A los que nacimos en los cuarenta del pasado siglo
AHORA, CASI TODOS JUBILADOS. Pertenecemos a una generación que ha soportado cambios importantes. Una generación que sufrió la dura posguerra y todo un proceso de esfuerzo y trabajo para encontrarnos con una sociedad como la que estamos viviendo ahora. La bonanza económica del mundo occidental fue colapsado por unos jóvenes que abarrotamos las aulas como nunca antes había sucedido. El tradicional elitismo universitario y académico coexistió con la popularización de la enseñanza. Hasta entonces eran pocos los que teníamos la oportunidad de formarnos, y la mujer estaba claramente discriminada en el sistema educativo. Desarrollamos una juventud creadora que pretendía olvidar el tono épico-heroico y la alabanza de un pasado, para identificarnos con una espiritualidad liberadora. Debíamos romper los moldes con un proceso generacional anterior y lo logramos, para de esa manera poder identificarnos con un nuevo modo de vida. Creamos, una nueva cultura adolescente que incluía una