LA MUJER EN MARRUECOS
COOPERATIVISMO COMO FORMA DE SUPERVIVIR
DENTRO DE UNA SOCIEDAD CON TRADICIÓN FUERTEMENTE MACHISTA.
Desde
la organización no gubernamental dedicada
a la cooperación al desarrollo, realice, aprovechando mis vacaciones académicas
de Navidad, un viaje al pueblo Douar Elmassira situada en la carretera que une
Marrakech con D´Essaquira (Marruecos). Assaisse Ouzeka es una cooperativa de
mujeres de trabajo asociado o cooperativa de producción cuyo objetivo es
auxiliar a mujeres beréberes solas de 18 a 64 años sin ingresos, para
ofrecerlas un puesto de trabajo a tiempo parcial, que las permita unos ingresos
dignos a través de la organización de la producción de bienes o servicios para
terceros.
Mi
anfitriona e informadora para este trabajo, Hakeema Menara, ex emigrante en
España, trabajadora fundadora y coordinadora, además ejercía funciones de
animadora social de la cooperativa.
Hakeema
mujer de unos 35 años, constituye el alma del proyecto de ésta cooperativa de
mujeres Assaisse Ouzeka ella me relato los comienzos de la cooperativa de
mujeres que se dedica a la extracción del aceite de argán y que permite dar
trabajo a 50 mujeres beréberes solas de 18 a 64 años, sin otros ingresos que
los obtenidos de su trabajo en la cooperativa. Mujeres: repudiadas divorciadas,
madres solteras, viudas o abandonadas con un perfil cultural próximo al
analfabetismo. El dinero que se obtiene con la venta del aceite de argán sirve
para supervivencia, y financiar la educación y la alfabetización de las mujeres,
al tiempo que están contribuyendo para mantener un producto antiquísimo. La
factoría de la cooperativa se encuentre en una zona de tránsito de turistas.
El trabajo
en la cooperativa de mujeres Assaisse Ouzeka consiste en la extracción del
aceite de argán de manera totalmente artesanal a partir de comprar el fruto; en
la actualidad no existen fábricas para su extracción industrial.
El
proyecto organizado Hakeema, no tiene apenas ayuda gubernamental ni de otras instituciones.
De mi conversación, con esta valiente mujer, profundice un poco en la estructura
del trabajo y el conocimiento de la materia prima teniendo en cuenta que el proceso
de la obtención del aceite de argán debería seguir siendo artesanal ya que su industrialización
podría complicar la continuidad de alguno de los puestos de trabajo.
Además
en otras cooperativas la obtención del aceite también se realiza
artesanalmente. Hay que tener en cuenta que el rendimiento para la obtención
del aceite es muy bajo.
Partiendo
de las estructura biológica del fruto del argán. 100 kilos de fruto maduro se compone
de 50 litros de agua, 22 Kg. de pulpa seca que aprovecha el ganado, 25 Kg. De cáscaras
que sirven para el fuego y tan sólo 3 Kg. de pipas, de donde se extrae el
aceite.
En
Marruecos, el cultivo del arganier (argania spinosa), en el que se basa
la vida de comunidades enteras del sur del país, cerca de 2,6 millones de
personas, posee un carácter social, o para ser más preciso, un carácter
familiar y doméstico que lo asocia íntimamente con la vida de este país Este
representa el símbolo de vidas colectivas y de las relaciones inter-étnicas.
Tres
factores son centrales en los sistemas de producción de arganier marroquí: la solidaridad
orgánica que une a familias en las comunidades rurales, su carácter femenino y la
presencia de fuertes entradas de remesas de los trabajadores que emigraron. El
primero constituye un factor que estabiliza la explotación y la
mercantilización del fruto de argán en un contexto socioeconómico, en el que
los diferentes protagonistas compiten por iguales recursos (nómadas, ONG,
asociaciones locales, el Estado, etcétera).
El aceite
de argán está introduciendo aspectos monetarios (esto es, la transformación de
los productos derivados del arganier como bienes de consumo para convertirse en
bienes del mercado, y la sustitución de su valor de uso por su valor de
cambio). Las ONG de mujeres, acoplados en la creciente emigración de los
hombres, socavan la solidaridad orgánica de las comunidades locales. Un aspecto
interesante sería analizar cómo este proceso se desarrollará en el futuro; por
ejemplo, en relación con los derechos de explotación de la tierra y los
sistemas de producción.
También la demanda internacional y sus altos requisitos
en términos de certificación de la producción y estándares está aumentando de
manera creciente la dependencia de los productores de las cooperativas con
respecto a las agencias de comercialización de intermediarios locales que
venden los productos, lo que como consecuencia eleva la subdesarrollo de los
sistemas de producción y estimula el nacimiento de una estructura social más
articulada. Este trabajo cooperativo, lo mismo que ocurre con otros similares
también ayudan a preservar el argán y a promocionar un producto con gran
tradición en la sociedad alauita en peligro de extinción por la tala
descontrolada de estos árboles.
El
cooperativismo femenino
La
feminización de la economía local es otra característica de las provincias del
sur de Marruecos que dependen de la producción de aceite de argán (también
azafrán y rosales, que constituyen producciones típicamente femeninas y de
manera creciente internacionalizadas). La creación de cooperativas y las
medidas que le siguen, como los cursos de alfabetización y esquemas de capacitación,
han creado un “espacio para las mujeres” en el que los procesos de toma de
decisiones y la participación no están influidos por las estructuras
tradicionales patriarcales.
El
proceso de articulación de los grupos de mujeres dentro y fuera de las
cooperativas y las nuevas clases sociales y de organización de la producción de
aceite de argán merecen también ser monitoreadas en el futuro. El tercer
factor, esto es, las remesas de los trabajadores, contribuye a la expansión de
este sector, mediante las inversiones individuales y la movilización colectiva
de los ahorros, aunque no queda claro si las remesas están participando en la
apertura del potencial de las economías locales de estas provincias a través
del estímulo de las producciones. Sin embargo, el retorno de la emigración ha facilitado
conexiones transnacionales y atraídos intereses internacionales, como las agencias
donantes. Las cooperativas de mujeres productoras de aceite de argán están creciendo
en muchas aldeas pequeñas y una saturación del mercado puede esperarse en poco
tiempo, lo que generará una disminución de la presión sobre los precios y las ganancias.