Estamos a las puertas de unas elecciones municipales, cada ciudadano debe tomar conciencia de su voto
La falta de ética pública en los municipios es una
de las razones principales del despilfarro de gasto público, el
favoritismo en la selección de personal, en la contratación de obras y
servicios, la arbitrariedad en la planificación urbanística… es esta ausencia
de moral en el desempeño del cargo (que no tiene por qué reproducirse en el
ámbito privado) la que representa el desprecio hacia el interés general para
convertirlo en beneficio particular, propio o de los allegados.
Claro está que esto no se aprecia en todos los municipios, y
en los que se produce, no lo hace ni de la misma forma, pues hay infinidad de
factores que intervienen, a pesar de todo, los partidos son el único medio para
la participación electoral, ya que la ley que lo regula está concebida para
ellos, y aunque no exista prohibición de la presentación de
candidaturas fuera de partidos, se conoce la dificultad con la que cuenta un
candidato aislado en el actual sistema.
Frecuentemente, aceden a la política personas que no
están preparadas para ello, ya que en la elaboración de listas prima la
fidelidad a la excelencia personal y profesional, y que presenta como
consecuencia más visible, la facilidad que se otorga a los partidos para
el control de los Ayuntamientos en todos los sentidos.
De forma que, si los partidos políticos controlan
los ayuntamientos en particular y las instituciones públicas en general,
añadiéndole la más que conocida dependencia del poder económico y su carencia
de recursos, es real el potencial peligro que existe de que determinados grupos
de presión impongan su interés por encima del general, existiendo
un paso hacia la corrupción, que se produce con una frecuencia más elevada de
la deseada.
Por todo ello, la partidocracia, condiciona la función de gobierno, siendo una de las principales causas del fenómeno corruptor.También una de las causas de interés corrupto de transfuguismo. cuando un concejal de un grupo político determinado, voluntariamente se cambia durante la legislatura a otro grupo con el fin de alterar la composición política de la corporación municipal o modificar la identidad en siglas del Gobierno del municipio. Existe una vinculación con la ética del primero de los apartados, ya que no cambia de partido sin consecuencias, sino que lo hace en un momento estratégico para lograr algo concreto, modificando las ambiciones primarias de la persona que no solo falla a su electorado, sino también a su partido. Normalmente esto se realiza a cambio de un futuro político, de una dirección de áreas municipales, de la gestión del urbanismo entre otras, que habitualmente desemboca en la corrupción. A pesar de todo y de las numerables críticas que se pueden recibir, no hay más reproche que el ético.
Por tanto,
creo firmemente que, por encima de cualquier planteamiento ideológico, está la
responsabilidad de no votar al partido con sospechas de corrupción. aunque este
sea el de nuestra iniciativa. Es preferible votar en blanco de no ser así, automáticamente
asumimos complicidad
Estimado Profesor, como siempre sus comentarios son acertados, y lo son porque conoce, en éste caso al votante, de Valdemorillo, cuando el conocimiento de la política y del político es nulo, entonces prima el amiguismo, por ser del pueblo, por ser hijo de, por mejor malo conocido w bueno por conocer, etcétera, y ese es el gran problema, cuesta pensar y ser valiente es algo desconocido, yo, todavía tengo una esperanza, que puedan ser las próximas elecciones, las de la coherencia, que nos olvidemos de siglas y solamente pensemos en el bien de nuestro pueblo, naturalmente incluidas las urbanizaciones, que desechemos a los traidores, y aprovechados, que por una vez, demos un paso adelante, y tendremos cuatro años para felicitar o reprochar, el comportamiento de quiénes nos puedan gobernar.
ResponderEliminarUn saludo
Salvador Ferrer