La situación política de Cataluña,
Ante el dormido sentimiento nacionalista español.
A finales del siglo XIX el centro administrativo de
España fue trasladado a Madrid, entonces surgió un movimiento nacionalista en
las regiones española más industrializada que apuntalaron las zonas de revolución
industrial vasca y catalana. La tensión alrededor del tema de la autonomía
catalana fue uno de los factores que activó la guerra civil en España.
El
nacionalismo también se hace evidente afuera de España, por esa razón una de
las ideas fundamentales de la Unión Europea, además de la cuestión comercial y
económica, fue diluir los impulsos nacionalistas que fomentaron la destrucción
catastrófica del viejo continente por las dos grandes guerras y la caída de la Unión
Soviética.
En
España y después de la situación política de Cataluña, el dormido sentimiento
nacionalista español despertó experimentando un incremento muy grande en la venta de banderas españolas
para ser expuesta en los balcones del resto de la geografía española. Actualmente,
hay centenares de blasones que adornaban las fachadas de los edificios de
Madrid, casi todas han sido colgadas por el resurgir del sentimiento dormido
del nacionalismo Español.
Pero
el sentimiento del nacionalismo está en auge en toda Europa, constituyendo una incógnita
para la construcción de la UE. Todavía está por verse si esta nueva ola
nacionalista en España desatará demonios dormidos por mucho tiempo, en otros países,
porque los movimientos nacionalistas normalmente se alimentan entre sí.
Los
movimientos nacionalistas, populistas y de ultraderecha han aparecido en toda Europa. El Reino Unido votó para salirse de la
UE, el Frente Nacional llegó a la segunda vuelta de las presidenciales en
Francia y un partido de ultraderecha incluso obtuvo los votos suficientes para
llegar al Bundestag en Alemania. En España, la crisis catalana ha envalentonado
a ciertos grupos neofascistas que han encontrado una razón para manifestarse
públicamente en Cataluña y en otras partes, a pesar de que siguen siendo
organismos marginales.
Junto
con las dos nuevas fuerzas emergentes en España: Podemos y Ciudadanos, nadie
descarta que como reacción al separatismo catalán puedan emerger un nuevo
partido de ultraderecha o una fuerza nacionalista haga sentirse incómodos a
muchos españoles y a sus vecinos de la Unión Europea. Según están discurriendo
los acontecimientos es probable que aparezca un partido de la extrema derecha
que defienda un nacionalismo español con un planteamiento centralista y que quiera actuar en contra de las lenguas y
la diversidad cultural, en un intento de pretender unificar nuevamente España a
partir de un nacionalismo integrador
El
separatismo catalán ha sido fomentado el descontento respecto a impuestos y a
la economía. Pero las quejas catalanas también tratan una cierta supresión de
la diversidad regional, como reglas que impiden a legisladores hablar en su
propia lengua dentro del parlamento. Ese sentimiento ha ayudado a fortalecer la
movida independentista en Cataluña, a la par de que el rechazo hacia lo español
ha revivido la identidad española en el resto de España. Aunque algunos marcan su
españolidad, otros buscamos fomentar una identidad nacional única en la que las
diferencias lingüísticas y culturales tengan cabida.
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