Con lo que hemos decidido entre todos los españoles
¿Qué pasará?
Ateniéndose a los esquemas de siempre
con: mayorías aritméticas, trozos de pastel, gitaneo y mamandurrias varias.
Cuando ya no se puede negociar y pactar como lo hacían González o Aznar con
Pujol y Arzallus.
El orden de los factores no altera la SUMA, pero sí la RESTA |
El resultado de las últimas elecciones ha derrumbado la conjetura hegemónica del bipartidismo en base a la cual mudaba la dinámica política en España y ha abierto un proceso de incertidumbre pues la posición de cada uno de los contendientes no depende solo de su situación, sino de las decisiones que tomen los demás partidos. A pesar de que la Navidad haya anestesiado en buena medida las negociaciones para la configuración del gobierno, las posiciones están tan abiertas hoy como el día de las elecciones.
Y
como una muestra significativa aparece el modo y las causas que propiciaran que
el Consejo Político de CUP rechazara la investidura de Artur Mas como
presidente de la Generalitat. Que Mas no vuelva a ser presidente es una buena
noticia, especialmente una semana después de que al fin la familia Pujol haya
sido imputada. Pero no podemos obviar que ha sido en tercera votación como se
ha producido el no a Mas. Hace una semana hubo un inverosímil empate días después
hubo de ser en segunda votación cuando se consumó el rechazo… únicamente por
seis votos y una abstención. Siendo la negativa a apoyar a Mas una promesa
electoral.
El
futuro de toda España, lleve más de tres meses pendiente ese grupo antisistema
hasta ahora ninguneado, pero firme en sus convicciones. Un elocuente guiño del
destino para que espabilemos y nos demos cuenta que el momento político que
vivimos está abierto y exige poner la imaginación a funcionar. Todos hemos
propiciando una nueva manera de hacer y pensar en política. Los votantes lo
hemos entendido, y por eso los resultados son los que son. Los que vienen
dedicándose a la política desde hace decenios lo intuyen pero se resisten a
admitirlo porque eso supondría cuestionar, por no decir dinamitar, sus
referentes de funcionamiento hasta ahora.
Interpretan
cifras, hablan de reparto de prebendas y juegan a adivinar lo que pasará
ateniéndose a los esquemas de siempre: mayorías aritméticas, trozos de pastel,
gitaneo y mamandurrias varias… Intentan hacernos creer que solo se puede
negociar y pactar como González o Aznar lo hacían con Pujol y Arzallus, y
rechazan toda insinuación en la que se les plantee que las cosas no pueden
continuar siendo, ni haciéndose, de la misma manera que siempre.
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