Los ajustes
aplicados hasta ahora en España son insuficientes para la Comisión Europea (CE).
Las autoridades comunitarias han vuelto a exigir que se retrase aún más la edad
de jubilación, ajustándola a la esperanza de vida, con el objetivo de frenar el
pago de las pensiones a los mayores y poder así afrontar con más solvencia el
pago de la deuda a los bancos de la Unión Europea.
El
día 1 de enero entró en vigor la reforma de las pensiones aprobada con el
Gobierno socialdemócrata de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, y que
supone retrasar la edad de jubilación de 65 a 67 años.
Además, esta reforma de las pensiones establece también un incremento de los
años que se tendrán en cuenta para calcular la pensión, que pasarán de 15 a 25. Incluso en ella se establece la revisión del
sistema de pensiones para adaptarlo a la esperanza de vida, aunque no
concretaba cómo. La Comisión Europea advierte que aunque esta reforma de ZP es
“positiva” y va por buen camino, quieren aún más. «Se necesita contener más el
aumento del gasto relacionado con el envejecimiento de la población para
contribuir a la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo», indica
textualmente el informe de la Comisión Europea.
El Comisario
y vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, añade en el texto
que «España debería garantizar un vínculo claro de la edad de jubilación con
cambios en la esperanza de vida, de forma que el gasto en pensiones pueda
frenarse a largo plazo».
La Comisión
Europea no nos exige perseguir el fraude fiscal, ni la economía sumergida, ni
los paraísos fiscales, ni aplicar una fiscalidad progresiva, ni establecer
topes salariales de los altos cargos, ni imponer tasas a las transacciones
financieras, ni evitar las amnistías fiscales a los defraudadores, ni dejar de
rescatar a los bancos con cifras multimillonarias. No. La Comisión Europea pide
que sea a los trabajadores y trabajadoras españoles que sufrimos este saqueo
multimillonario, este expolio económico y de derechos sin precedentes en la
historia, a los que se nos siga explotando hasta morir. De esta forma, lo que
hemos pagado de nuestras nóminas a la Seguridad Social para nuestras futuras
pensiones, podrá ser empleado impunemente en el pago de la deuda generada por
los bancos, los inversores del pelotazo urbanístico y las grandes financieras
de capital-riesgo. A no ser que resucitemos para protestar.
Si tenemos
en cuenta que la edad para empezar a trabajar (caso de que no se continúe
estudiando) se sitúa entre los 18 y los 20 años,
la aspiración de treinta y cinco años de trabajo, para gozar de una jubilación
honorable antes de morirse, deberían ser más que suficientes. Es obvio que, la
esperanza de vida ha subido en los países del norte, pero cualquiera que
repase, con alguna curiosidad estadística, las páginas de esquelas de nuestros
barrios y municipios podrá darse cuenta de que la mayoría de las personas
fallecidas superan en muy poco la edad de jubilación. Y en buenas condiciones
físicas, una ínfima minoría.
En
España, el requisito legal para cobrar el 100% de la jubilación serán los 67 años, siempre que se acrediten 35 años de cotización.
Aunque el PP empieza a hablar de elevarla hasta los 40.
Nos tenemos que preguntar qué va a pasar con ese 52% de jóvenes actualmente en
paro, que no encuentran trabajo y que cuando lo encuentren trabajarán a salto
de mata con la actual reforma laboral y los “minijobs” que se han extendido.
Cómo van a conseguir cotizar 35 años en las actuales condiciones laborales con
trabajos precarios, temporales, donde muchas veces les contratan y cotizan por
la mitad del tiempo que trabajan realmente. A este paso parece que los
mercaderes de la Unión Europea, que se han alzado a los puestos de Comisarios
Europeos, quieren que algunos salgan del cementerio para poder completar el
tiempo de cotización necesario.
El debate sobre las pensiones, coincide siempre con alguna crisis del
capitalismo
Este debate
sobre las pensiones es un debate que se presenta cíclicamente coincidiendo con
alguna crisis del capitalismo. En el 2007, el Instituto Nacional de Estadística
indicó que la esperanza de vida de los hombres había aumentado en 2,1 años y el
de las mujeres en 2,4 años. Un año más tarde comenzaron los rumores a propósito
de prolongar la vida laboral de la población activa. Curiosamente, éste fue el
momento que el gobierno del PSOE eligió para proponer que se prolongara la edad
de jubilación en dos años, pasando de los 65 a los 67 años. Este debate es
también un debate amañado, argumentando falazmente la supuesta insostenibilidad
del sistema de pensiones con el progresivo envejecimiento de la población. Es
dudoso que las actuales generaciones criadas en el capitalismo de la
precariedad, de la contaminación, del estrés, de la comida basura y de los
contratos basura sobreviva más tiempo que las generaciones anteriores que
vivieron en unas condiciones más duras, pero bastante más saludables a la
larga.
Además, con
la esperanza de vida del hombre en 77 años y la de la mujer en 83 años, tendrán
sólo entre 10 y 16 años para disfrutar de su jubilación tras haber cumplido los
67 años. El CSIC indica asimismo que las personas mayores pasarán una media de
9,34 años padeciendo una mala salud. Lo cual significa que nos habremos matado
a trabajar para disponer de unos meses en el caso de los hombres y un año o muy
pocos más en el caso de las mujeres para disfrutar de una merecida jubilación
con cierta calidad de vida. Jubilación que hemos pagado por anticipado con
nuestros impuestos y que se quiere destinar a pagar a los bancos y a las
multinacionales la deuda que ellas mismas crearon.
Buen
negocio, supervisado por los mercaderes de la Unión Europea. Trabajar hasta
morir para que unos pocos puedan vivir sin trabajar. Viviremos para pagar su
deuda, hasta morir reventados. Es la nueva esclavitud legalizada y normalizada
en el siglo XXI.