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Las ideologías.

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Una forma de sostener un ideario que esclaviza a los militantes. Los partidos políticos se han convertido en una entidad de beneficios privados focalizados en sus dirigentes, alejándose cada vez más de lo que deberia de ser, una entidad de intereses públicos para sus miembros de base. Nadie, que yo sepa, ha hecho un sondeo para saber lo que los jóvenes piensan de la política. Podría haber sorpresas porque en una gran mayoría, se sienten apolíticos ya que no confían en los partidos. Los consideran anticuados, lo que no significa que aborrezcan la democracia. Mal distinguen ya entre izquierdas y derechas. Son pragmáticos y no ven excesiva diferencia entre progresistas y conservadores. Para ellos son todos iguales, o casi. Y, sobre todo, no les tienen miedo. Las ideologías de hoy son una forma de sostener un supuesto ideario, algo que dé soporte a una pertenencia que esclaviza a los militantes: el militante, el que “es” de un partido como quien profesa una religión, es incapaz d

Tirar la piedra y esconder la mano.

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Los anónimos en las redes sociales se han convertido en acosadores a desenmascarar.   Fundamentalmente los que practican sólo la descalificación, como furtivo, en las redes sociales. Es cierto que así se cubre el derecho a no identificarse, o crear su identidad mediante un distintivo, conectado o no con su identificación real. Pero descalificar sin argumentos no deberia ser permisible en ningún caso y menos tapándose la cara. También usando apodos de diversos tipos que permitan manejar su relación como quieran. Pero resulta imprescindible, por operatividad de opinión, que la apreciación anónima se realice siempre desde el respeto . En este blog tenemos varios ejemplos de personas que practican, desde una visión crítica su punto de vista y que llevan años opinando con absoluta corrección y respeto. Cualquiera puede escoger libremente identificarse o ser conocido con un alias. Pero desde luego, deberíamos entender que el uso del anónimo representa una manera de esconderse para

En las redes sociales

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Nos hemos vuelto adictos a insultar, pensando que no pasa nada. Los prodigios de las redes sociales han revolucionado nuestro concepto de correspondencia social e inversión en tiempo libre. En ellas buscamos relaciones con aquellos con los que perdimos trato, mantenemos amistades, nos ponemos al día de la vida de los demás, conocemos a gente nueva o incluso encontramos trabajo, informamos y somos informados Sin embargo, las redes sociales despiertan un debate en torno a la privacidad, la injuria, los atentados al honor, la adicción a estar interconectado con cientos de amigos, el descenso de la productividad en el trabajo, etc. Pero además si las redes sociales se usan poniendo por delante una buena dosis de ignorancia, se pueden tornar peligrosas. España pertenece al llamado primer mundo, la vieja Europa fue cuna del desarrollo cultural, fuente de cultura durante siglos. Nuestro país, durante algún tiempo, estuvo aislado del resto del continente europeo donde se producían las

Crítica y vigilancia al poder.

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DIVORCIO ENTRE POLÍTICOS Y CIUDADANOS. Nos sentimos avergonzados de la clase política, oprimidos por el desempleo, el avance de la pobreza, la desigualdad. El enchufismo, la arbitrariedad, el despilfarro público, el avance de la corrupción, el rechazo ciudadano a la clase política… y toda una lista de males capaces de arruinar la convivencia. Tenemos un problema de líderes políticos. Algunos que son amantes de quedarse con parte del dinero público, demasiados ineptos o irresponsables y algunos están tocados e igualmente combinan estos defectos. Pero por si poco también tenemos un problema de seguidores y las democracias están siendo sacudidas por los votos de ciudadanos indolentes, desinformados o de una ingenuidad solo superada por su irresponsabilidad. No cabe la menor duda de que hay que esforzarse en buscar mejores líderes y mejorar la calidad de los seguidores. Es indiscutible, que ciudadanos mal informados o políticamente apáticos los ha habido siempre y que no saben por