Analizar los datos

NUNCA HEMOS ESTADO TAN A LA IZQUIERDA DESDE QUE EL CIS PREGUNTA POR LA IDEOLOGÍA.

Ningún resultado puede estar oculto sin explicar el método de cómo se logra llegar a él.

En la encuesta publicada este miércoles, el dato es de un 4,41 (en una escala donde 1 es extrema izquierda, el 10 extrema derecha y el 5,5 sería el centro).

Se dice por los mentideros que Podemos, asusta a los paladines y reconforta a los hartados, supone la rebelión de las masas y necesita aumentar su porcentaje para ser opción de gobierno. Lo tiene a su alcance si no comete errores gordos, porque millones de españoles están empachados de lo mismo desde hace 40 años, necesitan cambiar, desean una nueva experiencia política, superando insidias y calumnias.

Los ciudadanos deberían exigir a los partidos que manifiesten previamente, con claridad y sin evasivas, con qué otros están dispuestos a negociar, bajo qué fórmulas, una vez conocidas las líneas maestras de sus programas. Esto es clave para decidirse a votar o no al partido al que se tenga intención de hacerlo. Si le encuesta del CIS acertara, ninguno de los tres partidos con más votos puede soñar con gobernar en minoría ni con acuerdos puntuales. 

Tal vez por eso, a la hora de analizar los datos del CIS y establecer modelos que pasan de la intención directa de voto a la estimación de voto, nos encontramos que estos modelos no están publicados en ningún sitio, ni nos ofrecen ninguna pista sobre como lo hacen. Sin embargo para un investigador ningún resultado puede estar oculto sin explicar el método de cómo se logra llegar a él. La Ciencia debe ser objetiva e independiente de quien lo realiza. Si consigo unos resultados otra persona que hace lo mismo deberia obtener los mismos resultados, pero no solo eso, sino que debe ser contrastable, es decir que debe decir como lo he hecho para que otros estudiosos puedan validarlo. Eso no lo hace el CIS y por muy prestigiosos que sean sus sociólogos investigadores, sus datos son difícilmente contrastables.

La encuesta del CIS, cocinada o cruda, señala que dos de las tres fuerzas más votadas tienen que entenderse para gobernar. Ante esta posible realidad no se debe olvidar que el PP no va a desperdiciar ni un solo voto. Que muchos de estos votos están controlados desde los ayuntamientos. Que, por lo tanto, el PP tiene un suelo electoral inquietante si las fuerzas que se oponen no lo tienen en cuenta, si quieren echarlos tendrá que ser con agua caliente. Podemos, por el contrario inquieta a los que están dispuestos a todo por no perder su status. De aquí a las elecciones se ha de ver toda clase de maniobras para anularlo y desactivarlo.  Los ruidos de sables, son cada vez más perceptibles.