Pensamiento y responsabilidad

jueves, 6 de enero de 2022

El estado del bienestar, la sociedad de consumo, el cambio climático

 ¿La felicidad se compra?

Tenemos necesidad de cambios fundamentales si queremos evitar las fatales consecuencias de un cambio climático. Los pobrísimos resultados de la Conferencia de las Naciones Unidas de Glasgow, nos señalan, una vez más, que, dentro del sistema capitalista, a lo más que se puede llegar considerar la necesidad de cambios importantes, pero son extremadamente difíciles de conseguir.

Y si pasamos al terreno social vemos que, con el COBID o sin el, con crisis o sin crisis, la desigualdad social aumenta de una manera escandalosa, y la destrucción del Estado del Bienestar es una realidad lenta pero imparable.

También está claro que las fuerzas que pretenden la eliminación del capitalismo y su sustitución por una sociedad socialista más justa, son residuo del pasado. Las críticas a capitalismo, muy radicales y muy razonadas, que podemos encontrar en medios alternativos, y en escritos de intelectuales de izquierda, no llegan a la vida política real, la de cada día, la que sale en los periódicos y las televisiones. Tampoco al discurso de los líderes de la izquierda. "No hay alternativa" domina en todo el planeta y los países que lo intentaron se quedaron en el intento. está el caso de China, donde vemos que hay un poder centralizado en el Partido Comunista, pero una economía totalmente capitalista. Y entre nosotros parece que la mayor aspiración de nuestro gobierno progresista es que no llegue a dominar la extrema derecha, y que no se hunda del todo el Estado del Bienestar. Pero no se cuestiona lo más mínimo el sistema capitalista.

Hablamos mucho de los grandes avances científicos y tecnológicos conseguidos por el desarrollo técnico de la sociedad actual, sin embargo, en la realidad se vuelve la espalda a los científicos cuando estos cuestionan nuestra forma de vida y nuestra sociedad de consumo. Aunque nunca se hable de eso en los grandes medios de comunicación, está meridianamente claro que el capitalismo lleva la humanidad a la ruina. "Estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible". Es una afirmación contenida en el manifiesto Última Llamada, firmado por científicos y ecologistas españoles en 2014. El Grupo de Expertos sobre el Cambio Climático nos advierte de una manera cada vez más apremiante, la necesidad de cambios radicales si queremos evitar las desastrosas consecuencias de un Cambio Climático descontrolado.

Buscamos nuestra felicidad en esa sociedad de consumo que nos presenta el capitalismo. Una sociedad que lleva a la humanidad al colapso, pero a la que nos resulta enormemente costoso renunciar. El modelo de bienestar de la sociedad actual se basa en la posesión y acumulación de bienes, lo cual sirve de justificación para que prolifere el consumismo entre las personas. Si el objetivo de la vida es tener muchas cosas, la principal actividad que se ve beneficiada es, lógicamente, el consumo. La posesión y acumulación de bienes suele darse siempre de forma inmoderada,

Se ha afirmado que el hombre ante lo único que no es libre es ante la propia felicidad. O sea, que la busca inevitablemente. Pero ninguna ciencia nos dice dónde se encuentra la felicidad.  Ha sido un tema debatido a lo largo de los siglos, hasta que ha llegado la mentalidad capitalista con una fórmula falsa, pero clara y atractiva: la felicidad se compra, lo importante es tener dinero para comprarla, y cuanto más tengas, más podrás comprar. Buscamos nuestra felicidad en esa sociedad de consumo que nos presenta el capitalismo. Una sociedad que lleva a la humanidad al colapso, pero a la que nos resulta enormemente costoso renunciar. Sí renunciaríamos, si fuéramos capaces de encontrar una alternativa a la felicidad prometida por el consumo. No es una tarea imposible, todo lo contrario, es algo totalmente acorde con la naturaleza humana y con el pensamiento que los seres humanos han desarrollado a lo largo de los siglos.  

 

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