Hay que morir, mientras vivimos.
Cuando se ha gastado, con mucho, la mayor parte de la vida. He cumplido muchos años. Volveré a agradecer los cumplidos con deseos sinceros de quienes aspiran a convencerme de que lo mejor es cambiar de tema. Al andar se hace el camino,y al volver la vista atrás se ve la senda que nuncase ha de volver a pisar. No faltan, los buenos amigos que recurren a asegurarme que se han ampliado tanto las fronteras que, a mis años, se es mucho más joven que en el pasado y que, por lo tanto, la expectativa de vida es mayor, además soy un eterno enfermo con salud de hierro. Y todo ello sin dejar de agradecer a quienes, al conocer mi edad, no dudan decir que no la aparento, que son muchos los de mi generación que desearían encontrarse tan bien como yo me encuentro. Aparento estar bien de salud, la alegría de vivir no me abandona, disfruto del amor y del cariño de mi familia e intento prodigarlo a manos llenas. Mi vocación utópica de la vida sigue intacta. Conozco la familia, la amistad