra imaginación en la búsqueda de soluciones a un problema cada vez más afincado en la realidad sociológica de los más jóvenes y de los más ancianos.

Llegar a fin de mes es una odisea para más de la mitad de las familias de España y dos de cada tres familias no pueden ahorrar nada debido a sus apreturas económicas. La subida de precios de los bienes de consumo sumada al aumento del paro y la congelación de muchas rentas da como resultado una cuesta de enero que dura todo el año y el incremento, en la desigualdad entre ricos y pobres, aumenta de forma exponencial.

La fría estadística revela que cuatro de cada diez hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, el número de hogares que no se ha podido permitir ir de vacaciones al menos una semana al año se ha situado este año en el 44,5%, también cifra récord en la crisis

También llama la atención que el 7,4% de los hogares admite que se retrasa en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda. La situación de la economía familiar no permite hacer grandes gastos, lo que no se nota en la adquisición de bienes duraderos, como coches, muebles, ordenadores o pequeños electrodomésticos Para más de la mitad de los ciudadanos la situación actual de su familia es peor que la de hace seis meses, debido sobre todo al alza continuada de los precios, aunque también porque los ingresos son insuficientes.

Siete de cada diez personas creen que la situación laboral está peor que hace seis meses. Casi todas las personas directamente preguntadas por mí afirma conocer a más de diez personas de su entorno que están en paro.

En los últimos años la desigualdad existente entre ricos y pobres en el seno de los países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ha incrementado hasta alcanzar su máximo nivel en 30 años, según refleja un informe elaborado por la institución internacional en el que el Estado español se sitúa ligeramente por encima del promedio de la OCDE. El documento señala que los ingresos medios del 10% más rico en el conjunto de la OCDE suponen actualmente nueve veces más que los del 10% más pobre. En el caso de España, esta brecha se sitúa en once veces.

En concreto, el ingreso medio del 10% de la población del Estado español con mayores ingresos era en 2008 alrededor de 38.000 euros, es decir once veces mayor que el del 10% de la población con menores ingresos, que tenía una renta media de 3.500 euros. El informe refleja un aumento de las horas trabajadas para los trabajadores con menor remuneración con respecto a los mejor remunerados. Desde mediados de los 90, el 20% inferior de los asalariados trabaja más. Hogares con niños

En España, unos 2.300.000 niños viven actualmente por debajo del umbral de la pobreza, es decir, 80.000 más que en 2010. Unicef, que pide a los políticos que tengan en cuenta a la infancia en los Presupuestos Generales del Estado. Estas cifras suponen que la tasa de pobreza infantil se sitúa en el 27,2%, es decir, un punto por encima de la reflejada en el informe 'La infancia en España: el impacto de la crisis en los niños', presentado el pasado mes de mayo por Unicef España.

Agosto caluroso en Valdemorillo.

miércoles, 14 de agosto de 2013

EL URBANISMO



CÓMO SE PUEDE SER CONCEJALA DE URBANISMO SIN SABERLO.

Las últimas encuestas del CIS ponen de relieve que únicamente uno de cada diez ciudadanos confía en la clase política. Si tenemos en consideración que este colectivo debe poner en orden nuestra economía para salir de la crisis económica. La esperanza de los ciudadanos se descubre como una experiencia aterradora.
Pero… ¿por qué se ha llegado a este punto en el cual la ciudadanía confié tan poco en los políticos? La política debe considerarse como una profesión, con buena carga vocacional, tan digna como pudiera ser cualquier otra. Difícilmente se puede ejercer la medicina sin la vocación de mejorar la salud de los pacientes o la de un profesor sin saber enseñar a sus alumnos. Resulta elemental que la condición vocacional sarta fundamental, imprescindible a la hora de ejercer dignamente una profesión, entonces ¿Qué les ocurre a los políticos?
Para un numero nos despreciable de ciudadanos que ejercen la política, esta se ha transformado en un medio lucrativo de vida, por encima de un servicio digno a la sociedad y anteponiendo los intereses personales sobre los colectivos. Cuando se sobrepasa esa línea roja se entra en un terreno complejo e imparable que es la corrupción a distintas escalas pero con un objetivo común vivir a otro nivel sin tener en cuenta los medios y los fines de tamaña decisión.
Desde luego quien tiene vocación política intenta hacer las cosas bien y se le nota. Y el primer problema que encontramos al analizar la bajísima credibilidad de los políticos es la llegada a esta actividad de muchas personas escasamente preparadas movidas no por la vocación, sino por la busca de un buen modus vivendi. Aquellas personas que no han acreditado su valía en otras actividades de la vida profesional. Estas personas son peligrosísimas, por dos razones muy substanciales. En primer lugar porque suelen ser unos incompetentes. ¿Cómo se puede ser Concejala de Urbanismo de un pueblo sin haber tenido antes una experiencia suficiente en los temas relacionados con el urbanismo? En segundo lugar, al no tener conocimientos suficientes de nada, se aferran al cargo amparándose en las listas cerradas de los partidos políticos y son capaces de mentir una y mil veces y pisar la cabeza de quien procure menear el sillón.
Voy a soltar una frase de E. Valladares que viene al caso: La palabra tiene que estar conforme con la conciencia y el discurso con el ejemplo. Ser en la calle la personificación exacta, el reflejo fidelísimo de lo que se dice en el estrado o en el pulpito. Ejemplo, ejemplo…y más ejemplo. La falta de ejemplaridad es causa de los grandes fracasos en la religión y en la política.”
Si alguien pretende sacar como conclusión de estas líneas de que todos los políticos son corruptos, está confundido. En la política hay, afortunadamente, gente honrada y gracias a ellos y a su pesar la cosa tienden a funcionar. Pero a estos políticos honestos habría que recriminarlos el no hacer algo más por evitar la presencia de los corruptos en el mundo de la política.
Me vais a permitir una reflexión al hilo de este asunto: El ser humano tiene tendencia innata a ser egoísta y avaricioso. La diferencia entre personas está en la escala de valores, en lo que cada uno necesita para alcanzar una felicidad relativa despojándose de la envidia como elemento referencial. Todos necesitamos un estatus que nos permita una vida digna. Pero no todos valuamos de la misma forma nuestras necesidades.
Algunos, hemos conseguido situar nuestra felicidad en un umbral de posible adquisición. Nos basta la salud como partida para disfrutar plenamente de la inmensa cantidad de bellos momentos que nos puede ofrece la vida, para sentirse considerado y querido por nuestro entorno. Estar contribuyendo a un mundo más justo y equitativo. Es cierto que hay un mínimo imprescindible, paro también este mínimo es variable.
Para terminar, se me antoja, “y con perdón”, una moralina que nace de manera espontanea y sin apenas esfuerzo:…. Nuestra inteligencia nos debe permitir vislumbrar en cada momento, para conocer ¿Cuál es nuestra perspectiva? Y ¿hacia dónde nos encaminamos? Sin engañarnos, nos debemos preguntar si somos felices, o si podemos rectificar para serlo.
Si no preexistimos competentes de ejercitar esta firmeza de vida, los acontecimientos pasaran por encima de nuestra existencia sin darnos demasiada cuenta, y cuando nos miremos al espejo de nuestra subsistencia nos mostrará una imagen de adulto que no nos agradará lo más mínimo. Nos sentiremos cabreados con el mundo y con nosotros mismos.
En Valdemorillo y con mucho calor.

jueves, 8 de agosto de 2013

El modelo social europeo, ¿es sostenible?




OBJETIVO DE LA CRISIS: Debilitamiento del trabajo y destrucción del estado del bienestar.
 
El euro beneficia las importaciones alemanas y perjudica nuestras exportaciones y por tanto a la consolidación de tejido productivo español. 

Estos dos argumentos, son de tanto peso que, están posibilitando que el euro se convierta en la bestia negra que estrangula a la maltrecha economía Española. De manera similar también ocurre a otros países del sur de la Europa comunitaria que mantienen la misma moneda (Italia, Portugal, Grecia.., Malta y en menor medida Francia)
Hay quien ve en esta crisis otra manera sutil de vislumbrar una tercera guerra mundial, en este caso puramente económica pero devastadora para algunas economías. Que utiliza como arma definitiva la crisis económica y el poder en el mercado.
Una España sin el euro
Lo cierto es que históricamente la dinámica social europea ha usado de los tiempos de crisis para plantearnos una depuración en profundidad afecta a la consecución de poder y fuerza. El euro en España beneficia la formación de grandes conglomerados transnacionales que se están apoderando de la Empresa Pública, también de la Sanidad Pública y Universidad Pública. Todo lo público que este administrado por el poder central o autonómico, tiende a pasar a manos privadas como consecuencia de una estructura económica liberal férrea. Fundamentalmente debido a la existencia de un dominio casi absoluto del sistema de gobernanza por parte del capital financiero, para el cual la crisis es la manera escogida para alcanzar, con el apoyo del gran capital, lo que siempre ha deseado: el debilitamiento del mundo del trabajo y el desmantelamiento del Estado del Bienestar.
El Presidente del Banco Central Europeo, Draghi, lo ha dicho con gran contundencia: “el modelo social europeo no es sostenible”. Para estos intereses financieros, el euro es un pilar de tal sistema de explotación. Creerse que este medio de gobierno desea la desaparición del euro (el famoso colapso del euro que nunca ocurrió) o la expulsión de los países periféricos, es no entender la función que la relación centro-periferia juega en dicha explotación.
La explotación que no es de nación a nación, sino de clase contra clase, con una alianza de las clases dominantes contra las dominadas, que constituye la inmensa mayoría de la población en cada país. Y el euro es un instrumento para ello. La evidencia científica que avala tal postura es enorme, aún cuando continúa siendo ignorada u ocultada en los mayores medios de difusión.
De ahí la importancia de iniciar un debate para salirse del euro como posibilidad. La amenaza de terminar con el euro dará fuerza a las izquierdas en su negociación con las derechas. Y para mantener la credibilidad en esta intimidación, hace falta prepararse para salirse del euro que, siendo un proceso difícil, no es imposible, y puede facilitar la salida de España y otros países de la recesión. Sin minimizar los problemas de salida, el hecho es que otros países han roto con monedas equivalentes al euro, y les ha ido bien.
Como apunta el profesor Navarro, hay que iniciar un debate que actualmente no existe en España, que pueda o no abocar en la salida de España del euro. Lo que tiene que entenderse es que el peor de todos los escenarios es mantenerse donde estamos; la población ya ha perdido su apego a la Eurozona y están clamando un “¡Basta Ya!”. Y llevan razón.
Parece que ningún partido de centro derecha se está planteando esta posibilidad, y sin embargo es una tesis consolidada en la mayor parte de la extrema derecha europea y por supuesto de la izquierda sociológica. Los partidos mayoritarios PP y PSOE, deben abordar este asunto desde una perspectiva amplia y que este debate se amplié a otros foros de política económica.

sábado, 3 de agosto de 2013

Hoy, toca trascendencia



ANTE NUESTRA MUERTE, ¿SOMOS MEJORES PERSONAS?
Estos días he vivido la experiencia de la muerte de una niña, una niña deportista y sana, que en menos de una semana una súbita leucemia ha sido capaz de segar su existencia.
Si ante la muerte de un ser querido nos estremecemos y el sentimiento de impotencia y rabia contenida se hace patente, ¿que no será con la muerte de una niña pequeña, frágil, ingenua… indefensa?.
Nuestra cultura no nos ha preparado para un hecho natural como la muerte, para ello necesitamos entender que la muerte nos sorprende  cuando nos ha llegado la hora. Tal vez por eso, o además por eso, el común valor que estamos dando a todo aquello puramente material pierde su sentido.
No hay que mentir a nadie con la muerte, ni siquiera a los niños. Si alguien cercano se ha muerto o sabemos que va a fallecer, los niños
necesitan participar de alguna manera del duelo familiar. Pueden y deben asimilar la realidad de la muerte. Cuando ve un animalillo muerto, nuestras explicaciones le ayudan a entenderlo. Pero, ¿qué hacer cuando se muere una hermana y además es la pequeña?
A los niños hay que procurar contarle con delicadeza lo que significa la muerte y de forma que lo entiendan, sin buscar eufemismos del tipo "está dormido", ya que el niño podría confundiese y llegar a tener miedo. Como me ocurría a mí de pequeño: temía quedarme dormido pensando no volver a despertar o si se hace hacerlo cuando se es ya un viejo.
Debemos admitir nuestras emociones ante los niños para dejarles expresar las suyas. Debemos ser capaces de trasmitir a los niños un mensaje de seguridad y confianza en el futuro, permitirles contar con la compañía tranquilizadora del adulto. Siempre debemos mostrarnos disponibles para ayudarle a asimilar la muerte hablar sobre ella todo lo que quiera.
La muerte es una situación de gran dolor para una familia que en términos generales nos torna vulnerables, quiebra proyectos de vida y nos obliga a una reestructuración profunda de nuestras coordenadas de vida.
Pero, la muerte es consustancial con la vida precisamente su final, el momento de situarnos ante el espejo para reconocer nuestra imagen real, el momento de enfrentarnos a nuestra realidad existencial. Tal vez por eso, procuramos no plantarnos ante él para no ver la imagen que proyectamos hacia nuestros semejantes.
En el momento de la muerte, no valen para nada la inmensa mayoría de los “talentos” que hemos podido acumular a lo largo de nuestra vida, mucho menos si para obtenerlos hemos tenido que poner en juego la dignidad de otras personas.
El equipaje que necesitamos es exiguo, solamente nuestra consciencia para mirar a la cara de nuestros semejantes. Somos lo que nos dejaron ser, pero, en el fondo, también somos lo que hemos querido ser con nuestra actitud ante la vida y nuestra contribución al mundo. Tal vez por eso, o sólo por eso, deberíamos plantearnos nuestra vida de manera diferente mucho más próxima a la de los demás.
La lirica de nuestra literatura siempre ha tenido muy presente a la muerte, como manera trascendental de enfrentamiento a la vida en los momentos señalados de nuestra existencia, y casi siempre ante la desaparición de un ser querido: …contemplando cómo se pasa la vida como se viene la muerte tan callando y casi siempre llegando a la conclusión que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero la vida, nuestra vida no tiene retorno. Lo hecho, hecho está, solamente queda, no repetirlo.
Estoy plenamente convencido que, nuestra felicidad tiene mucho que ver con la asunción de imagen del espejo de nuestra existencia, de sentirse satisfecho de haber contribuido en la dinámica positiva de nuestra historia desde el plano donde nos haya tocado vivir. Y en ningún caso, tiene nada que ver con nuestra Trascendencia fundamentada en creencia alguna. Las creencias deben encontrarse en otro plano, de ser consecuencia biunívoca de nuestro sentimiento conscientemente maduro, auténticamente asumido a nuestro modelo de vida integral, exteriorizado en hechos concretos de participar de nuestra propia existencia.
Nuevamente…., y precisamente ahora, quiero traer a mi blog el poema de Machado. Su lenta lectura nos muestra toda una filosofía de vida y muerte que nos hará reflexionar sobre lo que he escrito anteriormente.
Si lo escrito tambien os ha llegado al Alma, me alegro. Sí no, os pido perdón.

Retrato


Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañana, ni un Bradomín he sido
¿ya conocéis mi torpe aliño indumentario?,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
¿quien habla solo espera hablar a Dios un día?;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que hábito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...