REGLAS BÁSICAS PARA VIVIR DESPUÉS DE LA JUBILACIÓN.
Recuerda lo que dice Mario
Benedetti: "No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle
el viento. Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada
día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento".
Mantén celosamente tu
intimidad y tu dignidad como persona. No permitas que nadie intente
aprovecharse de tu inferioridad física que no intelectual.
Es hora de usar el dinero que ahorraste. No es época de inversiones por
maravillosas que parezcan, solo le traerán angustias y esta época es para tener
mucha paz y tranquilidad. Procura el no
preocuparte demasiado con la situación financiera de tus hijos; no te sientas
culpable. A sus hijos ya les ofreciste lo que fue posible en la infancia y
juventud. Ahora por tanto, la responsabilidad es fundamentalmente de ellos.
Estate plenamente integrado en tu mundo, tu opinión debes ofrecerla sin
complejos, ya que se fundamenta en experiencia de vida y los conocimientos
acumulados. Nada de angustiarte por poca cosa. En la vida todo pasa, sean los
buenos momentos que deben ser recordados, sean los malos que deben ser
rápidamente olvidados. Independiente de la edad, mantén vivo el amor siempre.
Debes estar en todo momento limpio, aseado, frecuenta al peluquero,
arréglate las uñas, ves al dermatólogo, al dentista, y usa perfumes y cremas. Nada
de ser muy moderno, intenta ser tú. Es triste ver gente mayor con peinados y
atuendos hechos para jovencitos.
Estate plenamente integrado en tu mundo, lee libros y periódicos, oye
radio, ve cine y teatro y buenos programas en la TV. Utiliza, con la mayor
soltura que te sea posible internet, envía y responde e-mails, llama a los amigos.
Mantente siempre actualizado y conocedor de las nuevas tecnologías. Respeta la
opinión de los jóvenes a pesar que a veces pueden estar equivocados. Jamás uses
la expresión "en mis tiempos", pues tu tiempo es hoy.
Cultiva un "hobby" como viajar, caminar, cocinar, leer jugar
cartas, golf, ingresar a Internet, pintar, ser voluntario…. Intenta hacer lo
que te gusta y lo que tus recursos te permitan. Acepta todas las invitaciones, visita
museos, sal al campo.... lo importante es salir de casa por un rato.
Habla poco y escucha más, pues tu vida y tu pasado sólo te interesan a ti.
Si alguien te pregunta sobre tus asuntos, se breve y procura hablar de cosas
buenas y agradables. Jamás te lamentes de algo. Habla en tono bajo y con
cortesía. No critiques nada, acepta las situaciones tal como son. Todo es pasajero.
Recuerda que pronto volverá a su casa y a su rutina.
Los dolores y las molestias estarán siempre presentes, no las vuelvas más
problemáticas de lo que son hablando sobre ellas. Trata de minimizarlas. Al
final, ellas te afectan solamente a ti y son problemas tuyos y de tus médicos.
Ríe, ríe mucho, ríe de todo, eres un suertudo, has tenido una vida, una
larga vida, y la muerte será solamente algo natural.