miércoles, 26 de marzo de 2014

LA MARCHA DE LA DIGNIDAD



PAN, TRABAJO Y TECHO
Una ola humana inundaba Madrid este fin de semana. Quizás ha sido el tsunami que se espera tras las diferentes Mareas que han atravesado el país durante los últimos tiempos, con los pies rotos pero el corazón firme,
Llegaban a la capital desde todos los territorios del Estado entre aplausos, canciones, bailes y abrazos, pidiendo “pan, trabajo y techo”: una lección de democracia en toda regla y  protestar contra un Estado que no les representa y que está imponiendo unas políticas públicas a la población dañando el bienestar de las clases populares, sin que exista ningún mandato popular para que se ejecuten, por lo tanto, carentes de legitimidad democrática. Que eliminan, derechos sociales, laborales y políticos, El Manifiesto de estas marchas representa un documento de denuncia a este Estado, imputación procedente de las clases trabajadoras de las distintas partes del país que constituyen el eje de la España real, laica, democrática.
El gobierno del Partido Popular, el más reaccionario de la Europa Occidental y uno de los más corruptos, con una sensibilidad política que, según el panorama político europeo, corresponde a la ultraderecha, está desmontando el ya escasamente financiado Estado del Bienestar español, redistribuyendo la riqueza a favor de los poderosos a costa de las clases populares, y reduciendo incluso más la calidad del sistema democrático español.
Estas marchas, son un movimiento histórico que establece un antes y un después. Eran la España real, la España de los distintos pueblos, hermanados en su denuncia de un Estado que ha perdido legitimidad, y que ha vendido su soberanía a los intereses financieros y económicos que continúan optimizando sus intereses a costa de los de las clases trabajadoras, que están sufriendo en sus propias carnes las consecuencias de su codicia. Estas marchas y su composición muestran claramente el agotamiento y fin de la Transición, simbolizada por la muerte de uno de sus protagonistas, Adolfo Suárez, en las mismas fechas en las que han ocurrido las marchas, y que, veremos, será utilizada por el establishment para promover una idealización de la Transición.
La afluencia de dignidad y el ejemplo de unidad y solidaridad que han demostrado los ciudadanos debería ser una nota a tomar en cuenta por aquellos que dicen “servir al público”, sea en las redacciones o en los Parlamentos. Es un símbolo de los tiempos que nos ha tocado vivir.
Si hacen caso omiso, no importa: Colón no es la última parada de la dignidad, los y las marchantes apuestan por que continúe en el tiempo, que una a cada vez más gente, que alcance más conciencias, que active a quienes aún son espectadores de su propio drama. Si el grito de las marchas no les llega, quizás un día desearán haberlo escuchado y será demasiado tarde.

martes, 25 de marzo de 2014

MI RECUERDO PARA ADOLFO SUAREZ



EL DÍA QUE ME MUERA.
No quiero que me pongan por las nubes los mismos que me desdeñaron e intentaron hacer mi vida imposible.

En un país donde, no dimite nadie, Adolfo Suárez lo hizo dos veces: como presidente del gobierno en enero de 1981 y como responsable de un partido político diez años después. Hubo una tercera vez: hace once años dimitió también de sus recuerdos.

Adolfo Suárez ocupará sin duda un lugar importante en los libros de Historia. Como lo ocuparán también la Transición que pilotó y la Constitución que propugnó y cuyo momento de pasar página, ahora que nos deja su artífice, parece obvio que también ha llegado.
No quiero que me pongan por las nubes los mismos que en vida me desdeñaron. Los menores de treinta y cinco quizás no lo sepáis, pero la mitad de los panegíricos, encomios y enaltecimientos varios dedicados a Adolfo Suárez que escucháis están firmados por los mismos que durante aquellos años clave se dedicaron a hacerle la vida imposible a aquel entusiasta”tahúr del Mississippi” quien, sin haber leído apenas en su vida, supo no arredrarse cuando le encargaron un marrón que solo un “tahúr” como él podía atreverse a aceptar. Tal vez por eso siento la terquedad de la condición humana en despreciar, abandonar, desconsiderar o arrinconar en vida a quienes compartieron con nosotros la existencia, llorando luego su muerte con desconsoladas lágrimas y arrepentimientos, por no haber hecho con ellos lo que pudimos hacer mientras estuvieron con nosotros.
La abundancia de elogios recibidos tras la muerte de quien más fue insultado, denigrado, despreciado y abucheado en este país, en el momento que más aplausos merecía, hace realidad el dicho familiar que censura tal comportamiento, afirmando que una vez muerto el vivo, de nada vale ponerle comida en el plato.
No seré yo quien ahora elogie, defienda y exprese mi respeto y gratitud a Adolfo Suárez después de muerto, porque ya lo hice en tiempos de sequía para él y he seguido haciéndolo durante años, mirando siempre a sus grandes aciertos e innegables logros y olvidando los errores cometidos. Treinta y tres años hace que se marchó y ahora, los mismos que le amargaron la vida, no se cortan un pelo a la hora de hablar maravillas de él a estas alturas. Gestionaba los asuntos con la ansiedad, el hieratismo y la determinación de los jugadores de póker y aunque cerró en falso muchos episodios de la historia reciente, aunque dejó abiertas muchas heridas, sus defensores argumentan que al menos consiguió que no volviera a haber sangre. Que no corriera la sangre como tal, porque en el sentido figurado sí que la hubo. Para dar y para regalar.
Pero esto no ha sido compartido por el “faltoso enano cavernícola” y el “revisionista escribidor iletrado”, que llevan el paso cambiado en una sociedad que camina hacia el sentimiento común de agradecimiento a un buen hombre, valiente político y gran estadista que pilotó con éxito el cambio de régimen en España, sorteando todas las piedras que le pusieron en el camino los terroristas, la oposición, muchos periodistas y sus ambiciosos compañeros de partido.

Como cuenta mi viejo amigo el profesor Paco Blanco: Quien fuera tahúr del Misisipi, ha resultado ser un jugador de póker honrado. Quien fuera un obrero de la política, ha resultado ser el capataz de la obra. Quien fuera un becario, ha resultado ser un experimentado profesional. Quien fuera un inculto, ha resultado ser una enciclopedista. Quien fuera un relaciones públicas, ha resultado ser jefe de protocolo. Quien fuera intelectualmente débil, ha resultado ser un gran erudito. Quien fuera un chapucero, ha resultado ser el mejor fontanero.


Diputada Teresa Gómez




"Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo."

Abraham Lincoln

*    Los partidos políticos tienen la obligación moral de cumplir el contrato con el que se han comprometido con los ciudadanos, que es su Programa Electoral y que si no lo pueden cumplir, el Gobierno concernido debe pedir perdón, dimitir y convocar nuevas elecciones.
*    La obediencia ciega al partido, no me parece moral.

Determinados políticos del Partido Popular que reconocen que el Gobierno de España debe pedir perdón, dimitir y convocar elecciones libres. La Diputada Gómez del P.P. en la Asamblea de Madrid, analizó la situación política actual mostrándose crítica con los incumplimientos electorales del Gobierno de España.
 
Cuando le preguntaron si consideraba que su Partido estaba haciendo lo suficiente para salir de la crisis en la que nos encontramos, ella contestó que habían cometido dos fallos en la forma de encarar la crisis; la primera en obedecer excesivamente los planteamientos de la Unión Europea, sin hacer un planteamiento más "agresivo" para defender los intereses de los ciudadanos españoles y la segunda, incumplir en una buena parte el Programa Electoral, (porque es un contrato en el que los partidos políticos realizan y se comprometen  con los ciudadanos). Contrato que debe cumplirse rigurosamente, porque si no, están mintiendo descaradamente a los ciudadanos, que son la soberanía del pueblo.
También creyó que habría que cambiar el sistema de partidos y que existan candidaturas uninominales por circunscripciones, como ocurren en el sistema británico, de manera que los ciudadanos voten a un Diputado y le pidan cuentas de su gestión a ese diputado en particular, sea del partido que sea. Es decir, que los Diputados representen a los ciudadanos de manera directa y no a los partidos políticos como se viene haciendo en la actualidad. Creo que este cambio sería esencial para que los ciudadanos se sientan verdaderamente representados.

De la misma manera opinó que Otro cambio necesario, es que el Poder Judicial sea verdaderamente independiente, pues lo contrario, es decir la no separación de poderes, pone en tela de juicio al Estado de Derecho y a las Instituciones, que se encuentran cada vez más desacreditadas.

La corrupción, en cualquiera de sus formas, es una incuestionable miseria moral de nuestra sociedad, en la que están implicados: partidos políticos, sindicatos, grandes empresarios, instituciones y grupos de poder. Por desgracia, lo que estamos viendo es que, cuando se trata de determinados personajes influyentes, los fiscales no acusan, Hacienda no ve el fraude y los imputados son des incriminados por las altas instancias judiciales y algunos jueces que osan imputar a algunos de esos personajes, son destituidos de sus cargos o perseguidos y vilipendiados. Ya tenemos casos conocidos.

Ni el PSOE, ni el PP, ni IU, ni ningún otro partido de los considerados tradicionales, han cambiado ninguna ley para impedir la corrupción; de hecho, el Tribunal de Cuentas, cuya misión, entre otras, es supervisar las cuentas de los partidos políticos, dan los resultados de las mismas a los cinco años de su presentación, por lo que, en caso de infracción, ésta habrá prescrito. ¿Es serio eso? A dónde vamos a ir con estas formas de actuar.


jueves, 20 de marzo de 2014

ESTE PAÍS ES RARO, RARO, RARO. ...



RADIOGRAFÍA SOCIOLÓGICA DEL VOTO  
Tomando como base las estadísticas del CIS

El número actual de votantes al PP ha descendido mucho. En el último barómetro del CIS de octubre de 2013, sólo un 11% de españoles votarían al PP, mientras que un 13% lo haría al PSOE. El siguiente partido más votado sería la coalición de IU con el 8,5%, seguida de UpyD con el 4,8%. Eso sí, los indecisos, estimados de entre los que no votarían, no lo saben aún o votarían en blanco, representan un 50,2% DE LOS ELECTORES. Si nos atenemos a estos datos, ni tantos votarían por el PP, apenas un 13% del electorado. 

No entramos a suponer lo que harán los indecisos, solo tenemos datos por ahora de los que tienen previsto votar al PP, nada más. A mí me parece que un 13% es más que lógico. Si tuviésemos en cuenta a los votantes naturales del PP (clase alta, media alta y ciertos sectores de la media media) los votantes naturales serían el 25% como mínimo. Pero todos sabemos que los votantes de los partidos no se corresponden necesariamente con los votantes naturales. Así, si tenemos en cuenta ese último barómetro de octubre de 2013, nos llevaremos la monumental sorpresa de comprobar que dentro del estrato social de clase alta y media alta han sido más los que tienen previsto votar por Izquierda Unida que no por el PP. ¿Increíble, verdad? Pues entrar en el barómetro del CIS y podréis comprobarlo vosotros mismos. El 14,1% de los electores de clase alta y media alta votarían por IU, mientras que solo un 10,3% lo harían por el PP. Por el PSOE lo harían sólo el 9,4% de ese estrato social. Por contra, dentro del estrato de obreros cualificados (clase baja o si lo preferís media-baja) hay más que votarían por el PP (10,2%) que no por IU (6,8%) Alucinante ¿No creéis? Pues una de dos, o las encuestas del CIS son una chapuza, O ES QUE ESTE PAÍS ES RARO, RARO, RARO

No obstante, a todos nos sorprende que los pensionistas sigan votando al PP. En efecto, según ese mismo barómetro del CIS, dentro del estrato de los pensionistas, el 19,7% votaría al PP, frente a solo un 17,4% al PSOE y un exiguo 6,9% a IU. Mientras que entre los parados, los que votarían al PP solo serían un 7,6%, bastante menor que los que votarían al PSOE e IU juntos que sumarían más del 20%. Lo de los pensionistas tiene una explicación fácil. Las causas de ese voto "contaminado" al PP se deben a cuatro factores principales. 
  •   EL primero de todos es la incultura política y la ignorancia en general de este tramo de edad. Los pensionistas son las personas mayores de 65 años en su inmensa mayor parte, es decir, los que durante su infancia y juventud vivieron la posguerra y el post-franquismo. En este tramo existen aún bastantes residuos incultura acumulada.
  •     La mayor parte de esos españoles tienen solo estudios primarios o ni eso, otra parte solo estudios secundarios y a la universidad solo debieron acceder menos del 10% de ese tramo de edad. Por lo tanto, mucha ignorancia acompañada de una educación política restringida por causa del apoliticismo impuesto por el franquismo
  • La  causa causa es el miedo, como consecuencia precisamente de la experiencia vital de este tipo de personas, fácilmente manipulables (son probablemente los mismos AFECTADOS POR LAS PREFERENTES que fueron estafados), por ejemplo el miedo a que pudiesen perder la paga, un arma que siempre se ha utilizado mucho en Galicia, por ejemplo, para amedrentar a los ancianos gallegos.   
  • Laultima causa puede ser la convicción ideológica  de un mal entendido nacionalismo español que, la derecha en España ha sabido rentabilizar maravillosamente en votos. Así como el asunto religiosoy tradicional de los valores católicos de la familia del PP y que para este sector sociológico es la visión del mundo que ha tenido desde siempre. La mayoría de estos pensionistas proceden del mundo rural y constituyen vanguardia espiritual con raíces tradicionales muy religiosas. El catolicismo más rancio y convencional tambien ha sido perfectamente rentabilizado por el Partido Popular. Esto datos sociológicos sulen establecer pautas fiables que nos permiten mover dentro de una aproximación real.




  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...