LA CORRUPCIÓN POLITICA
Reflexiones
sobre este asunto, tomando como referencia la opinión de autoridades docentes
de la Ciencia Política.
Con los sumarios de corrupción deberían facilitarnos un esquema con los
personajes y sus ramificaciones familiares. Una especie de árbol
genealógico de la trama, donde se especifique sus antecedentes políticos
y sus relaciones de parentesco. Luego sería bueno añadirle una guía
telefónica como la que existen en algunos pueblos, donde en vez de
recoger el nombre y los apellidos de los usuarios aparezcan los motes. El jefe en el caso Malaya, Juan Antonio Roca; El señor de los hilillos, El pollo, El loro y El sapo en Astapa, Barrientos, Zamorano y José Flores; El albondiguilla, El bigotes y El curita en Gürtel, el ex alcalde de Boadilla del Monte, el conseguidor Álvaro
Pérez y el presidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps. Estas
mejoras posibilitarían una lectura más comprensiva por parte de los
ciudadanos y evitaría en parte lo que está ocurriendo en la actualidad,
que la gente luego se hace un lío y termina votando en las elecciones al
mismo corrupto de siempre.
De nuestro pasado franquista, los españoles sacamos la conclusión de que la política es un negocio, eso permanece en las mentes conservadoras de España como una trascendida. Todos los políticos son iguales, la corrupción es consustancial al desempeño de un cargo público.
De nuestro pasado franquista, los españoles sacamos la conclusión de que la política es un negocio, eso permanece en las mentes conservadoras de España como una trascendida. Todos los políticos son iguales, la corrupción es consustancial al desempeño de un cargo público.
El profesor Manuel Villoria, del Instituto Ortega y Gasset y de la
Universidad Rey Juan Carlos, ha estudiado el comportamiento electoral español.
Villoria considera que en España hay una menor cultura cívica y una visión más
negativa sobre los políticos que en el resto de Europa y se ve en los datos del CIS. Hay poca afiliación, poco compromiso
social", El perfil medio del español se traduciría, por tanto, en un
votante menos sensible a la corrupción”…. “una
defensa a ultranza de sus líderes políticos aunque éstos estén acusados de
corrupción. Si todos son corruptos, prefiero a mi político corrupto que al de
enfrente, que también lo es, sería el resultado lógico de ello”. Sobre asunto también opina el profesor de Cambio Social Ramón
Adell de la UNED. …“Antes
los políticos eran aficionados. Ahora son profesionales de la política. Ya no
hay ideología y el bipartidismo español produce un desapego por la
política".
El caso de Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón,
es paradigmático. Este dirigente del PP ha dado a su partido una victoria
electoral tras otra a pesar de ser perseguido por la Justicia y estar imputado
por la Fiscalía Anticorrupción por fraude fiscal y delitos contra la
Administración pública. Su partido ha superado los ya espléndidos resultados. Tras
la aplastante victoria de las elecciones municipales en 2007, Carlos Fabra
proclamó que el PP había sido absuelto con sobresaliente cum laude por los
ciudadanos. Ahora, tras las europeas de 2009, ha declarado: "La gente es
muy lista y le preocupa más el paro que saber si Carlos Fabra o Paco Camps
somos culpables o inocentes".
Análisis electorales diversos demuestran que, en España, para desánimo de muchos, Carlos Fabra tiene razón y que incluso se queda corto en sus valoraciones. Las urnas no castigan la corrupción, sino que en muchas ocasiones parece que la premian. "En efecto, todo hace pensar que la corrupción da votos", comenta, mientras pasea por Gran Vía. "Es como si la sociedad española no considerara la ética civil".
¿Es este fenómeno exclusivo de la joven democracia española? ¿Por
qué las urnas no han pasado factura al PP y, sin embargo, sí han castigado a
los socialistas allá donde se han destapado casos de corrupción similares como
ha ocurrido en los pueblos de Lorca, Arrecife o Alcaucín, por citar unos pocos?
El caso Berlusconi hace sospechar que hay otros electorados que,
como el español, parecen insensibles al escándalo y la presunta corrupción de
algunos políticos.
La elevada abstención prevista en los sondeos para las próximas
elecciones, parece indicar que sólo se han acercado a las urnas los militantes,
los convencidos. Y en ese escenario, la agresión contra dirigentes políticos
por casos de presunta corrupción ha generado una identificación con el líder
atacado. "El nivel de linchamiento ha beneficiado al PP en Valencia y
otros de sus feudos", "El PP juega al victimismo allá donde dispone
de un amplio poder mediático y financiero”. Para la profesora de Conflicto Social
de la UNED Begoña Alonso "La incertidumbre trastoca al ser humano y los cambios generan
indecisión". "La
gente más conservadora es acrítica hacia su propia ideología. No quiere cambiar
su posición porque le genera incertidumbre. A la hora de votar se podría decir
que el conservador aplica el dicho de más vale lo malo conocido que lo bueno
por conocer"."La religión es un factor importante, hay una
identificación evidente entre la derecha y la cúpula eclesiástica. Y no
olvidemos que el pecado se perdona, pero que en la izquierda nunca hay
absolución".
El catedrático de Ciencias Políticas Julián Santamaría habla de
una cultura de la derecha mediterránea que genera similitudes entre España e
Italia frente a los países anglosajones y los nórdicos, donde los electorados
son extremadamente exigentes.
Sin embargo allá donde ha habido casos públicos de presunta
corrupción por parte de líderes socialistas, el PSOE ha perdido votos. La
mayoría de los consultados hablan de un electorado de izquierdas más estricto,
con un alto nivel de exigencia ética. El lastre que pesa todavía sobre la
izquierda tras la década de los noventa, con Felipe González en el poder,
cuando a la crisis económica se unió el desgaste del poder y casos de escándalo
y corrupción. A favor de la tesis de que la izquierda paga un precio mayor por
sus desmanes podría sumarse el caso de Reino Unido, donde los laboristas han
sufrido un serio revés electoral, a pesar de que las prebendas y abusos de los
políticos salpican a todos los partidos, si bien es cierto que este caso
requiere un análisis más profundo que tenga en cuenta la crisis de liderazgo
del primer ministro Gordon Brown.
"Los escándalos económicos suelen castigar más a la izquierda. Los escándalos sexuales o que tienen que ver con la moral familiar suelen castigar más a la derecha
"Los escándalos económicos suelen castigar más a la izquierda. Los escándalos sexuales o que tienen que ver con la moral familiar suelen castigar más a la derecha
En
realidad estos corruptos y presuntos que aparecen en nuestra siguiente lista
tienen la misma culpa que el sistema que durante años les ha estado amparando.
No nos pilla de sorpresa lo que está ocurriendo. El país ha glorificado desde
hace años la corrupción y el amiguismo en decenas de instituciones, sin que se
nos alertase de que la cleptocracia nos llevaría al desastre. El
latrocinio se ha incrustado bajo la piel de muchas de nuestras instituciones
partitocráticas.
Alcaldes,
ediles, directores generales, jefecillos autonómicos… han reintroducido en
las instituciones los peores vicios del conde de Romanones y convertido a la
democracia española en un basurero moral y sus instituciones en refugio para truhanes.
Los
jueces tienen trabajo esperamos y deseamos que midan a estospresuntos
delincuentes sociales con idéntico rasero que a otros.