Pensamiento y responsabilidad

miércoles, 20 de febrero de 2013

Hay que seguir apostando por la UTOPÍA




LA UTOPÍA ES LA REPRESENTACIÓN DE UN MUNDO IDEALIZADO QUE SE PRESENTA COMO ALTERNATIVO AL REALMENTE EXISTENTE


El término fue concebido por Tomás Moro en su obra De Optimo Republicae Statu de eque Nova Insula Ūtopia, donde Utopía es el nombre dado a una isla y a la comunidad ficticia que la habita cuya organización política, económica y cultural contrasta en numerosos aspectos con las sociedades humanas de su época.

No hay utopía gratuita, sin esfuerzo. Se trata de navegar, sortear obstáculos, y por tanto remar con tesón y pasión.  Avanzar, ya sea en línea o a trompicones, cayendo y alzándose ya, con la mirada puesta en lo inmediato y la vista en la panorámica. Siempre ejerciendo dignidad, siempre en pie, y más aun cuando quieren hacernos reptar, rendirnos, sucumbir, competir entre nosotros para ascender un peldaño en la escala de aduladores sumisos contra el poder tiránico del capital. 

No hay tampoco utopía en solitario. Habrá introspección, melancolía, delirio o paranoia, pero para ser cierta ha de ser colectiva, de clase, internacionalista, de pueblos y personas, en reivindicación motriz de justicia, de cambio substancial, de revolución. Construir “utopía”, disponer de su aliento, es un ejercicio vital y absolutamente saludable y necesario. Es un alimento y desarrollo personal y colectivo, complejo y gratificante, sabio y lúcido, ambicioso y sugerente, alegre e imaginativo, humano, civil, amorosos,...esencial.

La educación es la base para el desarrollo utópico de la vida presenta en todos los aspectos de las relaciones humanas. El factor de la educación es tan potente, que incluso está presente en el ámbito financiero, político y democrático. Así se refleja en los numerosos conflictos en el mundo, tanto políticos como financieros, que están estrechamente relacionados con la educación y que conllevan conflictos y represión.

Basados en el discurso "La educación o la utopía necesaria" de Jacques Delors, presidente de la Comisión, para UNESCO, podemos resaltar que uno de los principales problemas que alberga la sociedad actual, es que no se valora a la educación como el instrumento indispensable para el progreso de la humanidad, y se está desperdiciando el potencial que ésta encierra, sin utilizarlo para construir una sociedad igualitaria. Debido a esto último, la sociedad moderna está molesta, a causa del poco interés de sus gobiernos por intentar cambiar y solucionar los problemas y crear con esto, una sociedad menos desigual, no obstante, sin una buena educación no se logrará avance alguno. Claramente, en este proceso en pos de una mejor utilización de la educación, es necesario tener claro que se debe lograr en primera etapa y a nivel personal, una real integración de los conocimientos que se pretenden adquirir para posteriormente lograr ponerlos en práctica de manera efectiva.

O sea, que ¿cuál es mi versión de “mi utopía”?. Es una expresión dinámica; es el camino, la lucha, el compromiso, la frente alta, los brazos entrelazados, los ojos húmedos... amor y rabia. No importa tanto la estación “termini” del periplo, lo que para mí más cuenta son las etapas, las paradas, y los tiempos, las estaciones del trayecto, “estación Justicia”, “estación Dignidad”, “estación Solidaridad”...

Como la conclusión que se podrá leer es LUCHA, y como estos son tiempos de lucha, sí o sí, sin reservas tácticas, sin demasiadas modulaciones ni prudencias, sin anestesia ni piedad para los pobres, ... Como son tiempos de salir otra vez a la calle, las calles, nuestras calles, de las que nunca debimos subir,...

1 comentario:

  1. Si no se vive con una cierta dosis utopica resulta dificil caminar por el mundo que nos está tocando vivir actualmente. Yo tambien aconsejo hojear el libro de Tomás More.

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